1. no tengo padres.

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-uy si, que ruda Lea.- la amiga de Fleur Delacour empujo a Lea.- eres igual de perra que tu padre, aunque un poco más... Pulgosa.

-Julia basta.- pidió la rubia totalmente avergonzada.- estás siendo grosera.

-no Fleur, esta bien, ¿Sabes?- dio un paso hacia la chica.- yo igual trataría a alguien asi de mal si se que mi novio fantasea con engañarme con esta.- Lea sonrió.- lo entiendo cariño, es que eres una asquerosa por dentro, estás podrida. Pobre de ti, te hace tanga falta un buen polvo... Pero hey, allá en la esquina hay unas chicas que si les pagas bien... Quizás, ¿No?

-¿Que insinuas, perra barata?- chillo horrorizada.

-¡¿A quien llamas perra?!- Lea se acercó peligrosamente.- repitelo y te juro que te mato, maldita.

-pe-rra.- repitió lentamente desafiando a la pelinegra. No contó ni tres segundos cuando la chica tomo sus cabellos rubios y la jalo con ella hacia el suelo para jalonearla.

-¡No puede ser!- chillo Fleur cubriendo su boca sin saber cómo separarlas.- ¡Ya chicas! ¡Basta!- grito asustada. Las dos la ignoraron jaloneandose entre ellas, aunque la clara ventaja la llevaba Lea.

La directora llegó al escuchar gritos de varias chicas.

-¡Se me separan desde ya!- grito en un tono alto. Lea soltó con fuerza a la rubia quien quedó llorando en el pelo recogiendo unos cuantos mechones de su linda melena rubia.- ¿Crees que son formas de comportarse, Black? ¿Acaso te enseñaron modales?

-disculpe que se lo diga, pero no cuestione mis modales cuando se acostaba con ese hombre apestoso y barbudo de Hogwarts.- respondió parándose recta sin dejarse intimidar por la alta estatura de la mujer.

Todas las estudiantes jadearon, y es que nunca pudieron creer lo grosera que era con la mismísima Madame Maxime. Desde las más pequeñas le tenían un respeto increíble, y cuando llegó Lea solo expresaba lo justo y necesario de modales que se le entrega a un mayor... Aunque a veces cruzaba límites.

-¡Que irrespetuosa y vulgar!

-¿Vulgar? ¡Vulgar usted! Y en carrozas... Ni siquiera una cama.

-¡Ni una sola palabra más! Eres una chica indolente.- negó con decepción.- te mandaré de vuelta con tu padre, ¡Juro que intente educarte algo! ¿Pero tú? Tú eres imposible de educar, Lea Black.

-aja, es una pena... Si quieres llorar no te culpo.- se burló. La alta mujer tomo su brazo y la llevó a rastras a su habitación.

-¡Ordena tu maleta de inmediato! ¡Este mismo fin de semana te irás! Oh, y creo que queda más que claro... ¡No entraras de nuevo a este colegio!

-como si quisiera estar acá, vieja ridícula.- gruño entre dientes sintiendo el aire del portazo llegando a su rostro.

No le importaba en lo absoluto que la corrieran del colegio. A lo largo de su vida siempre la habían echado de varias escuelas, como: el colegio de magia en México, el de chile y argentina. Si era sincera ya ni siquiera le importaba, porque sabía que en ningún lado de este mundo tenía un solo amigo. De pequeña vivió con su cruel tía hasta que se escapó y así comenzó el viaje de escuela en escuela. Las circunstancias de aprender a valerse por sí misma sola la obligaron a ser alguien más independiente de lo que le gustaría.

¡Pero ella quería estar en Hogwarts! Siempre lo quiso ya que Lupin le hablaba de este maravilloso lugar. Su padre, Sirius, no la quería cerca y odiaba que por esto ni siquiera se acercara a su país...

Ordenó su maleta como siempre lo hacía y la cerro. Admiro la habitación una última vez con una pizca de nostalgia antes de ir al despacho de Madame Maxime. En el fondo no era mala, y sabía que debía una disculpa. Cuando entro y se sentó frente a ella suspiro.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora