Cap 22: "Ya no puedo con esto, ya no"

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Se sintió en el cielo cuando escucho esa voz tan gentil leerle su libro favorito por varios días. - "Eres el dueño de tu vida y tus emociones, nunca lo olvides. Para bien y para mal" ... - Se lo había estado leyendo desde hace algunos y ella, Amity, gustosa la escuchaba. - En serio, nadie creería que tú, la grandiosa Amity Blight, como te suelen llamar en Hexside, le gusta este libro. - Su risa era tan linda como la recordaba. - Es adorable viniendo de ti, linda. - Se esforzó en abrir sus ojos y sonreír. - Aunque, si te soy sincera, a mí me gustan más los cuentos infantiles, tu sabes, como los de princesas, magia, dragones o así. - Ver ese perfil moreno, su cabello suelto y sin ese gorro rojo, aun cuando sus mejillas tuvieran algunos raspones y unos curitas, junto con unas marcadas ojeras, no dejaría de verse maravillosa para los ojos brillantes. - Me pregunto ahora en que estás pensando. - Luz mantenía la vista en el libro pensando que Amity seguía durmiendo.

- En si estoy ahora mismo con algún ángel... - Murmuro Amity con la voz seca y vio como Luz se quedó estática. - Ahora todo es blanco, hasta mi ropa, así que supongo que estoy con mi ángel llamado Luz Noceda. - Luz negó varias veces, pensaba que tal vez ya escuchaba cosas a este punto de la situación, provocando que Amity riera. - ¿Puedes voltear a verme, cariño?

Luz obedeció y cuando se dio cuenta que esos ojos brillantes la veían, despiertos y conscientes, casi se caía de la silla. - ¡¿E-Estabas despierta?! - Exclamo y asusto a las enfermeras que pasaban por los pasillos, preguntándose qué sucedía. - ¡De-Debo de llamar al Doctor, a tu familia, a un cura o...! - Amity negó entre risas, pero Luz se puso de pie y, con el mayor esfuerzo del mundo, la de cabello teñido le sujeto de la mano antes de que se echara a correr, a pesar de que tenía el otro brazo en un cabestrillo. - ¿Amity? - Apretó su mano, su cálida piel. - ¿T-Te sientes bien? ¿Te duele algo? ¿Quieres una aspirina? ¿Un laxante? - Solo quería... - ¿Amity?

Solo quería amor, del de ella. - ¿Podrías... - Su voz era frágil y seca. - ¿Podrías acostarte conmigo? - Luz no supo cómo, pero Amity la había convencido y ahora ambas estaban en esa cama de hospital al lado de la otra. - Si, esto es mejor que una aspirina o un laxante. - Se frotaba con ella sin importarle que tuviera una intravenosa en su mano y el brazo enyesado. - Eres mi medicina... - No le mentía y Luz no sabía que decir al respecto, se limitaba a sonrojarse. - ¿Cómo podría saber si esto no es el cielo o una forma cruel en que mi subconsciente quiera que admita que estoy muerta? - Porque ahora mismo, el que estuvieran de nuevo juntas, aunque lastimadas, se sentía como si fuese el cielo o una forma cruel en que su subconsciente no quiso ser tan maldito con ella.

Había visto y vivido el mismo infierno, la perdición de cada ser vivo en esta tierra; ser despojada de su libertad y sintiéndose por más de 2 semanas un jodido juguete sexual, una jodida muñeca que no creía que aquella pesadilla haya acabado del todo. - Porque yo haría cualquier cosa para que vivieras, Amity. - Cualquier cosa, eso... Sonaba triste. - Porque yo no... - Luz empezó a sollozar y Amity, quien se refugiaba en su pecho, lo noto, pero no hizo nada. - Porque yo no querría que me abandonaras. - La abrazo por la cintura con delicadeza. - Porque yo no querría perderte... - Cielos, estaba más delgada de lo que ya era en septiembre, estaba casi esquelética. - Así de simple. - Amity recordó que solo las palabras de su chica de letras le podían llegar al corazón.

No por nada recordaba el poema que le había hecho para ella con tanto fervor. - Yo... Yo en serio lo... - Amity fue interrumpida.

Pues su familia había entrado a la habitación con globos, flores y peluches, más bien, su padre y hermano eran quienes traían eso. - Luz, venimos para que pudieras... - La sorpresa que se llevaron los 4 al ver a Amity despierta y consciente fue más que porque ambas chicas estaban en la misma cama. - E-Ella esta... Mi niña esta...

ADDICTED TO YOU (LUMITY)(THE OWL HOUSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora