XL. Amor, amor, amor

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Yushi Huang era una chica simple, trataba de no molestar a los demás, de ayudar en lo que se pudiera y de no llamar mucho la atención.

Amaba el teatro, era su lugar favorito por el aspecto anticuado y el silencio que reinaba ahí, al menos, hasta que el club de lectura se había uno a hacer la obra del año con ellos. Yushi conocía a casi todas las chicas que participaban en él y era muy consciente de lo que ellas "shipeaban" en lo personal, Yushi no comprendió su deseo anhelante de hacer que Hua Cheng y Xie Lian fueran pareja, quizá era que los conocía demasiado bien, eran buenos viejos amigos. Hua Cheng y Xie Lian ya actuaban como una pareja de casados y aunque le parecía lindo, no veía cómo eso podía alentar tanto a esas chicas, no lo sabía, hasta que conoció a Pei Ming.

Pei Ming era un...chico perdido.

perdidamente enamorado de Wudu, y era recíproco, para Yushi esto fue tan obvio con una sola mirada, después de todo, había salido con Shi Wudu en un par de citas, jamás había visto esa mirada en sus citas, como si esperara con anhelo algo más.

Y el caso de Pei Ming era más especial, su mirada constantemente buscaba evitar a Wudu, pero cuando estaba distraído siempre recaía en él.

Yushi entendió lo complicado que era comprender los sentimientos propios, ella había pasado por lo mismo muchas veces durante su adolescencia cuando aun no conocía la palabra asexual. Entonces se decidió ¡Ella sería la madrina de Pei Ming y Shi Wudu!

Quizá por eso los encerró en ese armario, en su humilde defensa, fue lo primero que se le ocurrió.

Bueno, sería una buena excusa si la descubrían.

—¡Hey! ¡Algo atranco esta puerta! —chilló Pei Ming adentro, Yushi utilizó todas sus fuerzas para mantenerla cerrada. esa puerta se abría hacia afuera solo debía colocar una silla para que las personas dentro no pudieran salir.

—¡Idiota! No sabes abrir una puerta —Wudu respondió, la manija se movió con violencia, pero Yushi Huang tenía una fortaleza de acero y no permitió sus salida.

¡Solo deben hablar de sus sentimientos!

—¿Qué pasa aquí? —Yushi volteó a ver a Ling Wen, la chica miraba extrañada la puerta y pareció reconocer las voces dentro porque abrió los ojos, sin embargo, la que preguntó fue Xuan Ji, a lado de ella.

—Esos gritos de mujer son inconfundibles, ¿Pei Ming? —masculló, pero quizá lo hizo lo suficiente alto, porque los berreos de adentro se detuvieron.

—¿Escuchaste eso? —preguntó Pei Ming, su voz tan clara como si estuviese hablando en el mismo pasillo— Creo que escuche a Xuan Ji, y tuve un escalofrío, debe estar pensando en mí.

— . . . —las tres chicas se quedaron mirando en silencio la puerta, Xuan Ji dio un paso adelante dispuesta a golpear a Pei Ming con los labios torcidos en furia.

—¡Ay! ¿Ahora por qué me pegas? —chilló el chico de nuevo, así que Xuan Ji se detuvo a lado de Yushi Huang.

—¿No lo estabas disfrutando hace rato? —preguntó Shi Wudu con tono seco.

En un santiamén, Ling Wen igual se había acercado hasta la puerta para escuchar mejor.

—Si bueno, eso era con CONTEXTO. —refunfuñó, luego agregó para echarle más leña al fuego: — ¿Qué? ¿estás celoso de Xuan Ji?

—Te la comes sin pretexto —Wuu dijo y no respondió a lo demás.

—¡WUDU!

Hubo un par de sonidos identificables dentro, las chicas compartieron una mirada.

Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora