Después de un largo en silencio dice.
—¿Estas seguro de querer abrir un lugar de esos Nerio?
—Bueno... Muy seguro que digamos, no. Pero creo que sería una gran idea, no sabes la cantidad de personas que disfrutan de su sexualidad abiertamente hoy en día.
—Pues, si es lo que quieres—Se hizo un silencio— está bien—Suspiro— iré después del almuerzo.
—Yo estaré limpiando.
Después de quitar el polvo, y hacer un croquis mental de las divisiones que haré, me siento en el suelo a esperar a Sharoon.
—Algún día nos iremos muy lejos, y viviremos en una bonita casa de campo... Dónde nadie pueda hacernos daño ni molestarnos. Te lo prometo.
La voz de mi madre resuena en mi mente. Y cierro los ojos.
—¿Que sucede?—Escucho a mi lado mientras Sharoon toca mi hombro.
—Nada—Los abro de nuevo y sonrío.
—Nerio...
Su pulgar seca una lágrima de mi mejilla... ¿Cuando había empezado a llorar?
—Vamos, levantate tenemos cosas que hablar.
Me ayuda a levantarme.
Sharoon Sinmonet.
Nerio sonríe mientras caminamos por los pasillos de la tienda de electrodomésticos. Pero esa sonrisa no llega a su mirada.
—Mira Shar—Adoro cuando me llama así—No tengo ni puta idea de lo que sea pero se vería genial en el local.
Ruedo los ojos.
—No creo que un lugar como el que quieres convertir ese lugar necesite un calentador.
—Cierto—Asiente—Las personas ya van a estar lo suficientemente calientes —Sonrie maliciosamente—No creo que sea necesario.
Seguimos caminando.
—Tu... Umm—Aclaro mi voz y el me mira burlón—Ya...
Hago gesto con las manos.
—¿He ido a un lugar de esos?—Dice y yo asiento—Si. Ciento de veces—Me mira enarcando su ceja—¿Porqué preguntas?
—Curiosidad—Me encojo de hombros.
—Mmm.
Siguió caminando e eligiendo que compraría y que no, después de las remodelaciones.
Al llegar a casa esa tarde, mi mente solo podía pensar en algo.
—¿Que carajos es un club swinger?—Le pregunto al hombre que está acostado mirando tele.
—Un club de intercambio de parejas amor—Me mira con atención—¿Porqué preguntas?
—Nerio piensa montar unos de esos clubs—Camino a la cocina a tomar agua.
—Me alegro mucho por Nerio, es un gran chico. Seguro ese lugar será grandioso.
—¿Tu crees?—Lo miro.
—Si amor, por qué te preocupas.
—Nerio ha sufrido mucho a lo largo de su vida. No quiero se deprima por si esto no sale bien.
—No te angusties, todo saldrá increíble.
Asentí con una sonrisa. Kein siempre sabía que decirme para que me tranquilizara.
Pasa la tarde y me he dedicado solo a investigar en internet. Aunque no me de mucha información.
Cierro la laptop frustrada.Kein me mira desde la barra con una sonrisa.
—Shar—Dice cuando ve que la vuelvo a abrir para teclear.
—¿Uhm?— digo aún sin míralo.
—Busca un abrigo, quiero llevarte a un lugar.
Lo miro y él me da una de sus dulces sonrisas que tanto me encantan. Se la devuelvo y me levanto corriendo a la habitación.
Al salir de la residencia dónde vivo. Veo que el trayecto en auto es un poco largo. Kein no dice nada solo conduce mientras por mi parte solo tarareo lo que suena en la radio. Luego de un rato veo como paramos en una puerta de metal, por la fachada se ve como un estudio de tatuajes.
—¿Que es este lugar?
—Baja, ya lo verás.
Hago lo que me pide y con las manos entrelazadas nos sumergimos en el lugar, el ruido de las máquinas llama mi atención, caminamos a una pequeña recepción y una mujer habla con Kein mientras yo miro los diseños que hay en la pared.
—Shar—Me llaman—Ya podemos entrar—Dice Kein.
Lo sigo hasta otra puerta totalmente metálica.
—Tu querías saber que era un club swinger ¿No?
Trago saliva mientras asiento.
—Pues...
Abre la puerta, entro temerosa de ver algo desagradable pero lo sigo.
Hay personas manoseandose en la primera sala en la que pasamos.
En la segunda me sorprende los vitrales, pero aún más lo que ocurre dentro de ellos.Caminos a una tercera sala y una barra de bebidas queda en nuestro campo de visión.
Kein me indica que tome asiento en la barra mientras que el se queda de pie a mi lado.
—Este es el mundo del que Nerio te hablaba, el que le gusta—Pide unos tragos—Y a mi me atrae.
Frunzo el ceño.
—¿Que? Te agrada esto.
Asiente con simpleza.
—No es algo del otro mundo Shar, es solo sexo.
—Con otras personas—Respondo un poco ofendida—¿Haz estado con otra persona mientras estamos juntos?
—¿Que?, ¡No!
—Entonces como dices que te atrae este mundo.
Nos traen los tragos. Y me bebo el mío muy rápido.
—No es algo fácil de explicar—Mira sus manos—Pero podría demostrartelo.
—¿Demostrarmelo?—Digo con una ceja enarcada y él asiente.
—Si te dejas llevar—Acerca su cara para darme un beso—Lo pasarás muy bien Shar —Su lengua recorre mi labio inferior—Solo permíteme mostrarte.
Cierro los ojos a la espera del beso que nunca llega. Por qué al abrir los ojos, Kein está mirándome con una sonrisa.
Suspiro.
—Okey, muéstrame.
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Nerio Pockerman. [Libro II].
Teen FictionSeductor. Amo. ¿Misterioso? Mmm me suena a: -Bienvenido señor Pockerman.