IX. Un minuto de silencio por el muerto.

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—Pei Ming, ¿Besaste a mi San Lang? —Xie Lian le dirigió una mirada llena de seriedad, de esas que te dan las madres cuando te dicen "Dime que hiciste, no te voy a pegar"

Tráiganme presión, se me bajo la coca.

—¿A tu San Lang?

—Ge- —Hua Cheng trató de pararse y hablar pero He Xuan, al que le gusta ver el mundo arder, lo tomó del codo y lo sentó, poniendo una mano en su boca.

Pei Ming alcanzó a escuchar que He Xuan mascullaba por lo bajo algo como "Muerde todo lo que quieras, eso te pasa por no darme de comer"

—Amigo Pei —Xie Lian se acercó un paso, era mucho más bajo que Pei Ming pero se sintió intimidado.— ¿Besaste a mi San Lang?

Muchas alertas rojas y señales de peligro empezaron a sonar en la cabeza de Pei Ming y sus mini-Peis entraron en pánico gritando "vamos a morir" "vamos a morir", decidió ignorar su neuronas y mirar a Xie Lian.

Dicen que cuando estás frente a un peligro muy grande o actúas con valentía o con estupidez.

Decide lector, si lo que hizo Pei Ming fue de valientes o de idiotas.

Sonrió, dejó caer sus párpados con una mirada coqueta y soltó.

—¿Quién es tu San Lang? Yo solo le coqueteé a Hua Cheng.

Shi QingXuan, que seguía aferrado al brazo de Xie Lian pero esta vez deteniendolo, dejó escapar un sonido de sorpresa.

Xie Lian sufrió un pequeño tic en su ceja izquierda, cerró los ojos respiro hondo y cuando los volvió a abrir sus ojos destilaban vinagre.

Si me das un poco más de vinagre, hasta puedo hacer curtido.

—Amigo Pei —comenzó con suavidad— Haz besado a mi San Lang sin su consentimiento —Shi Qingxuan no pudo retener más a su amigo y lo soltó permitiendo que este caminara hasta estar frente a él.— Eso yo no lo puedo perdonar.

—¿Quién dice que él no lo quería? —preguntó desafiante.

Merezco un óscar.

Xie Lian se detuvo un segundo, sus cejas se fruncieron con disgusto y quizá un atisbo de tristeza, detrás de ellos un montón de sonidos ahogados salían de la boca tapada de Hua Cheng. Xie Lian volteó a ver a este, Hua Cheng dejó de gimotear y de morder a He Xuan le lanzó los ojitos de "Ayuda" más desesperantes que Pei Ming había visto en su vida.

Los dos compartieron una conversación silenciosa en cuestión de segundos y Xie Lian pareció llegar a una grave conclusión, grave para Pei Ming, puso un dedo acusador contra su pecho.

—Amigo Pei, San Lang no quiere tus besos... —sus labios se curvaron en una sonrisa espeluznante que envió malos presentimientos.

En ese momento, Pei Ming sintió el verdadero terror.

No te adelantes, ¿Miedo? Yo no lo conozco.

—Porque él ya me tiene a mí.

Hubo un jadeo colectivo ante la confesión, hasta el mismo Hua Cheng quedó de piedra al escuchar las palabras de su gege.

He Xuan por la sorpresa aflojó su mano mordisqueada y el balbuceo de Hua Cheng se escuchó.

—¿Emferio?

Bingo.

Pei Ming quería llorar de felicidad ante el éxito de su plan, por el rabillo de su ojos vió a las chicas intercambiar miradas emocionadas y señas para nada discretas.

Entonces como a él le gustaba añadir leña al fuego, no pudo evitar hacer una simple petición.

—Demuéstralo.

Xie Lian ni siquiera lo pensó dos veces antes de agarrar a un Hua Cheng flácido por el dobladillo de la camiseta y jalarlo hasta él para poder besarlo.

Hua Cheng quedó con los ojos abiertos mientras su boca era tomada por los labios de Xie Lian, sus manos se apretaron y se abrieron a sus lados varias veces, un segundo después su cerebro se fundió porque cerró los ojos y sus manos brazos a sus lados, dejándose llevar por el ritmo de su gege.

No fue un beso tierno, era uno feroz, demandante. Pei Ming no podía asociar esa pasión con el tierno HuaLian que había estado espiando por una semana, este beso era como un desborde de sus deseos. Estaban enamorados del otro, pero no se daban cuenta. 

Si Pei Ming no fuera su cupido ya los habría golpeado para que reaccionaran. Un cupido debía ser romántico, eso y que le daban miedo cuando se enojaban. 

Mientras todo ocurría el lugar estaba en completo silencio, algunos dejaron de comer a medio camino e incluso Pei Ming se quedó viendo toda la escena anotando mentalmente tlas reacciones de ambos chicos, todos estaban disfrutando el chisme, pero el gusto no les duró mucho.

Así de rápido como Xie Lian inició, lo termino, dejando a un mareado Hua Cheng caer sobre YinYu y He Xuan, quienes fueron aplastados por el saco de papas de 1.90 que respiraba con dificultad, llevándose una mano al pecho y con la otra pellizcando a He Xuan.

—¡Porque me pellizcas a mí!

—No estoy soñando —murmuró ido.

Xie Lian se enfrentó de nuevo a Pei Ming.

—Entonces Ming Guang —comentó, usando su nombre de usuario, detalle que le hacía saber a Pei Ming que Xie Lian le estaba recordando el accidente del armario, quizá una...¿amenaza implícita? era difícil pensar cuando se habían besado justo frente a sus narices y aún no se reponía del shock— ¿Quieres meterte de nuevo con MI San Lang? —enfatizó el "Mi".

Pei Ming abrió la boca. posiblemente para soltar otra estupidez que terminaría con la paciencia de Xie Lian, pero no tuvo oportunidad porque a sus lados aparecieron Pei Su y BanYue.

—Lian ge —Ban Yue lo llamó con apremio— disculpe a Pei gege, no sabe lo que hace—se rió con nervios.

—Sí, no ha tomado sus pastillas —su hermano lo tomó del brazo con fuerza— Me lo llevo.

¡NO!

¡Si Xie Lian me va a patear la cara acepto con gusto que lo haga!

¡Déjenme un ratito más porfaaaa!

Pei Ming no sentía aire en sus pulmones, estaba sofocado.

A él nunca lo habían besado así, mierda. Diría "beso de tres" si no fuera hetero.

—Pero yo... —Pei Su le tapó la boca, arrastrandolo con ayuda de BanYue. Xie Lian no le quitó la mirada de encima mientras se iban, no se veía feliz y menos creyendo que Pei Ming había besado a su San Lang.

Una promesa de muerte en ambos ojos oscuros y una expresión seria, contraria a la siempre amable.

¿No sienten calor? 


Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora