Capitulo 39.

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Lieth niega frenéticamente.

—No, no—Le devuelve las llaves a Neyl—Esto es demasiado.

—Aceptalas—Dice Amanda al lado de su esposo.

Ella tapa su boca, aguantando las lágrimas.

—No es como si te estuvieramos regalando el penthouse, tómalo como si solo... Lo cuidaras.—Neyl habla relajado—No podemos dejar que sigas viviendo en ese lugar y menos con esa persona abusiva, como tú arrendador.

—Que no la molestara nunca más—Le guiño el ojo a Neyl quien sonríe divertido.

Después de ver lo que Omar le había echo a Lieth no podía permitir que ella se siguiera quedando ahí, así que llame a Neyl y le pedí el favor que le prestará el antiguo penthouse que era de su padre, el cual él accedió sin problema ya que lleva varios años vacío.

—No sé cómo agradecer esto que están haciendo por mi—Sonrie y mi pecho siente una presión—Gracias.

Amanda y Neyl se despiden luego de darle la llave otra vez.

—Esto es enorme—Sonrio viendola caminar de aquí a allá curioseando todo.

El ascensor se abre y los tacones de Shar resuenan al acercarse.

—Esos muebles déjenlo por ahí—Le indica a lo trabajadores que vienen detrás de ella—Esa cama subanla a la habitación principal.

Estoy arrecostado en la barra.

—Espero tener esto listo para cuando ella venga—Dice cuando me ve.

—Muy tarde—Hago una mueca.

—¿Cómo así?—Interroga.

Señalo para que vea a Lieth mirando por el balcón, maravillada por la vista.

—Tenias que traerla cuando todo estuviera listo.

Me golpea el hombro y ruedo los ojos. Lieth nota que no estamos solos y vuelve al interior, se acerca a nosotras con timidez, Shar la mira intimidante.

Algo típico de ella ahora, ya que es Dominatriz.

—Hola—Shar es la primera en hablar.

—Hola—Lieth no puede sostenerle la mirada.

—Ella es Sharoon, es como una hermana para mi—Digo ganándola la atención de Lieth—Y ella es la nueva dueña temporal del penthouse.

Lieth asiente.

—¿Te gusta el color de los muebles que elegí?

Ambas miran los muebles color ocre de cuero.

—Están hermosos—Dice con una sonrisa—Pero la verdad no creo que combine con el blanco y negro de las paredes.

—Es lo que dije—Shar dice sonriendo y suavizando su presencia imponente que ha desarrollado.

Ambas se van a la sala principal, dejándome solo.

                             ™

Las piernas de Lieth se abren para mí.

Dejándome ver la humedad que hay en medio de ellas, su mirada llena de lujuria no me deja razonar, muerde su labio mientras que toca su pezón, dandole apretones a su punto débil. Quiero acercarme pero no puedo, me siento atado a algo pero no se que es. Ella lleva su mano lentamente a su vagina sin despegar sus ojos de los míos.

—¿Quieres que me toque?

Asiento tragando fuerte.

Ella comienza a hacer círculos y puedo ver cómo su boca se entreabre.

—¿Asi?—Habla entre jadeos y vuelvo a asentir.

Lleva su mano a su boca y lame sus fluidos, luego su lengua recoge lo que quedó en su labio.

Lleva su mano de nuevo a su feminidad y masajea su clítoris a su gusto, pará repentinamente y veo como introduce lentamente unos de sus dedos, arqueando su espalda, lo saca y un gemido hace que quiera acercarme nuevamente pero no puedo. Baja su otra mano y comienza a tocarse el clítoris mientras con la otra se penetra una y otra vez, sus gemidos se intensifican y sus movimientos son torpes.

Saca sus dedos y los lleva a su boca mientras que con su otra mano hace círculos desesperada.

—¡Ah Nerio!

Me levanto con la frente empapada de sudor, mi pecho sube y baja mientras que la erección en mi pijama duele de mil demonios.

Me levanto y camino al baño, tengo que orinar, pero mi pene está tan duro que duele.

Luego me quito la ropa y abro la regadera, el agua cae fría cae por mi cuerpo, llevo mi mano hacia mi falo y comienzo a moverla, de alguna forma tengo que quitar la tension.

Me siento como un crio al hacer esto.

Después de solucionar aquel problemita, miro mi celular y sonrío al ver el último mensaje recibido:

Lieth: Imagino que ya debes estar dormido, solo quiero que sepas que mañana tengo el día libre, por si quieres venir a pasar el rato;).

Nerio Pockerman. [Libro II].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora