XXXVII. Dianxia tú que todo lo ves, cierra los ojos cuando leas esto.

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Adevertencia de contenido sexual algo explicito más adelante, si no les gusta pueden omitirlo!

Fue por culpa de una plática con las chicas, le habian preguntado a Pei Ming si prefería los shous o los gongs.

La respuesta correcta era que a ambos: su tipo de manera física eran por completo los shous, pero de manera emocional, amaba y anhelaba el trato que los gongs tenían con sus esposos.

Pero esa no era la respuesta a la pregunta que le habìan hecho, porque las chicas se referían a algo en especial, si es que los miles de fantars contrabandiados y apreciados del papapa en ese momento le indicaban algo.

Su respuesta fue fácil; shous. No dijo porque, pero sus ojos siempre se quedaron un segundo de más en las expresiones que los shous hacían, mirada perdida, boca abierta y claramente roja por los maltratos, cuellos pálidos marcados salvajemente con dientes, narices fruncidas, baba en sus mejillas, el cabello desmeinado o agarrado con firmeza por una mano más grande.

Era la cara de alguien bien jodido y Pei Ming, en secreto, se encontró fascinado. No solo por posiciones o situaciones que jamás imagino, había un deseo latente en su piel que le erizaba el cuerpo.

Supuso que era porque quería provocar esa cara en alguna chica, pero era una gran mentira, que comprobo al tener su rostro anhelante frente al espejo.

La mano que lo sosenía del cuello lo dejo libre y su rostro se choco contra la superficie reflejante, sus ojos estaban ligeramente rojos y casi podía ver los corazones como en aquellos mangas que NigYingYing leía, apenas pudo respirar y su aliento empaño el vidrio, trago saliva, tratando de recuperar el aliento. Sus manos estaban apresadas detrás de él con unas esposas y solo la persona detrás suyo le impidía caer.

Manos fuertes frotaron sus pezones hinchados, gimió con angustia, un sonido quebrado, apenas audible.

No sabía cuanto llevaba ahí, cuantas veces se había venido frente al espejo o porque solo se dejaba llevar, solo sabía que lo estaba disfrutando demasiado.

—No te quedes callado —la ronca voz de Shi Wudu lo hizo tratar de enderezarse, buscar algo de dignidad, pero el espacio reducido se lo impidió era casi claustrofobico. Una mano de Wudu bajó para sostener su cadera, con tanta fuerza que la marca morada quedaría ahí por días, la otra subio por su garganta y el pulso de Pei Ming se disparó, Wudu pareció notarlo porque soltó una pequeña risa—, ¿no dijiste que querías mi mano como collar?

Pei Ming se puso más rojo de lo que creía posible y trato de contestar, pero de su boca solo salieron gemidos ahogados, la mano de Wudu no se detuvo en la extensión de su cuello si no que sostuvo su barbilla para alejarlo del espejo, permitiendo que Pei Ming pudiera verse mejor, era un desastre, completamente arruinado. Marcas por todo su pecho, el cuello con los dedos de Wudu impresos, y baba escurriendo en su mejilla.

—¿Así tratabajas a esas chicas con las que salías, Pei Mig? —Wudu se acomodo de tal manera en que pudieran verse por el espejo, los ojos azul oscuro brillaron con la emoción de una lujuria contenida.

Pei Ming no contestó y Shi Wudu no esperaba respuesta, soltó a Pei Ming de la cadera, su mano presiono con más fuerzas sus mejilla y se alejó, Pei Ming fue conciente solo porque sus rodillas chocaron contra el espejo y Shi Wudu salió de él déjandolo confundido.

Pero no espero mucho antes de que volviera a sentirse lleno, gimió de gusto cuando Wudu golpeó el punto estimulante y casi se vino de nuevo. El Shi habló con naturalidad

—Estas estan muy bonitas —Pei Ming escuchó un suave clic y sus brazos cayeron hacia adelante, entumecidos por el tiempo que estuvieron en esaa posición. Las esposas plateadas fueron movidas por Wudu junto a su cabeza como si de un jugete se tratara— las guardaremos para despues.

Con eso dicho, volvió a embestir a Pei Ming contra el espejo.

—Pei Ming, —gimió Wudu— Pei Ming...

—PEI MING MALDITO IDIOTA REACCIONA —Shi Qingxuan lo sacó del recuerdo de su sueño, mientras lo miraba feo. 

—¿Qué? ¿Qué? Ah —Pei Ming parpadeó, volviendo a la realidad donde acaba de ser esposado a Shi Wudu.

Hua Cheng lo veía aún con mirada altanera y sonrisa divertida, como si le estuviera leyendo el alma, eso fue suficiente para bajar la creciente exitación de Pei Ming.

Si le preguntaban a Pei Ming, diría que Hua Cheng estaba loco.

Desquiciado.

Loco de remate.

Para empezar, ¿De dónde había sacado las esposas?

Así de rápido como la pregunta llegó a su mente, lo hizo támbien una respuesta, sus ojos pasaron entre Hua Cheng, que seguía parado enfrente de él, y Xie Lian que estaba sentado varios metros lejos.

Así que ellos...ho, ho

La sonrisa llegó a sus labios, el HuaLian usando juguetes le parecía una idea innovadora, fresco y muy muy interesante. Quizá la sonrisa pervertida en su cara dijo mucho, porque Hua Cheng pronto frunció las cejas, para suerte de todos, Qingxuan fue el que preguntó.

—¿En dónde conseguiste esposas? —Nadie esperaba que Hua Cheng respondiera, pero aún asi sonrío con diversión y dio media vuelta caminando de nuevo a su lugar mientras hablaba.

—Estaban el la utilería del teatro. —Qingxuan no supo que decir, las esposas plateadas parecían muy reales, sin embargo un poco de algodón vlanco mantenía la muñeca de Pei Ming lejos de rozarse con el frío metal.

Shi Wudu agarro las esposas por el cordel de enmedio, jalando la mano de Pei Ming y haciendo que este tropezara hacia enfrente.

—Ey, ya se que soy irresistible pero...

—Cállate —siseó Wudu, el reproche en su tono enfureció a Pei Ming, al mismo tiempo que lo excitó con el recuerdo anterior, pero eso no era posible en ese momento así que prefirió enojarse.

¿Callarse?

¿Acaso era él el que había besado a Hua Cheng?

¡No! Sí alguien debía estar enojado con buenas razones, era él.

Tú te besaste con la mitad de las personas aquí.

Pei Ming ignoro a su conciencia culpabl y se cruzó de brazos, indignado con Wudu, el movimiento hizo que este se orciera bruscamente y por más que lo intentaban siempre terminaban hombro con hombro, demasiado cerca, pero ambos se aferraban a alejarse del otro.

Hua Cheng no los dejó seguir con su humillante riña.

—Vamos a jugar, ustedes —los señalo— nos atraparan, mientras todos nos escondemos en... —se acomodó el cabello con una mano, todos le prestaron atención, expectanten a sus palabras— ahora.

Tomo la mano de Xie Lian y salió corriendo fuera del teatro.

un segundo más tarde, todos lo siguieron dejando a Pei Ming y Wudu sobre el escenario, aún esposados. 

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¿Alguien me puede decir en que momento Pei Ming paso de hetero hormonal a homosexual fetichista? ni yo entiendo JAJAJAJA

Es bueno volver a escribir estupideces, AJSJAJJSJAJS te amo Pei Ming es solo que te humillo para más placer. 

¿Cómo les ha ido? ¿todo bien? ¿Algo que contarme? He visto que nuevas personas empezaron a leer así que los quería saludar! bienvenidos a este fic random. 

En fin, espero andar más seguido por aquí, sin más que decir, nos leemos pronto, los quiero!

Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora