Amity
Cuando me gustaba alguien, cuando en verdad me gustaba alguien, mejor dicho... Lo quería solo para mí.
Podía sonar algo posesivo y/o egoísta, pero no me importaba lo que fuera.
Cuando en verdad querías algo no te importa nada, ya que el amor es así; es egoísta, posesivo, manipulador, te hace odiarte, odiar a todos y mucha más mierda que eso, en fin, el amor era un montón de cosas, decían que por ahí que el amor es una de las cosas más oscuras del ser humano. – ¡Cierra la maldita boca! – Me abofeteo y me sometió contra la cama. - ¡Dices una palabra más y te mato! ¡¿Lo entiendes?! – O, más bien, ese "amor" fue, específicamente eso, oscuro. – Así me gusta, que obedezcas, linda.
Pero también, entre tanta cosa mala, el amor también podía brindarte paz, pues el amor se presenta en distintas maneras. - ¿Pintando de nuevo, cariño? – Asentí a papi quien había entrado a mi habitación mientras aun veía con cuidado mi lienzo posado en el caballete. - ¿Qué pintas?
- Te pinto a ti, papá... - Él se sorprendió en cuanto vio el lienzo, pero luego sonrió. - ¿No te gusta? ¿Hice algún trazo mal? – Me gustaba cada que él sonreía. - ¿Hice tu barba más pequeña de lo que es?
- No, solamente estoy asombrado de lo realista que se ve. – Todos decían eso, que mis dibujos y pinturas eran tan realistas como si de una foto se tratara. - ¿Te gusta el arte, Amity? – Me pregunto curioso. - ¿Te interesa?
Me encogí de hombros. - No es que me interese, es solo que... - Deje la paleta con las pinturas y el pincel. – Cada que lo hago simplemente dejo de pensar en todo. – El me abrazo por atrás, rodeándome con sus brazos y haciéndome sentir calor. – No me gusta pensar en muchas cosas, papá... – El me acaricio el cabello. – Lo detesto.
- Lo sé, pero así funciona tu cerebro, princesa. – Odiaba mi cerebro, más bien, odiaba cómo funcionaba. – Pero si el arte te tranquiliza y te hace sentir mejor, entonces supongo que deberías de seguir haciéndolo. – Había comenzado a vivir nuevamente, después de tanto tiempo, con mis padres y las caras de espejo después de darme de alta en el hospital Mercy y después de lo que "ocurrió" en The Owl Club, fue la decisión tomada mayormente por ellos, pero... Creo que también solo quería algo de cariño fraternal y no preocuparlos tanto también.
Cierto día mientras leía en el patio trasero se escucharon gritos desde la sala de estar, vi que rápidamente todos fueron a ver que ocurría, mientras que yo tome mis muletas en cuanto escuche más gritos provenientes de ahí. - ¡¿Cómo te atreves?! – Padre y Edric apartaron como pudieron a un hombre mayor de Emira.
En cuanto padre lo empujo, él pudo verme por una fracción de segundo el pasillo y... Oh no. - ¿Amity? – Mi respiración se detuvo. - ¿Qué haces ahí? – Y empezó a caminar hacia mí. - ¿Por qué te escondes? – Y me aparte. - ¿Por qué... ¿Quién te hizo eso? – Se refería a mis vendajes y mis gasas en los moretones más afectados. - ¿Quién fue?
- Amity... - Susurro Axal viéndome. – Nunca te quedes a solas con el abuelo. – Me prohibió mientras me enseñaba Algebra en el jardín. – Nunca, Amity.
- ¿Por qué? – Le pregunte confundida. - ¿Es porque el abuelo es malo? – Axal se exalto, pero pude ver que lucía asustado. - ¿Es por eso? – El asintió, pero tardo un poco. - ¿Por qué el abuelo es malo?
- Porque él... - Se lamio los labios. - El devora inocencia. – Y entonces cuando él estuvo a punto de estar junto a mi retrocedí. - ¡Amity!
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ADDICTED TO YOU (LUMITY)(THE OWL HOUSE)
Hayran KurguLuz Noceda es una de las mejores peleadoras del campus y alguien con problemas de conducta, por ende, nadie se mete con ella, pues de seguro terminaría en el hospital, pero aun así no ha tenido ninguna experiencia romántica y/o sexual a lo largo de...