𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

64. Fred no era un error

Lea se despertó y volteo de inmediato a ver a Fred quien tenía el ceño fruncido. Hubiera creído que no estaba dormido si tan solo no supiera que Fred no se aguantaba la risa.

Se acercó a él mirando su torso, tenía unos pectorales grandes al igual que sus brazos, estos estaban salpicados de pecas rojizas y cafés. Se veía muy sexy durmiendo. Lea bajo ligeramente la sábana para admirar el cuerpo de Fred y cuando se dio cuenta que Fred tenía una erección sonrió.

Se sentía increíblemente tentada a tocarlo, el gruño acomodándose en la cama y Lea se acercó a su cuerpo solo para subir su muslo a su cintura, al parecer casi lo despierta porque se removió.

—Lea...— jadeo en un susurro, ella acarició su rostro, el estaba muy agitado y estaba en el dilema si despertarlo o no. Se decidió por despertarlo y sus labios fueron a su cuello para dejar besos suaves.— ah...

—despierta Fred.— susurró con una voz dulce, el comenzó a despertar al sentir sus besos tan húmedos en su cuello. ¿Hace cuánto no se despertaba así?, Es que era tan placentero sentir el calor de sus labios suaves.

—¿L-Lea?— preguntó agitado, su mano palpó su muslo y no pudo evitar apretarlo.

—shh... Esta bien, ¿Tuviste sueños húmedos?— el asintió recordando su sueño. Ella estaba bajo el gritando y sus senos rebotaban en cada embestida.— pobre de ti...— bajo su mano a su intimidad que palpitaba desesperada.

—¿Crees que...— trago en seco abriendo su boca por la falta de aire, su mano fue a su trasero y sonrió.— el mejor trasero... Te necesito, juro que moriré si no me ayudas con esto.

—exageras.

—no.— la subió a el y negó levantando sus caderas hacia ella.— no lo hago.

—estas muy duro...— susurró moviendo sus caderas, Fred ya no podía más. Su miembro totalmente duro pedía a gritos que ella diera otro paso, estaba seguro que no iba a aguantar más de un minuto sin nada de acción. Estaba a dos minutos de levantarse e irse al baño por la desesperación.

—Me duele.... Lea, cariño, haz algo por favor.— pidió tallando sus ojos para poder abrirlos mejor ya que estos estaban hinchados por despertar hace poco. Lea llevo algo a sus ojos que le quitó el poder ver, ya no veía nada y por fin ella hablo.

—¿Te puedo amarrar, Freddie?— oh cuando usaba ese tono... Fred encontraba que no había nada más dulce que ese tono. Asintió al instante completamente doblegado ante ella.

—hazme lo que quieras mi amor, solo procura hacerlo rápido, ¿Si? Es que ya no aguanto.— ella no demoro en susurrar el hechizo que ato sus manos de inmediato a la cama. Fred sintió su pequeña mano llegar donde el tanto quería tomando su longitud por encima del boxer.

—esta mojado... ¿Sabes que significa?— susurró en su oído, el negó perdido en sus caricias.— que ya soltaste gotas preseminales.... Debes estar delirando, cariño.

—¡Oh Lea!— alzó sus caderas frotándose más contra su mano, ella alejaba su mano y el cayó a la cama.— no hagas de esto una tortura...

—si quiero puedo hacerlo.— susurró y el negó.— ¿Que quieres bonito?

—Lea, es obvio.— se quejó al borde de perder la razón.

—sé sucio...

—quiero que me montes, quiero que me cojas duro hasta que quede jodidamente agotado en esta cama.— sintió un beso de ella en su cuello y jadeo.

—sigue...— mientras el hablaba ella repartía besos por su torso, el parecía no decifrar que iba a hacer.

—necesito que me folles ahora mi amor, que saltes arriba mío mientras gritas cuanto te gusta y... ¡Dios!— sintió un beso de ella en su abdomen bajo y un lloriqueo se hizo presente en el, esto era su jodida debilidad y ella lo sabía.— por favor... Por favor amor, hazlo ya, te lo suplico, ahora...— repitió. Lea comenzó a bajar su boxer con una gran sonrisa, dio una ligera lamida que lo hizo dar un pequeño salto.