Cap 9: Relaciones

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Luz

Estaba harta de probarme tantos estúpidos vestidos. – En definitiva, usted es el tipo de Miss Amity... - El tal Peter, alias Sebastián, comento cuando me puse delante del espejo con ahora un vestido blanco escotado. – Ah, discúlpeme.

Nos encontrábamos en una tienda de ropa de gala que se podía rentar/vender. - ¿Por qué lo dices? – Los encargados de la tienda checaron mis medidas y el como el vestido encajaba con mi cuerpo y rostro y se fueron a buscar otro más indicado.

No era que no me gustaban los vestidos, más bien, detestaba que decidieran por mí. - Bueno... - Me le quede viendo. – A Miss Amity siempre le han gustado las personas especiales... – Me confundí. – Más bien, siempre le han gustado las personas como usted, señorita Noceda. – Los vendedores llegaron con otro vestido, esta vez algo corto del largo, pero negro y sin mangas.

Me empujaron al probador y pusieron la cortina. - ¿Cómo yo? – Pregunte.

- Tal vez me equivoque, pero... - Me mire en el espejo del probador una vez me había quitado el vestido blanco y estaba en ropa interior. – "Puras", en cierto sentido... - ¿Le gustaba a Amity porque era virgen? Nah, ella dijo que no se acostaba con las de mi tipo, pero... ¿Esa noche fue por su trabajo o ella en serio le importo poco el que fuera inexperta? ¿Por qué razón follo conmigo esa noche? Aunque yo fui la parte activa, no sé si contara eso. – Y también que la hagan sentir bien. - ¿Sentir bien? ¿De qué manera? – Debo de admitir que Miss Amity no se abre fácilmente con nadie, siempre ha sido así, estoy seguro de que es debido a la clase de familiares que tiene... - ¿Por qué me decía eso? – En lo que llevo trabajando para el clan Blight solo han existidos dos personas, en especial un chico, que ha logrado romper la barrera de Miss Amity... - ¿Un chico? ¿Quién era él? ¿En qué sentido rompió la "barrera" de Amity? – Por favor, sea la siguiente. – No entendí porque quería que yo hiciera eso.

- ¿De qué hablas, Sebastián?

- Quiero que Miss Amity sea feliz y que alguien comparta esa felicidad con ella... - Respondió él serenamente. – No es una mala chica, solo ha tenido malas experiencias, y, creo que, como cualquiera como ella, merece encontrar a alguien que la ame. – Yo no sabía si amaba a Amity, digo, amar era muy diferente de gustar, amar sonaba algo más... Serio. – Por eso le pido, que si usted puede ser alguien que la ame y ella ame, por favor, séalo. – Peter, alias Sebastián, en serio parecía tenerle cariño a Amity, creo que su familia siempre había servido a su clan por años en diferentes sectores, así que creo que cuando él acabo sus estudios empezó a cuidar de una Amity de 8 años.

Aun así, no quería darle falsas esperanzas al pobre de Sebastián, digo, no me gustaba encariñarme porque sabía que las cosas no eran para siempre, pero le estaba dando una oportunidad a lo que sentía por Amity, pero tampoco sabía que ocurriría en el futuro, pues este era incierto. - ¿Dónde... - Se sentía cálido, pero no podía moverme. - ¿Eh? – Voltee para atrás y a mi lado estaba Amity abrazándome por la cintura. – Pero... - Y ambas estábamos desnudas mientras una sábana nos cubría, los rayos del sol se metían por su balcón pues tenía ventanales y en el suelo estaba toda nuestra ropa esparcida. – Así que no fue un sueño. – Sentí mis mejillas calientes aun sonriendo. – Ma-Mas... - Imploraba mientras la tenía encima. – Po-Por fa...

Encima, desnuda y mostrándome ese cuerpo que me volvía loca. - ¿Quieres más? – Su cabello revoltoso y teñido me encantaba. - ¿Por qué no me das un poco de tu néctar? – Y sentí como lamia en mi entrepierna y succionaba seguido de meter sus dedos mientras que yo solo podía hacer esos sonidos vergonzosos y gemir su nombre. - ¿Qué te gusta más, Luz? ¿Mis dedos o mi lengua? – Y tener su cabeza entre mis piernas, nuestros cuerpos sudorosos y viendo esos ojos dorados oscuros por el deseo solo me excitaba más y más... Era algo nuevo, jamás me había sentido así. – Oh, Luz, en serio te estas corriendo demasiado... - Su voz ronca y su respirar cerca de ahí solo empeoraba. – Es encantador, maravilloso, diría yo. – No sentí dolor en ningún momento, más bien confusión y rareza en todo mi cuerpo, pues incluso sentía músculos y partes que jamás había sentido.

ADDICTED TO YOU (LUMITY)(THE OWL HOUSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora