XXV. Rendirse es de feos y yo, mi amor, soy un bombón.

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Ya no podía ver igual al profesor Mei.

Mientras estaba en clase, Pei Ming veía al profesor y le surgían muchas dudas, por ejemplo: ¿Es el gong o el shou? ¿Lo han hecho en la dirección? ¿O en un armario como el HuaLian? ¿Puedo yo hacerlo en un armario yo? 

Hizo garabatos en su cuaderno de lo que sea que hablara Mei Nianqing, por el rabillo del ojo observó a Shi WuDu, su mejor amigo / crush / el que lo hacía manga cortada, estaba prestando atención cómo siempre.

Pero había una minúscula diferencia.

—¿Qué hace a lado de Xie Lian? —se rindió y preguntó a Ling Wen. Llevaba una hora en esa clase y su cerebro aún no podía procesar que Shi WuDu se había sentado a lado de Xie Lian, tres filas en frente.

¡Lejos de él!

Ling Wen alzó la mirada de sus apuntes, miró a Shi WuDu, a Pei Ming y luego a Xie Lian.

—No lo sé, —se encogió de hombros— tal vez quiere saber más sobre el novio de Qingxuan.

—Que estupidez —Feng Xin se metió en la plática—, quitarme mi asiento solo para saber sobre He Xuan...que le pregunte el mismo a su hermano...

—Cállate idiota, tú aún no aceptas a Hua Cheng —Mu Qing lo regañó.

—Shhhh—los cayó el profesor y ambos cerraron la boca.

Pei Ming miró a los amigos de Xie Lian sentados a lado suyo, dónde debería estar Shi WuDu.

—Nunca lo había pensado, pero estás mesas son increíblemente espaciosas —murmuró viendo que los cuatro cabían perfectamente.

—Es que es escuela primermundista —Comentó Mu Qing.

—Eso no tienen nada que ver. —atacó Feng Xin.

—Tú que sabes.

—Oigan lo tengo que preguntar —Pei Ming observó el intercambio de frases mordaces y se tuvo que meter— ¿Ustedes se traen ganas? ¿Son novios? ¿Es frustración sexual? Porque hay una tensión aquí —movió las manos hacia ambos—muy espesa.

—¡No te metas! —gritaron ambos.

—¡Shhhh! Si tanto quieren salir a charlar, salgan de la clase —El profesor Mei giró y por alguna razón su mirada se clavó en Pei Ming.

Los tres chicos se quedaron tiesos en su lugar, de pronto un amor surgió por su tarea y empezaron a hacer lo que se suponía debían hacer.

—Por tu culpa nos van a dar un castigo —se quejó Mu Qing.

—Nah, ni se dan cuenta si faltas —Pei Ming se reclinó hacia atrás en la silla, viendo como Shi WuDu le decía algo a Xie Lian en un susurro.

Soy un ser de amor y paz al que no lo mueve el chisme, soy un ser de amor y paz al que no lo mueve el chisme....recuerda las 3000 reglas...

Repitió su Sutra, porque él no estaba ansioso, eso era para débiles.

—¿Qué te pasa? —Feng Xin igual se reclinó cómo él y notó a donde miraba, una sonrisa socarrona nació en el rostro de Feng Xin— ¿Celoso de Xie Lian?

—Para nada, Xie Lian ama a Hua Cheng, —masculló— eso si es amor de verdad.

—¿Entonces? ¿Los rumores son ciertos, te gusta WuDu? —preguntó, Pei Ming alzó una ceja y lo enfrentó.

—Sí, ¿Y?

¡PAF!

Feng Xin se sorprendió tanto que él y la silla se fueron para atrás y cayeron al suelo con un estruendo.

Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora