Sorry, I'm Hualianromantic.

Especial San Valentín: El amor debe sentirse como el HuaLian.

Les dejo unas advertencias antes de leer el especial: Primero, es mucho texto, segundo, hay papapa ficticio. O sea alguien dentro de este fic lo esta inventando, así que si no les gusta leerlo les pondré unos emojis al inicio y al final 

💫 -  💫 WangXian: Al aire libre, dirty talk, cambio de género, privación sensorial. 

🔥 - 🔥 Pareja sorpresa: En un salón de clases, masturbación y toqueteos, no llegan a hacer el papapa completo. 

💫

El aire frío golpeó contra sus muslos desnudos, la gran Hanguang-Daren quiso gemir ante la sensación pero se mordió el labio, negándose a emitir algún sonido.

—Hanguang-daren —la matriarca susurró sobre su oído, presionando su cuerpo aún más hacia abajo, varias piedritas y el pasto seco se enterraron en su espalda pero aún así la chica no emitió ningún ruido—, naciendo en Recesos de las nubes, obligada a estudiar todas esas reglas... —Hanguang-Daren trató de moverse y la matriarca metió la rodilla entre sus piernas abiertas, impidiendo que las cerrara—, no gritar, por ejemplo ¿Alguna vez pensaste que las aplicarías de esta manera?

La matriarca terminó de amarrar las manos de Hanguang-Daren sobre su cabeza con la cinta y se enderezó, observando la imagen frente a ella: La siempre prístina Hanguang-Daren, la mujer Lan perfecta estaba recostada en el suelo sobre su túnica exterior, las manos frimementes amarradas sobre su cabeza, ojos vendados, cabello suelto y orejas rojas. La matriarca dejó escapar un gemido cuando su vista se desplazó hacia abajo del cuello cincelado, la túnica interior estaba ligeramente abierta mostrando dos sugerentes pechos, se le hizo agua la boca, aún más abajo su faja estaba desaliñada, pero la parte inferior había sido despojada. Mostrando dos piernas fuertes, con muslos igual de blancos que la nieve y en medio de ellas las bragas de encaje negro que la matriarca le había regalado en broma.

Pei Ming dejó de escribir en ese momento.

—¿En ese tiempo ya existían las bragas? —se llevó una mano a la barbilla pensando—Meh, no soy historiador.

Se encogió de hombros y volvió a teclear con rapidez.

La matriarca tragó saliva, olvidando por el momento el juego al que ambas se habían prestado, Hanguang-Daren soltó aire muy despacio, sus ojos estaban cubiertos por la venda pero sus otros sentidos estaban en alerta, podía escuchar el sonido errático de la respiración de la matriarca y podía sentir la humedad en su ingle a pesar de que apenas habían empezado. La matriarca por fin volvió en sí y habló de nuevo con el tono juguetón que la caracterizaba.

—Espero que hayas aprendido bien, porque sería muy malo si alguien te escuchara y viera al orgullo de la familia Lan abriendo las piernas para una cultivadora demoníaca —la matriarca paso burlonamente las yemas de sus dedos sobre la tela de encaje—, te tocaré tan bien que ni siquiera necesitaré tener mis dedos en lo profundo de ti para que te corras, no quitaré la braga para que se llene con tus fluidos y cuando por fin estés al límite, la retiraré y la pondré en mi boca para callar los sonidos que haré al entrar en ti, sabrá delicioso —Hanguang-Daren dejó escapar un suspiro, estaba temblando en expectativa, los dedos de la patriarca subieron hasta su garganta tallando un camino suave a través de sus pechos hasta el ombligo con delicadeza—, lo haré lento y luego rudo, como esos libros que lees...

Hanguang-Daren abrió la boca, desconcertada—Tú, ¿cómo sabes...?

No pudo terminar porque la matriarca metió dos dedos en su boca para callarla.

—Oh, así que si era tuyo ese libro donde mangas cortadas lo hacían al aire libre —rio un poco y dejo un beso suavemente sobre la clavícula de su amante, mientras sus dedos recibían un tratado placentero en la boca de la mujer— no lo espere de ti, Hanguang-Daren