𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

77. ¿y para cuándo nuestra boda?

—la he pasado muy bien.— confeso Fred en el jacuzzi con Lea en sus piernas.— me siento muy feliz.

—¿Muy feliz?— el asintió.— del uno al diez.

—mmm... Veinte mil.

—eso no estaba en la escala, pero supongo que es porque lo debes estar.— se levantó solo para ponerse a horcajadas de el.

Fred se alarmó de inmediato y su vista de forma inconsciente recorrió su cuerpo quedándose en sus senos. Jamás pudo evitar el mirar esta parte, más aún cuando ella usaba escote y en este caso bikini. Sus senos eran redondos y medianamente grandes, entre trasero y senos siempre eligió trasero pero Lea tenía las dos cosas geniales y su vista era como un imán atraído a estos.

—hey, ¿Me estas escuchando?— pregunto tomando sus mejillas, Fred por fin reaccionó algo.

—¿Cómo?

—te estoy preguntando si me estas escuchando Fred.— repitió acomodándose.

—ah claro.

—entonces responde a mi pregunta.— el tomo aire y pensó... Había un 50% de probabilidad que le acertara diciendo que si o que no, pero se decidió por la ultima.

—no.

—¿No?— frunció el rostro.— agh, que pesado.

—¿Por qué?

—porque quería hacerlo.

—¿Hacer... Que... Exactamente?

—el sacar tus cejas y luego ponerte una mascarilla.— Fred asintió.

—hazlo.— sus manos pasearon por sus caderas y se tento de una manera al querer tirarla más hacia adelante, pero no, el era fuerte.

Aún así su mirada fue a esos senos, que maravillosos eran.

—¿Te gusta mirar?— pregunto Lea. Fred estaba completamente hipnotizado pero al escuchar la pregunta asintio sin dudarlo.— ¿No te gustaría más tocar?

—me encantaría...

—¿Me lo quito?

—por favor.— ella se desabrochó los tirantes y el los agarró.— espera, espera... No se si sea una buena idea.

—¿No? ¿Por que no?

—¿Por qué? Tú ya sabes el por qué. Te voy a ver y me voy a calentar y una vez que mire no me voy a aguantar porque contigo no puedo y lo sabes.— iba a soltarla.— mejor... Olvídalo...— cerró los ojos y meneo la cabeza.— ¡Ay Merlín! ¿Que hago?

—bueno... Tocar no es nada.— elevó los tirantes y el los sostuvo.— está en tus manos el abrocharlo o quitarlo.— se inclinó a agarrar su mandíbula para alzarlo y atrapar sus labios.

Fred cerró los ojos aún sosteniendo los tirantes de aquel bikini que le impedía ver la octava maravilla. Sus manos fueron a su cintura y ya su espalda se sentía muy caliente, eso era una clara señal de todo.

—Lea... Eres mi jodida debilidad.

—eso me gusta.— admitió chupando sus labios.— ahora bésame más.— susurró tomando su nuca. ¿Quien era el para negarse? Abrió la boca par ladearse y capturar el exquisito sabor a sandía que le había dejado ese chicle, su lengua entro a juego juntandola con la de ella y ya sus manos soltaron aquel prenda para subir a desabrochar la parte de su cuello y tirarla.

Sintió sus dos pechos pegándose a su pecho con sus pezones duros y esto le gusto aún más y sus largos dedos se enterraron con fuerza en sus caderas.