Nerio Pockerman. [Libro II].

Capitulo 1.

Esto es mucho antes de conocer a Amanda Luos.
También quiero dejar claro que estoy solo será un vistazo rápido al pasado de Nerio.

Nerio Pockerman.

Las cosas no están bien.

Mamá ha presentado algunos dolores últimamente, uno de sus clientes le propinó un golpiza ya que ella no quería hacer algo que él pedía.

Odio a esta humanidad.

Camino por los pasillos del burdel dónde vivo, mi pequeño primo camina atrás con la cabeza agacha.

—Cuando seas mayor serás muy buena mercancía nene—Le dice la mujer dueña de este lugar mientras le alza el mentón para que la mire —Tienes belleza sobrenatural.

Me interpongo para que quite su asquerosa mano de la cara del chico.

Me mira con altivez pero le sostengo la mirada.

—Y tu Nerio—Dice con arrogancia—Tienes madera para dirigir a multitudes—Acaricia mi rostro—Llegaras lejos si sigues así, me recordarás—Lima su uña— Sharoon—Le habla a la chica de mi edad que trabaja aquí llevando bebidas a las prostitutas—Dale de comer a los chicos.

La pelirroja viene con cuidado. Toma de la mano a Neyl y nos vamos a lo último dónde ella nos da pan y agua para poder saciarnos.

Sus ojos verdes claros son hermosos al igual que su figura delgada y delicada.

—Espero Noris venga pronto por tí—Le dice a Neyl con una sonrisa, él no habla mucho. Solo asiente con la cabeza antes de volver al pan.

—Lamento lo de tu madre—Me dice— Ese hombre no debió tratarla de esa forma.

—Es su trabajo—Doy un mordisco con un poco de molestia—Tiene que estar rodeada de animales.

—Espero puedan salir de esta vida—Ve sus manos—Al menos ustedes pueden.

—Tu igual puedes—Digo intentando recomponer su ánimo.

Sonríe con ironía.

—Mi madre es la Madame—Dice como si fuera obvia la respuesta—Shamira y yo estamos destinadas a esto.

—No—

—Que lindo eres—Me besa la mejilla—Iluso también.

Se levanta para irse.

—Yo te ayudaré a salir de esto.

—Claro, y yo seré una hada de los dientes—Dice con sarcasmo—iré a mi trabajo de nuevo, espero tu mamá mejore pronto, está semana vienen los mejores clientes.

Sale dejándonos, me siento en el suelo y miro mis manos.

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—Basta, por favor basta—Dice mi madre mientras el hombre la golpea.

—¡Si yo te pago, tienes que hacer todo lo que diga!

—¡Por favor para!, Lo haré, solo para.

Estoy sudando y me estremezco.

Basta, déjala, ¡déjala!

—Nerio, ¡Nerio!—Tía Noris me agita—Es una pesadilla—Me abraza—Tranquilo, todo está bien.

Neyl me mira desde lejos, mientras su madre trata de calmarme.

La mañana siguiente es igual, hago mandados con Neyl mientras Tía Noris trabaja.

Solo espero que mamá despierte pronto, para así irnos de este lugar.

Ya ha pasado una semana.

Y mamá ya no esta con nosotros, ha pasado a un mundo mejor que esta porquería.

Al parecer aquel cliente tenía una enfermedad, a la que sus defensas no resistieron.

Bajo el rostro, despidiendo a la única persona que me quiso.