Estoy limpiando mis botas cuando escucho a mi tía toser, ella no trabajo hoy ya que tiene mucha fiebre.
Neyl no le habla y eso la tiene un poco desanimada, camino hasta el viejo sillón donde está arrecostada y me arrodilló.
—¿Necesitas algo?—Le pregunto mientras la veo encender el cigarrillo que lleva a su boca.
—Necesito que cuides a mi hijo Nerio—Le da una calada— Hace un par de días me escape con Alisha al médico—Mira al otro lado—Al parecer mis pulmones no son como hace unos años.
—¡Porsupuesto que no!—Trato de arrebatarle el cigarrillo pero lo impide—Tu-tu no puedes dejarnos—La voz se me quiebra y masajeo sus rodillas—Mamá, no está, eres lo único que nos queda.
Una lágrima rueda por su mejilla.
—Quisiera haberles dado más—Dice—Pero que les puede ofrecer una ramera—Rie irónicamente—Prometeme, que cuidaras de Neyl.
—No—Niego con la cabeza—Tu, no te irás—Trato de quitárselo nuevamente—Tu estarás bien, tía tu no nos dejarás.
Ella me toma de los hombros.
—Prometelo Nerio.
La miro a los ojos.
—Lo prometo.
—No puedo creer que me ocultes algo así—Neyl entra a nuestro campo de visión—¿Que más quieres ocultarme he Noris?
—Neyl...
—Yo no necesito que me cuiden, ¡Ya no soy un niño¡—Grita.
—¡Justo ahora te compartas como uno!—Hablo en el mismo tono.
—No seas ridículo Nerio—Rie con ironía—¿Me vas a cuidar tu?, Tu que no pudiste cuidar a tu propia madre.
Me levanto y camino hacia el.
—No la cuide, por qué tan solo era un niño, agradece que aún tienes la tuya aquí, por qué cuando ya no esté—Traga saliva cuando lo agarro de la camiseta—Vas a querer valorar estos jodidos momentos, así que deja de comportarte como una nenita, ponte los pantalones hombrecito y busquemos la forma de conseguirle medicinas
Me sostiene la mirada antes de con sus manos quitar las mías de su camisa.
—Yo haré lo que tú nunca pudiste.
Me dice dándose vuelta para salir.
Noris solo lo observa mientras niega con la cabeza.
—Se necesitan, ambos, más de lo que creen.
Camino afuera con la cólera gobernando en mi sistema.
Veo a Neyl hablando con Mckenzie, y este asiente antes de llevarlo por un pasillo.
Los sigo en silencio y veo como Mckenzie toma su celular. Hace unas llamadas y Neyl se mete en unos de los privados.
Camino y abro la puerta.
—¿Que carajos haces?—Digo cerrándola.
—Trabajo—Se quita la camisa.
—No—Camino hacia él y trato de ponérsela—Buscaremos otra forma.
—¿Como?—Dice con molestia—Esas medicinas no se pagarán con tan solo pararse en la puerta Nerio.
—Podrías—Me arrepiento de lo que voy a decir.
—¿Que?
—Pondrías llamar a tu padre.
—¡No!—Repudia la idea— Tu viste a ese señor, es un patán.
—¡Él nos ayudaría!
—¡No le pediré ayuda a ese ser!
Niego con la cabeza mientras rasco mi barbilla.
—Esto no es un juego Neyl.
—Nunca dije que lo fuera—Habla despacio—Ahora sal, pronto llegará una clienta y no creo que quieras tener un trío.
Niego con la cabeza antes de salir. Y camino a dónde Mckenzie.
—Es solo un niño.
—Te equivocas, pronto será mayor de edad—Responde sin importancia.
—Si, ¡el año que viene!
—Oh mira, no lo aparenta.
—¡Es prostitución infantil!
—No, si la policía no se entera.
Rasco mi cabello.
—Ponme a mi—Digo—Yo lo haré.
Suena su lengua mientras niega con la cabeza.
—Lo quieren a él.
—¿Pero quién?
—Espera y verás.
Sonríe y yo ruedo mis ojos, como odio esto.
Estoy mirando el bote de lapiceros cuando.
—Yo tambien quiero trabajo.
Alza su ceja.
—¿Que?
—Ya no quiero ser portero, quiero algo más emocionante.
— Nerio, Nerio—Rasca su barbilla.
—Los dos sabemos que no eres solo proxeneta.
—Tu no sabes nada—Me mira con severidad.
—Por favor Mc, necesito el dinero—Digo en súplica.
—Te espero a la media noche en la puerta.
Asiento con la cabeza y salgo. Al salir hay tensión en el ambiente, las chicas están en filas mientras que dos hombres altos y apuestos entran, cadenas alrededor de sus cuellos y mirada en el suelo.
Una mujer pelirroja y sus dos hijas caminan adentro.
Madame Sinmonet.
Mira a todas las chicas y sonríe.
—Que hermosas y sensuales se ven todas hoy.
Dice mientras camina.
—Más tu Carlis—Se le acerca estampandole un beso en los labios.
Sharoon me sonríe desde lejos mientras que su hermana mayor Shamira mira a todas con altivez.
—Shami, en el privado espera tu regalo.
Le dice como si fuera una golosina, y dejo claro que a ella siempre le ha gustado Neyl, no me sorprende que ella sea su primera clienta.
Pasa por mi lado.
—Como quería que tú fueras el primero—Susurra al terminar de pasar.
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Nerio Pockerman. [Libro II].
Teen FictionSeductor. Amo. ¿Misterioso? Mmm me suena a: -Bienvenido señor Pockerman.