XXII. Mi psicólogo sabrá de esto.

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Sollozos, ruidosos y largos, sollozos.

El club estaba inundado en ellos en ese preciso momento.

Las chicas y Pei Ming estaban acurrucados juntos, viendo el especial de La Bendición del Oficial Celestial. Pei Ming había logrado terminar los últimos dos volúmenes en una noche, lo que fue una idea casi suicida de su parte.

Y culpará al sueño, pero estaba muy sensible al respecto.

Cuando la escena de Dianxia tomando el anillo se repitió por tercera vez, Pei Ming no pudo guardar más sus sentimientos.

—Esas son sus cenizas, él le dio lo más importante que tiene un fantasma —comenzó a chillar.

—Y le dijo que si moría el lugar donde estaban…él ya no tendría razones para vivir —lo acompañó otra chica.

—Es que Dianxia era su razón para vivir —le respondió, tallando su mejilla con fuerza para secarse una lágrima— La única razón. No se lo merecían, ninguno de los dos...todo lo que pasaron…son demasiado fuertes.

chinga tu madre, Bai Wuxiang, mis bebés no se merecían eso.

YingYing y otra chica lo abrazaron, sus ánimos muy abajo.

—Tranquilo, hermano Pei…Dianxia y Lluvia sangrienta ya son felices, junto con el otro — Mingyan fue la voz de la razón, las demás le dieron palmaditas en la cabeza para que se mantuviera tranquilo— Piensa en eso.

—Pero los que no tuvieron su final feliz fueron el señor del viento y aguas negras —chilló aún más fuerte. Luego se detuvo un momento, como recapacitando sus palabras—, es que si parecen un poco tóxicos pero…

—No te preocupes, Pei ge, aquí igual los shipeamos.

—O, bueno entonces… —tosió y luego volvió a sollozar.— señora del vientoooo.

Algunas chicas rieron por el abrupto cambio de personalidad.

—Pei, ge, ¿Tienes un personaje favorito? —preguntó otra chica. Pei MIng se detuvo a pensar.

—Ummm, la señora de la lluvia, es genial, no puedo comenzar a describirla —suspiró—, y también Dianxia, por supuesto.

Algunas chicas asintieron, de acuerdo con su respuesta.

—Esperen…¿Y Qingxuan? —Hualing, la única chica que se mantenía alejada, habló de pronto, notando la falta de cierta personita importante.

—Está con su novio —YingYing se llevó las manos a la boca, emocionada—, ¡hacen tan linda pareja!

Pei Ming hizo una mueca, aún no olvidaba que su fallido plan había terminado juntando a una pareja diferente.

Hablando de planes, mejor enfocaba su mente en juntar al Hualian y no en maldecir a Bai Wuxiang.

Le lanzó ojitos de “ayúdame” a Hualing, pero la chica no le entendió. Así que rindiéndose, se levantó de su silla.

—Es un gusto como siempre hablar con ustedes, chicas —se despidió—, nos vemos mañana.

Pei Ming salió del club sin escuchar los lamentos de una que otra chica, o sin prestarles atención.

Estaba pasando un mal rato y además de la destrucción emocional que le dio HOB, no sabía qué hacer con su mejor amigo.

El día anterior, después del beso, había ocurrido algo así:

—Dame tu teléfono —Ante el pedido de Shen Yuan, Pei Ming había sido muy obediente, al soltarlo, regresó la mirada a su amigo que no le prestaba atención a nada más.— ¿Cuál es la contraseña?

Sorry, I'm Hualianromantic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora