Iván
📍 Culiacán Sinaloa.
Funeral de Don Gerardo.
Miraba a Sebastián y a Chilo cantar, mientras los cuates, uno tocaba el acordeón y el otro la guitarra, cada canción que tocaban era un golpe bajo para nosotros, un golpe bajo al saber que Don Gerardo dió la vida por Cali, pero tambien por todos nosotros.
Mi vista llegó a la güerita que ahora estaba abrazada de la caja, mientras susurraba cosas y Ovidio y serafín sobaban su espalda, don Mayo y Mariel solo la miraban y lloraban en silencio, el chino, Alfredo, Mayito, Vicente y yo, estábamos atentos a cualquier movimiento de los hermanos, a cualquier movimiento de ella, quien luchaba con la abstinencia y ahora con ese dolor.
–¿Crees que se va a recuperar?–Dijo Alfredo susurrandome.
–No lo sé– dije soltando un suspiro.
–¡Ey Cali, tranquila reina!– dijo Fernando mientras abrazaba a Cali cuando empezó a golpear la caja.
–No ¡Déjame Fernando!– gritaba desesperada–¡Papito! Ya tienes que levantarte apa ¡Levántese pues!–
Cada grito que ella daba, hacía que el nudo que tenía en mi garganta creciera y creciera, en cuento menos lo pensé ella cayó desmayada en brazos de Fernando y Serafín quien se había acercado a ella.
–Estaras bien reina– dije cuando me acerqué a ella– Todo estará bien–.
Sin más Vicente la subió a su habitación, mientras don Mayo subía con ella, y los cuates junto con nosotros nos salimos pa afuera a sentarnos al rededor de la lumbre.
Caliope.
-¿Papi?– dije cuando mire a mi papiringo (don Mayo) sentado sobando mi cabello.
–Aqui estoy mi reina–
Quería hablar cuando una arcada de vómito vino a mí, sin más me levanté y corrí al baño junto con mi padre al lado tomando mi cabello.
–¡Cali! ¿Estás bien?– pregunto notablemente preocupado.
–Si pa–
– Estás vomitando sangre mija– dijo y de nuevo vomité.–Mi reina– dijo llamando mi atención– ¿Que te hicieron chiquita?–
Lo miré, y me recorrí la manga de la camisa de mi brazo, dejando espuexta mis cicatrices de la abuja, las quemadas con los cigarros, los rasguños, ala cortadas, los golpes. Le levanté la camisa dejando ver mi abdomen, lleno de golpes, encontrándose de color morado y algo verdoso, quite los lentes negros y miro mis ojos de ese mismo color, pero ahora con un derrame en uno de ellos.
–¿Ellos te....?–
–Ellos me violaron papá, me golpearon, drogaron y quemaron– dije mientras el me acomodaba la ropa y me arrecostaba en su pecho– No les basto con hacerme lo peor que le han hecho alguien, mataron a mi papi, ¡por mi culpa lo mataron!– dije cada vez aferrandome más a él.
–Lo siento tanto mi princesa– me miró a los ojos– Perdón por no protegerte– dijo llorando tanto como yo lo hacía en este momento.
–No se que haré sin el– me sincere– por favor tu tampoco te vayas a ir– le dije haciendo un puchero mientras mis lágrimas ahora rodaban con más intensidad.
Mi papá solo se dedicó a abrazarme, sin decirme nada
[••••]
Se había llegado la hora en dónde le daríamos el último adiós a mi papito, llegue con su sombrero puesto, al verme, chilo me analizo y sonrió de lado. Vicente me miraba de una manera que se me hacía sentir protegida.
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𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚
FanfictionUn accidente que cambió la vida de toda una dinastía, de más de una familia, y con ello la vida de ella misma. Dónde la princesa perdida aparece, y con ella un nuevo amor.