56. necesitaban hablar.

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—¡Es una michelada!.— exclamó Lea tomando un limón y pasándolo por todo el borde del vaso para ponerle sal.— la aprendí a hacer en chile y ahora me encanta, estoy segura que a ustedes igual les encantará.

Fred sonrió viéndola a lo lejos, sabía que si se acercaba a ella probablemente le diría nuevamente lo dolida que se sentía con el asi que decidió escuchar sus anécdotas a lo lejos. Otra razón del porque no se acercaba era porque podía ver al rubio a su lado, Nathan, el rubio que era muy lindo y debía admitir que se sentía muy inseguro cerca de el, a pesar de ser más pequeño que Fred se veía musculoso y un rostro que sabía que llamaría la atención de muchas, pero no le importaban para nada esas "muchas" le daba lo mismo, le importaba que la atención de Lea estuviera solo en Nathan y no en el.

El rubio le susurró algo al oído y Lea volteo a verlo con una sonrisa asombrada, volteó con disimulo mirando a una persona en específico y luego se alzó para susurrarle algo de vuelta que lo hizo asentir.

Esos podrían haber sido el y ella... Le dolía tanto el sentir esa conexión de ella y Nathan porque sentía su corazón apretarse ante la idea de que Lea lo estaba superando, tenía que pasar y su corazón se rompía al ver cómo ese podía ser el inició de la próxima relación de Lea, luego se iba a enamorar y le diría te amo, luego se harían novios, luego se casarían, tendrían hijos y... Vivirían felices para siempre.

¡No quería ver eso! Decidió darles la espalda y se recostó en en sillón con un suspiro dolido perdiendo todos esperanza. Todos estaban alegres pero el... El sentía que no era su ambiente, o no lo era hasta que llegó una chica a sentarse a su lado.

—¿Que te ocurre Fred? No eras así.— rio acercandole un vaso, el abrió los ojos por fin viendo cómo sus ojos se encontraban y ella no apartaba la mirada ni un segundo.

—¿Para mi?.— preguntó recibiendo el vaso.— wow... Gracias Lea, en serio.

—no es nada. Siempre has tenido buen gusto en el alcohol, dime qué tal.— Fred acercó el vaso a sus labios y ella no pudo evitar sentirse ligeramente acalorada ante los movimientos de Fred, su mirada jamás dejó la de ella y la lengua del pelirrojo paso por el borde del vaso tomando sal para después beber la cerveza. Lea estaba hipnotizada y se imaginó mil y una cosa con lo que hizo, el era increíblemente sensual.

—si, definitivamente está exquisita.— admitió aún sin dejar de verla, es que Lea ocupaba una blusa por su trabajo con una falda de tubo pegada que la hacia lucir como una empresaria importante que podría fácilmente darle órdenes y el tendría que cumplirlas.— ¿Cuando... Aprendiste?.

—fue antes del viaje, cuando una vez papá me mandó a Chile por mala conducta y bueno, ahí aprendí, es deliciosa.— admitió Lea, Fred asintió sin poder dejar de mirarla.— ¿Que ocurre, estás aburrido?.

—ahora ya no.— carraspeo su garganta para cambiar el tema y mantenerla con el hablando.— ¿Y tequila, ya no bebes?.

—trato de no beber tanto, pero esto igual es suave y-

—¡Lea!.— la llamo Nathan, ella se levantó y Fred hizo una mueca, ¿Acaso la llamo porque vino con el? Sin embargo al mirarlo el parecía nervioso y miraba solo a Lea.

—después vengo, trata de levantarte para que te integres ¿No?.— el asintió emocionado ante la idea de que después ella iba a venir por el, esto era definitivamente un gran avance. Ella se acercó sola y le estaba asegurando que después vendría a conversar con el.— hablamos luego Freddie.

Fue dar en el clavo.

Su corazón estaba vuelto loco palpitando a mil, ¿Por que de estar tan dolida paso a esto? Ella le preparo una cerveza y fue a hablarle, después iban a hablar más, ¿Podría seguir mejor la noche?.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora