Desconocido.
Lo miraba con asombro, y no podía creerlo, mire directamente sus ojos y pude ver cómo salían lágrimas de sus ojos.
Quise articular algo, aunque sea un pinche sonido, pero no pude, el dolor de mis costillas, de mis piernas, de todo mi cuerpo, no me permitía nada.
—Vas a necesitar mucha fuerza— me dijo.—¿Estás listo?— me dijo, y no comprendía nada.
—¿Listo para qué?— dije como pude—¡Contésteme pues!— terminé de decirlo entre gritos y jadeos de dolor.
Este juego me estaba matando.
—Como eres desesperado tú—Hablo una tercera voz.
VERGA.
No pude decir nada, mi pecho latía cada vez más rápido.
—Hierba mala nunca muere—
Me dijo sonríendo.El chapo.
Miraba la foto de mis hijos, y el pecho me ardía cada vez más. Fue su culpa, pinche Ismael.
El negocio era de él, el tenía que haber subido a esa avión.
Si bien, días antes de que el "Viajará" mandé hacerle cosillas al avión.
—Joaquin— Alejandrina llegó y me miró.
Ella y sus hijos habían llegado.—Cali, pasá— dije serio.
Ella paso, y saco a los pequeños Herederos de sus carreolas. Mi Néstor era idéntico a mi Chapito, los mismos ojos de su padre, pero el carácter rejego de su madre.
El ratoncito, era la pinche copia de Caliope, incluso los ojos tenían igual, un azul tan intenso como el océano.
La mire unos segundos, mi hijo era inteligente, y Caliope era la mujer que el siempre habla querido.
Mire como reía con sus hijos, y ellos reían con ella. Sin embargo no me dolería hacer nada de lo que se vendría, Ismael había cometido un error en hacer su pinche desmadre, claramente rompió el pacto que teníamos.
"los hijos quedan fuera de las guerras" Ya no existía. El pinche perro de Ismael, sufriría lo mismo que yo estoy sintiendo.
Que Dios se apiade de su alma. Pensé viendo los ojos de esa mujer.
El Mayo.
—Apa es que no estoy entendiendo nada— dijo Vicente por 3 vez.
—¿Por qué Serafín no despierta?— pregunto ahora Rodrigo mientras le daba sapes al pinche prieto.
Me tienen hasta la verga.
—¿Que hace el chino aquí?— pregunto Mayito muy confundido.
Voltee mi vista hacia el chino y el salió sin decir nada.
—Asi debe de ser, acuérdese viejo, Juntos pero no revueltos— dijo Chente tomando un vaso de agua.
—No aparece— dije y todos se quedaron serios.
—¿Caliope?— pregunto Vicente preocupado—¿Es ella quien no aparece? Dígame pues chingado—se le notaba preocupado.
—Cali está con su suegro— hablo Mayito y un escalofrío recorrio mi cuerpo.
¿Que hace allá mi niña?.
—El menor— dije y todos me miraron.
—De que habla viejo— pregunto Vicente.
—Sebastian— todos se pusieron pálidos cuando mencioné ese nombre.—El no estaba cuando matamos a sus carnales—.
—No mames no— dijo Chente parándose— No, tenemos que encontrarlo antes de que le diga algo a Cali—
Todos estábamos tan nerviosos, e incluso paniqueados.
—Oye Ismael— le dije a mi hijo— Si te acersioraste que Iván estuviera bien muerto en su caja ¿Vea' cabron?— dije viendolo a los ojos y pude notar como se puso nervioso.
—Claro apa—
No pueden hacer nada bien los hijos de la chingada.
— Mas te vale Ismael— lo señale— que sí el puto nos da una sorpresa, tu serás el siguiente en ser velado— sin más que decir, me levanté y me fui de ahí.
Joaquín me necesitaba en su rancho, así que salí de ahí y me dirijo hacia donde me dijo que estaba.
El Chapo.
Miraba con una gran sonrisa, a la mujer que tenía ahí, dormida en la cajuela de la camioneta.
—¡TREBOL!— este vino en chinga— La bajas cuando llegue el perro traidor.
El asintio y yo comence a caminar, viendo el gran barranco que estaba a unos metros de mí.
—Cuidado, cuidese las espaldas compadre.—
Dijo Ismael llegando a mi lado.
—Usted debería de hacer lo mismo— me miró unos momentos.
—¿Que necesitas chapo?— dijo y pude notar su desesperación.
Le hice una seña a Trébol, y el empezó a caminar tomando Caliope de la espalda, ella estaba confundida, y el perro de Ismael, temblaba de miedo.
Narrador Omnisciente.
La mujer ahí miraba a su alrededor sin entender, o al menos eso quería, no entender lo que estaría apunto de pasar.
—Cuide a mis hijos— le dijo ella al hombre bajito.
—Zamabada— Joaquín llamo al otro hombre.—Tu que tanto buscaste a tu hija— lo miro, mientras una de sus manos se escabullia a su espalda.—Aqui está mira, aquí la tienes—
Caliope se dió una medio vuelta, de manera lenta para mirar a su padre, quien tenía sus ojos y cara llenos de lágrimas.
Regreso su postura y miro a los ojos al Chapo.
Un disparo se escuchó mientras que el cuerpo de Caliope caía, le había dado.
Antes de tocar el piso el Mayo la sujeto mientras que sus lágrimas corría, y su cuerpo temblaba mientras acariciaba el rostro de su hija.—¡NOOOO!— Un grito al unisono, se escuchó en todo ese territorio, 3 hombres corrían a la dirección de la mujer moribunda, mientras que los otros dos presentes habían entrado en un shock total.
Ultimos Capítulos!
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𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚
FanfictionUn accidente que cambió la vida de toda una dinastía, de más de una familia, y con ello la vida de ella misma. Dónde la princesa perdida aparece, y con ella un nuevo amor.