Capitulo 45.

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Estamos en el parque y miramos a los niños jugar, los ojos de Lieth están iluminados mientras observa a una niña en los columpios.

—No puedo esperar para ver al nuestro jugar igual—Comento y veo como su espalda se endereza.

Apreta los labios y me da una mirada que indica, que no dará una buena noticia.

—Yo...—Dice pero se corta al instante vuelve a mirar a los niños—Hace unos años perdí un bebé—Su voz se quiebra—Fue muy difícil llegar a ese estado ya que unas de mis trompas no funciona Nerio. Tenía unas semanas para dar a luz, mi esposo—Rie sin gracia—Estaba muy feliz, una noche me dieron contracciones  y dije: Ya es hora.

Respira hondo.

—Ella nacio sin vida.

Aprieto los labios, ha pasado por tanto en tan poco tiempo, no es... Justo.

Limpia las pocas lágrimas que cayeron por sus mejillas.

—No creo que pueda quedar embarazada de nuevo, el doctor dijo que era un milagro que lo estuviera.

No sé que decir, ella no me mira.

—No me extraña si me quisieras dejar ahora, soy... Defectuosa.

¿Que?

Tomo su cara entre mis mano y hago que me mire.

—No vuelvas hablar de ti, de esa forma.

—Nerio...

—No, eres la mujer mas hermosa que he visto, tanto por dentro como por fuera Lieth. Joder te quiero y no te dejaría por una dificultad. Lo... Lo resolveremos.

Ella ríe irónica.

—¿Como harás? ¿Me mandaras a volver a nacer o que?

—No, adoptaremos.

Ella abre mucho los ojos.

—Eso. Es... Es muy pronto.

Asiento.

Que estupidez acabo de decir. Suelto su cara avergonzado.

—Lo siento, yo, no estaba pensando en lo que decía.

—Es una locura—Habla ella y la miro—Pero...

—¿Pero?

—Me encanta—Sonrie.

Frunzo el ceño y pongo mis manos como jarra.

—¿Que?

—Es descabellado, lo sé—Continua—Pero, no sabes cuánto me muero por ser mamá, y cada vez que veo a Am y Neyl con la pequeña Natalie, no sabes la envidia que me da—Rie— En el buen sentido.

Parpadeo y ella muerde su labio nerviosa. Luego una sonrisa malvada se forma en su rostro y hace que mi ceño se hunda más.

Veo como lleva una de sus rodillas al suelo y las personas se nos quedan mirando.

—Se que fue tu idea—Habla—Pero me ha echo mucha ilusión, por favor Nerio. ¿Adoptarias un niño conmigo?

Sonrío.

—Iba a decir que si antes de que te arrodillaras—Digo ella abre la boca indignada.

—Eres cruel.

—Callate y besame futura madre.

Se levanta emocionada y junta sus labios con los míos.

Nerio Pockerman. [Libro II].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora