Capitulo 44.

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  Nerio.

Le doy otra mordida al pollo antes de limpiar mi boca con la servilleta.

—Luego de comer, quiero que me acompañes a un lugar.

Lieth le da otra mordida al Shawarma que pidió.

—Esto está muy bueno.—Dice.

Asiento dándole la razón. La comida está exquisita.

—¿Y, a dónde iremos?

—¿Recuerdas mis clubes?

Asiente.

—Pues hay uno que es... Un tanto peculiar.

Ella frunce el ceño.

—¿Bailan strippers o algo así?

Sonrío.

Si va a ver personas sin ropa, pero no por que sean strippers precisamente.

                            ™

—Sabes, me preguntó por qué, quieres enseñarme este lugar derrepente.

—Solo pienso que sí vamos a ser pareja—Digo y noto como retiene una sonrisa.

Y la verdad, no la culpo, luego de estos dos meses saliendo, creo que ya podemos hacerlo formal.

—No podemos tener secretos entre nosotros.

Su espalda se tensa.

—Ya, si hablas así, pienso que es algo serio...

—No tienes idea...

Sigo conduciendo hasta mi destino y ella solo mira por la ventana en silencio.

Aparcó el auto minutos después y nos disponemos a bajar, tomo su mano y ella me sonríe antes de entrar.

Espero que no salga corriendo de aquí.

—Bienvenido señor—La recepcionista sonríe.—¿Una invitada?

—Si, es mi novia.

La chica agranda los ojos antes de parpadear.

—Bueno, ¿le ofrezco un brazalete?

Niego.

—Solo vino a ver.

Ella asiente y presiona el botón que abre la puerta de acceso.

Lieth está en silencio observando todo y eso hace que un poco de nerviosismo se instale en mi estómago.

Llegamos a la primera sala, ya hay grupos de personas, hablan, beben o ríen.

Vamos a la barra y pido dos shots de tequila. Me los entregan y le ofrezco uno a Lieth.

—No, yo no bebo—Dice rechazandolo.

Me encojo de hombros y me los bebo de golpe, llenandome de valor para seguir el recorrido, ella me mira con atención y su cabeza parece trabajar a toda velocidad.

Ya un poco más valiente tomo su mano.

—Iremos a la otra sala.

Lieth traga grueso mientras asiente, caminamos entre las personas y abro la cortina que da paso a la siguiente sala.

Los cristales están iluminados y dentro ya hay personas haciendo... Sus cosas, ustedes entienden, su mano apreta más la mía y la miro.

—Ehm... Están teniendo.

—Una orgía—Termino por ella y dirijo mi mirada de nuevo al cristal.

Una chica morena está entre dos chicos, ambos la penetran y ella gime alto, al otro lado dos chicos se besan y uno de ellos masturba a otro que solo mira la escena complacido.

Vuelvo a mirarla y su boca está completamente abierta, y el sentimiento de arrepentimiento no tarda en llegar. Trato de hablar pero una mano rodea mi ante brazo, un olor familiar me rodea y cierro los ojos.

Ahora no, por favor.

—Tiempo sin verte Nerio—Me doy vuelta y confirmo su presencia, sus facciones han envejecido pero aún mantiene esa sonrisa radiante que alguna vez me cautivo.

—Daniella, ¿Que haces aquí?—Mi voz sale muy ronca, así que aclaro mi garganta.

—Una amiga me dijo de un lugar muy bueno, ya sabes, para jugar.

Enarco la ceja.

—Oh, ahí vine—Daniella sonríe abiertamente mientras estira su mano, miro sobre mi hombro y maldigo internamente.

—Hola.—Patricia saluda incómoda.

—Hola...

Ambas miran atentamente a Lieth, quien no deja de mirar los cristales con la boca abierta.

—Eh claro ella es Lieth—Digo tocando su brazo para llamar su atención, ella mira a Patricia y a Daniella y luego a mi—Es mi...

—Novia—Termina ella por mi.

Ambas alzan las cejas sorprendidas.

—Oh, es un placer—Daniella habla forzando una sonrisa.—Soy Daniella.

Observo como Patricia recorre a Lieth completa y después me mira, sus ojos se han oscurecido. Y su semblante es serio.

Luego de que Daniella y mi novia se dieran las manos, Patricia se presentó.

—¿Y vinieron a jugar?—Pregunta con curiosidad.

—Ella solo vino a ver—Hablo a la defensiva ya que Daniella se lame los labios como si viera carne fresca.

—Nerio Pockerman enrollandose con alguien que no está en el mundo del morbo—Patri habla burlona—Eso no me lo esperaba.

—Pues heme aquí, perdidamente enamorado.

Patricia me fulmina con la mirada.

Lieth aclara su garganta y ya se que es hora de irme.

—Fue bueno verlas—Digo—Pero ya nos íbamos.

—¿Tan rápido?—Patricia finge tristeza.

Y me pregunto si siempre fue así de falsa y nunca lo noté.

—Si—Lieth mira su reloj—Es tarde.

Nos alejamos y noto como Lieth alza el mentón, no me mira solo camina hasta la salida, llegamos al auto y tomo su brazo girandola.

—¿Pasa algo?

—¿Te las follate?

Alzo mis cejas, ella nunca usa este vocabulario.

—¿Que?

—Dime Nerio, ¿Tuvieron sexo?

Asiento.

—Hace un tiempo atrás, pero no debes preocuparte por ellas, no me interesan.

—¿Has experimento este tipo de sexo?

Asiento.

—¿Por qué crees que abrí un club?

—Yo, no puedo... Es raro.

—Lo sé, no todos disfrutamos del sexo del mismo modo algunos se inclinan más a la morbosidad del momento y otros al romance e intimidad sentimental. Pero al final, se trata de lo mismo. Placer.

—Yo no soy como ellas, no sé si seré capaz de compartirte con alguien más—Con sus manos ella lleva su cabello hasta atrás.

—Y no te pido que lo hagas y tampoco que te mezcles con todo esto—enmarco con las manos el lugar.—Solo quería que supieras está parte de mi.

Nos miramos a los ojos por un instante y ella suspira dando un paso hacia mi.

—No voy a negar que me pareció exitante ver a la chica disfrutar.

Sonrío caminando a ella y rodeando su cintura con mis brazos.

—¿Quisieras ser ella?

Sus mejillas se tiñen.

—Oh no—Dice riendo—No soportaría que otro me tocará.

—Me alegra saber eso.

Rio acercando mi cara para besarla.

Nerio Pockerman. [Libro II].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora