Capitulo 26.

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Neyl.

Sostengo el celular en mi oreja y siento como cada vez más mis manos se vuelven puños.

—Lo encontré tirado en el suelo Neyl— Shar solloza—¿Quien carajos le haría algo así a Nerio?

Competencia.

En el mundo de los negocios todo es una maldita competencia, quien tiene más ganancias o  quién posiciona  en primer lugar. Y por lo que estaba informado, el club de Nerio era el mejor hasta el momento.

Con tan solo pocos días de abrir y ya estaba en boca de todos los amantes de la morbosidad.

Acomodo mi abrigo mientras sigo escuchando lo que dicen al otro lado.

Siento mi sangre calentarse, ya que se que Nerio nunca haría una cosa asi y menos por dinero, me parece que quien hizo esto es la persona más ruin y asquerosa que puede existir.

—Tranquila Shar, yo me encargo—Digo sosteniendo el puente de mi nariz—Los gastos de la clínica ya están pagos y en cuanto se despierte, dile que quiero hablar con él.

—Es muy lindo que te preocupes por el Neyl—Le escucho decir y ruedo mis ojos.

—Es mi familia ¿Por quién se supone que deba preoparme?

—Ojala me mires con ojos de familia a mi también—Dice en broma y sonrío aunque ella no pueda verme.

Claro que veo a Sharoon como familia, después de todo siempre estuvo ahí para los desatrosos Pockerman's ¿No?

—No seas odiosa—Digo en tono de fastidio aunque aún sonrío.

—Vale, te dejo.

—Esta bien.

Guardo mi celular en el bolsillo y salgo al corredor, donde una avasalladora masa de personas se posan en mi campo de visión. Ruedo los ojos antes de mezclarme en la multitud.

Cómo puedo me las ingenio para salir de la universidad y llegó a mi lugar favorito de esta deprimente ciudad.

—Neyl—La voz dulce saborea mi nombre.

—Hola—Sonrio.

—Crei que no volverías por aquí.

—Sabes que me gusta venir a ver cómo estás Alisha—Asiente con la cabeza—¿Te tratan bien?

Se encoge de hombros.

Encontré a Alisha hace una semana, me sorprendió mucho pero me dió ¿Alegría?

No sé si sería la palabra de que usaría, pero en fin, fue bueno encontrar alguien y no estar sola en este lugar.
Me contó que había conseguido escaparse de sus proxenetas. Al parecer Madame Sinmonet la vendió, hace unos días los hombres vinieron a buscarla y les pague para que la dejaran en paz.

Ella dijo estar eternamente agradecida.

—¿Y esa cara?—Habla mientras lava su ropa a mano.

—Quiero pedirte un favor—Hago una mueca—Pero creo que no te gustará.

Alza su cara para mirarme y creo que logra leer lo que voy a decir por qué empieza a negar con la cabeza.

—No volveré a ese asqueroso lugar.

—Solo necesito tener un contacto—Digo serio.

—¿Por que querrías tener amistades de esa clase?—Se molesta—Они очень опасные люди, Нейл.

[Son personas muy peligrosas Neyl.]

—Lo sé—La miro fijamente a los ojos.

Ella resopla.

—Dejame cambiarme, pero tienes que contarme que pasa.

                                         ™

—¿Y Nerio está bien?—Cuestiona Alisha preocupada.

—Por lo que me ha dicho el novio de Sharoon, ya ha despertado.

Asiente pensativa.

—¿Y que planeas hacer?

—¿No es obvio?

—Sabes ¿Que podrían matarlo? estás personas no son como Mc que solo da palizas.

—¿Y eso que me interesa? Él casi mata a Nerio.

—Tus manos se mancharan—Dice y hace que la mire a los ojos—No, esto no va a suceder. Tu madre no me perdonaría si te dejará hacer eso.

—Ella ya no está viva—Digo con sequía subiendo al auto.

Alisha me sigue en silencio y nos dirigimos al sitio que ella indica.
Al llegar el olor a mierda y orina se hace insoportable, arrugo mi cara en gesto de asco, camino por el callejón atrayendo la mirada de indigentes y borrachos del lugar, camino despreocupado hasta llegar al sucio burdel al final del callejón. Nos dan paso y los gemidos no tardan en llegar.

—¿Ya te cansaste de esta ramera?—Él hombre al que le pagué habla con una sonrisa mostrando sus asquerosos dientes podridos.

—¿Y tu te casantes de la pasta dental? No estoy para tus estupideces—Hablo serio—Llama a Pather—Digo el nombre que Alisha me dijo de camino acá.

Él hombre me mira mal antes de pasar por mi lado, se acerca a Alisha e intenta besarla, pero halo el brazo de ella antes de que sus labios toquen su mejilla.

Luego de un rato nos dicen que pasemos a la última habitación.
Un hombre moreno y con muchas cadenas nos recibe, está sentado en un viejo mueble desgastado y una mesa de madera está frente a él, una chica está sentada sobre ella y sus grandes tetas están a vista.

Trato de ignorar la obscena imagen que nos acaban de mostrar.
Él alza la mirada y me mira serio.

—¿Eres quien me busca?

—¿Eres Pather?

—Si—

—Entonces si.

—No tengo tiempo  para niñerias, y tampoco te dejare pagarle a ninguna de mis chicas. No queremos una denuncia por pedofilia.

Rie de su propio chiste de mierda.

Estoy apunto de hablar pero Alisha habla, dándole todo los detalles de por los que estoy aquí.

—¿El negocio de mi vida?—Suelta una ronca carcajada—¿Un mocoso me dará el negocio de mi vida?

—Este mocoso te pagará mejor que lo ganas en un año por vender prostitutas.

Su sonrisa se borra y cruza sus dedos sobre la mesa.

—¿Solo asustarlo?

—Si—Alisha habla antes que yo.

Una sonrisa torcida se pone en sus labios.

—Diez mil.

—Es asustar a alguien nulo—Se queja Alisha a mi lado—No matar  a la reina de Inglaterra.

—Tengo que viajar hasta allá preciosa—Habla dándole palmadas en la pierna a la chica para que salga—Y pagarle alguien para que cuide a mis niñas...

—Diez mil está bien—Digo interrumpiendo su discurso.

—Trato.







Nerio Pockerman. [Libro II].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora