Capitulo 16.

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La amenaza de Daniella a estado en mi cabeza por días, pero no pienso esperar a que haga algo para dejarme mal con Geibth.
Así que he decidido buscar un alquiler.

Sharoon camina a mi lado agotada.

—¿Estás seguro que no quieres quedarte en mi casa?—Dice mientras bebe agua.

—No, es hora de que sea independiente y viva solo.

—Nerio sabes que puedes contar conmigo. Si necesitas a dónde ir...

—Ya te lo dije Sharoon, no voy a vivir contigo y tú novio.

— Él no se molestará—Dice deteniendome por el brazo—Nerio eres mi hermano, y yo quiero ayudarte.

Cierro los ojos.

—Tengo ahorros Shar—Digo para que esté tranquila—puedo costearme un lugar donde estar mientras busco un nuevo trabajo.

—¡¿Te han despedido?!

—No—Niego divertido—Pero no pienso trabajar para Geibth toda mi vida—Le agarró la mano para reanudar el paso—Yo nací para más. Para liderar.

—Okey hablas como un presidente.

—Pondría serlo—Muevo mis hombros divertidos.

—De verdad Nerio—Habla—Si necesitas un préstamo.

—¡Si!

—¡Hasta que lo admites!—Me pega en el hombro.

—No Sharoon—Le volteó la cabeza para que mire el lugar—Es ahí.

Caminamos dentro.

Un pequeño piso está ante nosotros parece un poco sucio, pero es suficiente. Hay un techo al menos.

Sonrío emocionado.

—Es perfecto.

Ella hace una mueca.

—Es pequeño.

—Si, pero se amolda a mi presupuesto y eso es lo que cuenta, a demás queda justo en el centro de la ciudad, y a un par de cuadras quedan los clubes y bares, ¡Es la pura perfección!

Ella ríe al ver mi emoción.

—¿Te gusta?

—Me encanta Shar, por fin algo que podrá ser mío.

Ella asiente.

Entra una mujer mayor y me da las pautas.

—¿No vende el piso?—Pregunta Sharoon al terminar el recorrido.

—Oh no—Dice la mujer—Es un regalo de mi nieto no pondría venderlo.

Firmo el contrato de alquiler y me entrega las llaves.

—Una cueva de soltero—Agrega la mujer divertida antes de salir.

Sharoon a traído ropa de cambio y nos ponemos a limpiar.

Horas después después de dejar todo muy limpio ella se despide y yo miro a mi alrededor.
Sonrío por el gran paso que acabo de dar y cierro la puerta.

Estoy esperando el autobús para volver a casa de Geibth cuando tocan mi hombro.

Me volteo y puedo ver a Patricia.

—Hola Nerio—Dice—¿Que haces por aquí?

—Estaba resolviendo un asunto—Le sonrío—¿Y tú? Que haces sola tan tarde.

—Iba—Se acerca a mi oído—Al club.

—Oh—Digo y ella asiente—¿Quieres que te acompañe?

Sus mejillas se sonrojan y la veo asentir lentamente.

Comienza a caminar así que la sigo, tomamos un taxi que nos deja en la misma puerta metálica de la otra vez.

El hombre al ver a Patri nos deja entrar.

—Que bueno verte de nuevo Patri— La mujer de la recepción nos entrega dos brazaletes y entramos.

Al sumergirnos los gemidos no se hacen esperar, ella me toma de la mano y me arrastra a una sala la cual me sorprende.

Vitrales con escenas subidas de tono mi rondean.

Ella se voltea y me dice.

—Quiero que me lo hagas ahí amo.

Abro mis ojos sorprendido.

¿Me llamo amo?

—Quieres que todos nos vean.

Asiente y yo trago saliva.

Se pone de puntillas para llegar a mi rostro.

—Pero no solo tu—Su aliento golpea mis labios—Deseo que me compartas, si así lo quiere usted tambien amo.

Miro a mi alrededor sin saber que responder.

Nerio Pockerman. [Libro II].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora