XLVI. La puse, pero no dónde quería

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Ya había acabado el primer acto, Dianxia ascendiendo al cielo por primera vez, según Pei Ming, todo había salido perfecto. Xie Lian se encontraba cámbiandose de nuevo, listo para la siguiente escena dónde conocería a Lluvia Carmesí. Pei Ming estaba muy, muy nervioso. Está escena sería una de las partes más musicales que habían ensayado una y otra vez hasta el cansancio pero támbien estaba muy nervioso porque el teatro estaba lleno, un gran cantidad de chicas ocupaban las filas desde la primera butaca hasta la última, algunas otras incluso se sentaron en las escaleras o estaban de pie hablando entre los corredores y los espacios vacíos.

—¿Dijeron que regalarían algo? —le preguntó Pei Ming a Yingying.

La chica asomó la cabeza por el telón rojo que ocultaba el escenario, imitando a Pei Ming.

—Lo dudo mucho Pei-ge, con trabajo y tuvimos dinero para la obra, Hua Cheng y Shi Wudu tuvieron que dar mucho dinero suyo —se llevó una mano a la barbilla mientras pensaba, Pei Ming no tomó importancia de eso hasta que escuchó el nombre de su casi algo. ¿Wudu había dado dinero para financiar la obra? — ¡Probablemente esté llenó gracias a que Hualing estuvo hablando sobre la obra con sus amigos de otras escuelas! —golpeó el puño contra su palma con emoción. — ¡A todos nos une el amor por el danmei! ¡Es una buena oportunidad para hacer más amigos!

Pei Ming le iba a preguntar más sobre Hua Cheng y Wudu como los nuevos santos del dinero pero decidió resoplar y sonreírle a su meimei.

—¿Por qué no vas allá y conoces a esas chicas entonces? yo me ocupo de terminar de supervisar la escenografía —esa era la tarea que Yingying le habían encomendado hacer.

—Pero...—Ning Yingying miró hacia el escenario, la escenografía a medio poner y a muchos chicos corriendo de un lado a otro llevando las cosas.

—Anda, anda, no te preocupes ¡tú ge se encargará de esto! —se golpeó el pecho mientras hablaba, lo que le sacó una risa a la chica— si te dicen algo, tú estás encargada de recibir a los invitados y ver que su estadía sea cómoda.

La chica gritó un "gracias" y abrazo a Pei Ming antes de salir corriendo.

Pei Ming volvió a mirar hacia las butacas y sintió los nervios subir de su estómago hasta su garganta.

—QUE ALGUIEN ME TRAIGA UN BALDE, VOY A VOMITAR —cerró el telón de nuevo con enfado.

¡Qué hacía ahí! ¡dirigiendo una obra!

¿Qué habia hecho mal en su vida para merecer aquello?

—Soy un inocente dianxia, deja de tenerme como tu guerrero favorito —lloriqueó.

Los chicos que estaban acomodando la escenografía lo ignoraron, acostumbrados a sus momentos esquizofrenicos hablando solo, los cuales se habían repetido cada vez más seguido en los últimos ensayos.

¡Aunque no era su culpa! Normalmente tendría a Ling Wen o Shi Wudu a lado, quienes támbien lo ignorarían, pero al menos fingirían estar escuchando sus berrinches. Pero con Ling Wen con pareja y Shi Wudu evitándolo, parecía el loquito del centro.

—Oye tú —llamó al novio de Yingying, el único que reconoció rápidamente— ¿Dónde está Shi Wudu? —lo había visto al inicio de la primera escena, pero luego lo había perdido por completo de vista.

El chico se encogió de hombros y siguió ayudando a los demás en su trabajo Pei Ming alzó las manos al cielo, rezando— Nada puede salir mal hoy, dianxia y chengzu están de mi lado.

Ese musical, sería el mejor de todos y él se encargaría de eso.

Que pendejo, olvidas la regla número uno de los fanfics, si algo puede salir mal, saldrá mil veces peor.

PERO NO ECHEMOS SAL.

『 °*• ❀ •*°』

Si se echó sal.

La pelea con su conciencia había tenido razón, porque unos minutos más tarde una pálida Yushi Huang llegó hasta él. —Tenemos un problema —había dicho con simpleza.

—¿Qué clase de problema? —había tratado de preguntar, antes de ser vilmente arrastrado hasta los camerinos. — Yushi... —comenzó a decir en el camino, ¡no podían estar corriendo de un lado a otro, faltaban menos de 5 minutos para la siguiente escena!

—Es Xuan Ji, está enferma —el tono lleno de pánico alertó a Pei Ming— Está vomitando

Finalmente llegaron a la habitación donde se debía cambiar la chica y Pei Ming descubrió que el lugar estaba lleno de chicas del club de lectura preocupadas, YingYing incluso estaba ahí tomándo a Xuan Ji del cabello mientras vómitaba en una cubeta. El traje de novia rojo en todo su esplendor estaba colgado cerca de ella.

—Que asco —dijo sin poder evitarlo ¡el vómito le causaba náuseas! Xuan Ji lo escuchó y lo miró con enojo, estaba tan pálida que Pei Ming no sabía si era por el maquillaje de novia fantasma o porque se estaba yendo a otro mundo.

La chica alzó su brazo tembloroso y lo señaló, Pei Ming se puso detrás de Yushi Huang, no quería ser víctima de las últimas palabras que su ex novia pudiera decir.

—¡ESTO ES TU CULPA, TÚ...! —no pudo terminar porque las náuseas la volvieron a marear y metió la cabeza en el balde.

—¿eh? ¿PORQUE ES MI CULPA? —La pobre mujer aún no podía responder mientras seguía dejando todo el estómago en el balde, Pei Ming hizo una mueca, eso era asqueroso.

—¿No es obvio? —Pei Ming volteó a ver a quien hablaba, el hermanod e Shen Yuan, Shen Jiu, estaba sentado cómo un rey en uno de los puff que se habían colocado estrátegicamente para los actores cansados. El muchacho inspiraba respeto de cualquier manera y algo en Pei Ming se encogió cuando lo observó con una ceja alzada— Ellos eran novios, es obvio que Pei Ming la embarazó.

Pei Ming inicio a ahogarse como un loco con el aire, incluso Xuan Ji que había escuchado aquello se retorció y volvió a vómitar.

Yushi le dió a Pei Ming unas palmaditas más fuertes de lo necesario en la espalda y este se detuvo de morirse.

¡YO NO LA PONGO SIN CONDÓN!

fue lo que quizo decir, pero realmente no recordaba la mitad de las veces que se había acostado con Xuan Ji.

¿Podría ser...?

—¡Ese no es el mayor problema ahora! —les llamó la atención Mingyan, apesar de que miraba entre Pei Ming y Xuan Ji con preocupación. — No tenemos una novia fantasma y es el siguiente acto.

—¡Pero todos tenemos nuestro rol asignado y nadie se sabe el papel de Xuan Ji!

Pei Ming aún seguía aterrado por la posible noticia de su paternidad así que no logró entender las múltiples soluciones que las chicas daban entre ellas. El alboroto fue suficientemente molesto para enojar a Shen Jiu, quién golpeó el bastón del vestuario de Bai Wuxiang una vez contra el suelo para que todos se calmaran.

—Oh, pero alguien si se sabe ese papel. —Miró a Pei Ming con una sonrisa— Él nos ayudó a todos con los ensayos, se sabe el guión de memoria. Y si se atrevió a meter el pan en el horno antes de tiempo, támbien puede hacer de la novia fantasma.

La sonrisa del hombre, era digna de la calamidad de blanco y Pei Ming tuvo la tentación de arrebatarle el balde a Xuan Ji para poder vómitar, en su mente, solo aparecía la inexpresiva mirada que Wudu siempre le daba cada que hacía algo mal.                                                                                                                                                                                                                                                                                 

Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora