86. somos instantes.

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—no recibo visitas apuradas.— le explicó Lea a su remplazo de secretaria.— en serio tengo demasiado trabajo.

—es que dice que la conoce, que es urgente.— Lea suspiro.

—dígale que solo cinco minutos.— la secretaria salió y Lea siguió ordenando el desastre de papeleo que tenía.

—hola...

Esa voz.

—Michelle.— levantó la mirada con sorpresa y asombro.— Michelle... ¿Que...?

—¿Que hago acá?— sonrió suspirando.— necesitaba venir a verte.

—¿A... Verme? ¿A mi?— Michelle asintió.

—es que...— apuntó su estómago.— no puedo estar mucho de pie, estoy embarazada.— Lea palideció, y en ese instante sintiendo un inmenso dolor de estómago, Michelle al notarlo negó urgida.— ¡No, no, no! ¡No creas eso! No es de Fred, no podría ser de Fred.

—pero...

—¡No! Te juro que no.— negó caminando a la silla y sentándose.— Lea, escúchame... Cuando me fui de acá me fui devastada, ¿Sabes? Yo realmente me sentía horrible por todo, por mi corazón roto y por mi comportamiento tan inmaduro... Pero conocí a alguien y fue como amor a primera vista, y fue tan fuerte que la noticia del embarazo fue nada más que felicidad.

—no estoy entendiendo nada...

—solo... He estado muy sensible, ¿Sabes? Las hormonas son un lío, ando muy sensible y yo...— las lágrimas comenzaron a salir.— en estas últimas semanas no he dejado de pensar en ti, ¿Sabes? En como me comporte...

—Michelle, eso ya no es importante.— aclaro Lea aún sorprendida por tenerla enfrente.

—pero para mi lo es, y es que necesito sacar esto.— suspiro.— cuando llegue al callejón conocí a Fred y yo no sabía que estaba contigo, créeme que de saberlo no hubiera pasado nada... Fred me dijo que solo eran relaciones de ese tipo y yo acepte porque a mí sí me gustaba, y de alguna forma me fui enamorando de él y cuando tú llegaste ya tenía mis sentimientos... Y solo pensé en mi, fui una egoísta y quería que Fred me amara como yo creía que me merecía, pero cuando conocí a la persona correcta... Me di cuenta que no merecía eso, ni siquiera conformarme con algo así. No estoy diciendo que Fred sea malo, a Fred lo quiero mucho y se, tengo claro que tú eres su persona correcta y por eso tomo los buenos caminos.— Lea le sirvió un vaso de agua para que se relajara.— tampoco vine a hablar de eso. Vine para pedirte perdón, y es que yo no soy mala, jamás lo he sido... No quiero ser la villana de una historia.

—no Michelle, no creas que yo pienso eso de ti. Cuando pasó todo... Me sentí horrible, créeme que si, pero siempre fue porque me sentí traicionada por Fred, no por ti que tú no sabías.— aclaro acariciando su espalda.— si lo que pasó es algo que te atormenta por favor déjalo ir, creme que yo no te guardo ningún rencor. Te perdonó.

—ay Lea.— la abrazo aún llorando.— fuiste alguien que me ayudó, alguien que me dio un puesto importante y lo desaproveche por boba.— se separó.— pero gracias, era lo único que necesitaba para poder por fin empezar una vida feliz sin deberle nada a nadie.— acarició su estómago y sonrió.— también espero que tú seas tan feliz como yo.— y Lea noto su anillo de compromiso.

Uno como el que le iba a dar su Fred.

Y lo más impresionante era que fue completamente sincera al igual que Michelle. No le guardaba ningún rencor, porque lo malo que pasó fue por Fred. Michelle se sintió culpable y fue a pedir perdón lo que le pareció tan admirable a Lea, no tenía proque hacerlo y lo hizo. Michelle se equivocaba en algo, y es que ella no iba a ser más feliz con Fred y llegar al nivel de Michelle, porque ya habían superado esos niveles, pero si quedo pensando en el anillo.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora