𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

82. ¿La subiste a tu auto?

Había estado atenta a Fred y miraba si bailaba con alguien pero no, se había mantenido conversando con las personas. Lo miraba en todo momento queriendo ver si es que miraba o bailaba con alguien, yo en cambio no estaba dispuesta a bailar con otro chico a pesar de que dos se me habían acercado ya.

Me acerqué a agarrar una copa.

—hey...— el chico me sonrió coqueto.— ya que no haz bailado con nadie, ¿Quieres bailar conmigo?

—no quiero.

—por favor, me has mirado toda la noche.— se puso enfrente de mi y me vi tentada solo por lo sexy que era.

—eso es mentira.

—claro que no, ¿Crees que no te he notado?

—falacias.

—aja... Vamos, una pieza nada más.

—¡Que no Fred!— él sonrió y yo no pude aguantar la sonrisa.

—¿Me vas a decir que no vas a bailar en una boda?— pregunto jalando de mi cintura.— no seas terca, ven acá.

No dije más y nos adentramos en la pista de baile. Esto estaba mal probablemente, pero resistirse a Fred con traje era muy díficil.

—¿Ya puedo decir cómo te ves con ese vestido?— pregunto acercándome a el, no había corriente de aire que pasara entre nuestros cuerpos. Sostuve mi copa tras su cuello y sonreí.

—no. Se exactamente como me veo.

—¿Y como te queda?— sus manos bajaron de mi cintura a mi espalda baja cerrando los ojos.— Merlín, podría morir sumergido en ti.

—Fred... Basta.— pedí. Aún así no podía dejar de mirar sus ojos, si no estuviéramos en esta situación lo hubiera besado como loca devorando sus labios pero me limité con mirarlos.

—disimula al menos, ¿No?— esbozo una sonrisa y se inclinó un poco más.— o mejor no te aguantes y me besas.

—te gustaría, ¿No?— sonreí y me incline fingiendo que lo iba a besar pero lo esquive llevando mi copa a mis labios.

El río y su aliento llegó a mi cuello erizando mi piel.— eres mala.— se inclinó más quedando apoyado en mi cuello.

—¿Creíste que te iba a besar? Lo siento.— la música se volvió lenta y era con un toque sexy. Fred rozo sus labios con mi cuello causandome tantas cosas que me quise quitar, pero el me agarró bien.

—te traigo vuelta loca, ¿No es así?

—no, claro que no... Solo me dio cosquillas.— mentí y terminé mi copa para dársela a un mesero que iba caminando.— gracias.

—mentirosa.— esperaba que me besara pero se separó con una sonrisa.— y por mentirosa no te besaré.

—no me importa.— lo mire a los ojos reprimiendome el besarlo yo y regañarlo por no besarme.— ¿Que castigo te pondré yo por mentirme tres veces?

—castigos... Uy.— sonrió entusiasmado y sabía que significaba esa sonrisa.

—bueno, si ya te termine no se que castigo más podría ponerte.— el palideció.

—¿Es... En serio? ¿No jugabas con lo de terminar?

—no Fred, no estaba jugando. Los engaños no se perdonan.

—carajo, ¿Vas a seguir con eso?

—hasta que me demuestres lo contrario.

—esta bien, lo acepto.— sonrió.— pero cuando te demuestre lo contrario quiero que te arrodilles y te ganes el perdón tragandote tus propias palabras... Entre otras cosas.— trague en seco.