Maria José ( Cali)Estábamos ya en casa, de mi mente no salían los 3 hombres que estaban comiendo en ese restaurante, había sentido la mirada de cada uno de ellos, en mi y en César, a quien volteaban a ver constantemente.
—Oye mija— me dijo mi apa.—¿El Raúl no era de acá de Culiacán?— me preguntó.
—Si— dije y me puse a ver a mi bebé jugar.
—¿No quieres buscar a su familia?— me dijo mientras me miraba—Tienes el número de Adriana, ellos merecen saber que hay alguien cagado al Raulito.
Si bien cuando el murió, yo estuve presente en varias ocasiones, ellos me conocían y yo un poco a ellos, una semana después me enteré que tenía 3 meses de embarazo, y cuando quise contactarme con ellos, ya no pude.
Me quedé pensando lo que mi papá había dicho, luego de un rato, decidí llamar al número.
Iván.
Estábamos todos, los Zambads, mis hermanos, todos literalmente en el rancho de mi apa.
—Le haremos una misa a Cali— dijo Vicente y todos lo miramos confundidos.—Se cumplirán 16 años que enterramos esa pinche caja vacía—
El corazón se me hizo chico y solo comencé a recordar todo aquello que me había imaginado.
—Hoy miramos a una muchacha— dijo Ovidio y Adriana en chinga le pegó.
—No tienes madre Ovidio, eres un perro descarado— le dijo bien enojada y ovidio solo la miraba con los ojos como canicas el wey. Yo no tarde en soltar la carcajada.
—¿Que tenía la muchacha o qué?— dijo don Mayo mientras contaba dinero.
—Estaba bien chula—dije sin pensarlo y todos me vieron.
—¿Quien estaba chula?— no reconocí la voz, pero mire a Adriana pararse y abrazar a un plebe como de unos 22.
—este quien es— le pregunté a Alfredo cuando mire que Ovidio se levantó a abrazarlo.
—Compa— el me habló antes de Alfredo, pero solo lo miré—¿Apoco no se acuerda de mí?— me dijo riendo.
—Pa que te digo que si, si no— le dije y le tome a mi cheve.
—Soy Raúl Meza— me dijo sonriendo.
—El mentado mini 6— dije lo que Alfredo me había dicho.
El se sento con nosotros.
El teléfono de Adriana sonó y Ovidio contesto, por qué ambos estaban enojados.
Ovidio
Agarre el teléfono primero que ella y todos me vieron.
—Dame mi celular Ovidio— me dijo.
—De seguro tienes a otro, y por eso ya no me dices cosas bonitas ni me cantas música romántica, ni me haces galletas con forma de mariguana— dije y todos se me quedaron viendo.
—Ay vengashe mi bebé— Iván me abrió los brazos y corrí con él.
—pero contesta el chingado teléfono pues— mi apa me dijo mientras estaba atento.
—Ay si es verdad—
Contesté e hizo la voz lo más grave posible.
—Bueno—
—Am, Hola ¿Adri?—
—Ella está ocupada, quieres que le dejé un mensaje— pregunté mientras veia a Adriana. ¿Me engañaba con una mujer?.

ESTÁS LEYENDO
𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐚
FanficUn accidente que cambió la vida de toda una dinastía, de más de una familia, y con ello la vida de ella misma. Dónde la princesa perdida aparece, y con ella un nuevo amor.