Capitulo 10.

106 19 1
                                    

Mis ojos viajan a todos los lugares posibles.

Grupos de personas tocándose. Lamiendo, disfrutando.

Ella me mira con cara de horror al ver que no digo nada, mi expresión sería le aterra.

Mis ojos recaen en ella que ahora sus hombros suben y bajan al respirar.

—¿Te gusta tener sexo con múltiples personas?

Asiente.

—¿Y quieres que lo haga?—Digo.

—¡No!—Rasca su cabeza—Bueno si, creí que... Deberíamos irnos.

Miro de nuevo el interior.

—Puedo intentarlo—Digo caminando adentro.

Ella me sigue con una sonrisa de satisfacción.

—Solo que aquí no— Se posciona delante. La sigo hasta un cuarto—Espera.

Duro unos minutos solo mirando mi alrededor.

¿Que estoy haciendo?

Las manos me tiemblan mientras que trato de calmar los nervios de mi barriga.

Se abre la puerta de nuevo y Daniella entras con una chica rubia delgada. La mirada de esta en fija en el suelo.

—Patricia-Daniella habla—Presentate ante Nerio.

Patricia camina a zancadas tímidas hasta mí, toma mi cara con ambas manos y estampa sus labios contra los míos.

—Es un placer señor—Dice al despegarse y dar un paso atrás.

—Ella es mi esclava—Dani sonrie—Y puedes usarla, por qué ella también lo quiere ¿Cierto Patri?

—Si señora—Mira el suelo.

—¿Que es esto Daniella?—Digo mirandolas a ambas.

—Son clases para que seas Amo—Dice con simpleza-Te gusta poseer, se te nota—Relame sus labios—Y ella es una perfecta sumisa para empezar.

— ¿Ella está de acuerdo?—Esto es algo muy nuevo para mi.

—Todo lo que mi dueña Daniella quiera hacer conmigo tiene mi consentimiento, puede usarme y compartirme como quiera—La chica contesta aún si verme la cara.

—Muy obediente Patri—Se le acerca dándole un gran beso en los labios, la chica se emociona, pero se recompone rápido.

Daniella camina a una silla y cruza sus piernas.

—Patricia, de rodillas.

La chica se arrodilla rápidamente poniendo sus manos sobre ellas.

Nos mira a ambos desde abajo, con expresión sería la miro y puedo ver cómo se ruboza antes de morder el labio.

—No muerdas tu labio—Le digo y lo suelta rápidamente.

—Lo siento señor.

Miro a Daniella quien me da sus dos pulgares arriba y desabrocha un botón de su camisa.

—¿Que debo hacer?—Le pregunto.

—Lo que quieras—Se encoge de hombros—Su cuerpo te pertenece en este momento.

—¿Estas de acuerdo Patricia?—Le digo.

Y ella asiente.

Daniella me pasa una varita de madera.

—Patricia ponte en cuatro sobre la cama—Le ordena.

La chica se levanta sin chistar, se quita la bata de ceda quedando en una lencería muy diminuta.
Mis ojos pasan por ella cortando su respiración, Daniella enarca su ceja.

—¿Te gusta lo que ves?—Pregunta.

—Si.

—Bien, ahora hazla tu sumisa.

La chica se coloca en la posición dicha.
Paso la varita con suavidad por sus costillas, siento como su respiración se corta a medida que la voy tocando..

—Un azote—Me ordena Dani.

—¿Tengo que golpearla?—La miro.

—Eso le gusta—Se saborea los labios—Se exita.

—¿Eso es verdad Patri?—Le susurro en el oído ella asiente con rapidez.—¿Quiere que haga esto?

Doy un pequeño azote que hace que la chica se le corte la respiración.

Daniella ríe y yo tomo mas fuerte la vara.

—¿Te gusto?

—Solo si usted me permite que me guste señor.

—Quiero que me digas que te gusta—Le digo.

—Todo lo que a usted le guste—Contesta con timidez.

Miro a Dani quien asiente con la cabeza.
Otro azote y escucho un pequeño gemido.

—Dime que te gusta.

—Lo que a uste...

Otro azote un poco más fuerte que la hace gritar y curvar los dedos de sus pies.

—Quiero oírlo Patri.

—Todo lo que a ust...

Otro azote.

—Joder—Gime.

—Quiero saber.

Otro azote.

—¡Tocarme!—Suelta en un arrebato—Me gusta que me miren, me gusta usted señor.

Veo como Daniella se levanta de la silla y me quita la varita.

—¿Te gusta otro que no sea tu Amo?—Le da una nalgada y la chica gime.

—No quise decir eso...

Daniella le da otra nalgada y me interpongo cuando veo que dara otra.

La piel roja de la chica aclama clemencia.

—¡Quitate Nerio!—Me dice.

—¡Dejala—Le digo.

—Son tres azotes más por esa confesión—Me mira directamente a los ojos.

—Damelos a mi—Digo quitándome la camisa.

—¿Que?

—Los recibiré por ella.

Me arrodilló. Daniella sonríe y veo como la varita toma impulso.

—Un dominante nunca haría esto.

Suelta el primer azote.

—Te falta malicia—Da el segundo haciendo que mi piel quedé picando—Y estoy dispuesta a hacer corrumpirte.

Suelta el último.

Besa mi cuello cuando termina. La piel me pica.

Pasa por mi lado, toma a Patri del cabello uniendo sus labios.

—Nerio a la silla—Me dice.

—Te daré la bienvenida al Blizz—Se quita la camisa—Disfruta del espectáculo.

Dice abriendo las piernas de la chica y quitando la tanga.

Puedo ver como le da un oral, mientras yo saboreo el fino Whisky en mi paladar.

Nerio Pockerman. [Libro II].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora