XXVI. Me llamo pendejo y no soy un Pei Ming.

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Un chillido agudo salió del club. Los alumnos que quedaban en la escuela miraron la puerta del salón con preocupación, parecía que habían aniquilado una gallina ahí dentro.

Pei Ming casi queda sordo.

El bullicio aumento de nivel, parecía que a las chicas les encantaba la idea de hacer una obra de teatro.

—¿A qué gallina mataron? —la puerta se abrió, interrumpiendo los chillidos y mostrando a un Shi QingXuan muy curioso.

— QingXuan ge, ¡Adaptaremos TGCF! —YingYing soltó una risa divertida.

—¿Adaptaremos qué? —soltó su mochila en el escritorio y miró a Pei Ming con los ojos entrecerrados. — ¿Qué estás planeando?

—Nada —alzó la mano derecha y puso la izquierda sobre su corazón, para prometerlo.

—QingXuan, que bueno estás aquí —Hualing se acercó, parándose a un lado de Pei Ming—, ya que participaremos en la obra de teatro este año, ¿qué tal si diseñas los vestuarios?

Los ojos de Shi Qingxuan brillaron y se giró para tomar las manos de Hualing con emoción.

—¡Tengo miles de ideas para los trajes de los dioses! ¡Oh, Dianxia! ¡Me puedo inspirar en mis fanarts favoritos! ¡He soñado con ellos incontables veces! —dio un par de saltitos. — Necesito ir al centro comercial, vi unas telas hermosas y unos vestidos de segunda mano que podemos convertir en el vestuario de Dianxia...

—¡Sí! —Hualing igual saltó con el pero con mucho menos ánimo— ¡Y Pei Ming te acompañará a comprar!

—Ah —Shi Qingxuan dejó de saltar al escuchar eso, soltó las manos de la chica, entonces, no.

Sha Hualing le dio un pisotón en el pie a Pei Ming.

—Auch, ¿por qué me pisas? —alzó el pie para sobarse los dedos a través del tenis, Hualing le dio una mirada y luego movió los ojos en dirección de QingXuan.

Pei Ming comprendió claramente.

El plan, sí, el plan para ganarse a los cuñados.

—Yo pago todo —puso la soga en su cuello.

QingXuan lo miró de nuevo, sus ojos abiertos a más no poder.

—¿Todo?

—Sí. —Ojalá no.

—¡Cuñadooooooo! —Qingxuan se lanzó a los brazos de Pei Ming.

¿Así de fácil? ¿¡Funcionó!?

No podía caber más en su felicidad, si ten ganas a la cría te ganas a la vaca, en este caso eran hermanos, pero igual funcionaba el dicho.

Tener a Shi QingXuan de mi lado, es ganarme 200 puntos con ShiWuDu.

Abrió los brazos para recibir el abrazo, pero en el último segundo Qingxuan se detuvo riendo— Entiendo lo que haces, Pei, lo aceptaré como tregua, pero tú y yo estamos en guerra aún. No lo olvides.

Dio media vuelta y se dirigió hacia donde algunas chicas intercambiaban opiniones de manera no violenta.

Temblé.

—Es un buen inicio —Hualing le dio palmaditas en la espalda.

—No esperaba que fuera tan fácil —admitió. Luego se enderezó y trató de llamar la atención de las chicas de nuevo. Hualing se sentó en el escritorio para dejarlo hablar. — Bueno chicas, entonces todas estamos de acuerdo.

Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora