𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚- 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 [+18]

62. estas despedida.

Lea despertó en su habitación y abrió los ojos lentamente, se dio cuenta que estaba subiendo y bajando ligeramente y ahí se dio cuenta, estaba en el pecho de alguien y no cualquier alguien, nada más y nada menos que el mismísimo Fred Weasley. Al recordar lo que pasó ayer no pudo evitar sonreír, el la llevo a su habitación por lo débil de sus piernas y aún así continuaron hasta estar saciados.

A penas se movió ligeramente un dolor agudo y fuerte llegó a su zona y caderas, sus muslos dolían como cuando escaló dos días unos cerros y su abdomen como si se hubiera ejercitado por dos horas, Fred Weasley le movió los intestinos.

Fred comenzó a despertar y se estiró un poco tomando un profundo respiro seguido de un bostezo, acarició su cintura con una gran sonrisa y de forma lenta, con mucho cuidado la acomodó pensando que aún dormía para hacer cucharita. A pesar de tener manos grandes el era sumamente delicado con ella, muy suave cuando quería.

Lea se quejó y Fred supo que vinieron los dolores, pero él ya estaba preparado y ¡Aish! Se le quedó la poción en su piso, era un inútil, su mano acarició con delicadeza su estómago.

—iré por poción para el dolor, ¿Esta bien?

—por favor.— se quejó y el llevo su cara a su cuello para besar este.— Fred, si vas de inmediato alcanzaremos a flojear un rato antes de ir al trabajo.

—entonces voy altiro.— se levantó de un brinco para poner sus pantalones y su camisa, rápidamente tomo su varita y fue a su oficina, recogió la ropa del suelo que estaba tirada desde ayer y fue a por la poción lo más rápido que pudo, volvió de inmediato y se la sirvió, Lea la bebió y pudo respirar con alivio. Fred se volvió a quitar el pantalón junto a su camisa y Lea abrió los brazos.

El ni tonto se metió entre estos comenzando a besar su cuello repetidamente, rodeo su cuerpo y abrió sus piernas para quedarse ahí acostado, Lea lo tapo con las sábanas por el frío que hacía a esa hora, estaba helado.— que placer estar entre tus brazos Black.

Ella río cerrando los ojos.— tengo un poco de sueño, ¿Quieres dormir un rato más?.

—contigo si.— cerró los ojos y rápidamente cayó en un profundo sueño.

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—¡Tú tuviste sexo!.— gritó Vivian, Lea negó asustada cubriendo su boca por lo fuerte que lo dijo.

—habla más bajo...

La castaña rio quitando su mano.

—tuviste sexo.— grito en un susurro alargando la "o".— dime quien fue pequeña ramera.

—no, no, no.— rio roja por ser descubierta.— ya calla.— se quejó ruborizada recostandose en su silla de oficina.

—¡Cuéntame! Vamos, aprovecha que Emily está de vacaciones con Percy, Carla y Oliver por el mundial, soy tu amiga.— bufó sentándose en el escritorio esperando el chisme.

—esta bien... Es que tienes que prometer que no le contarás a absolutamente nadie.

—¡A nadie! Ni siquiera a mi prometido, pff mi prometido ¿Quien es?... Es broma, déjame contarle a Charlie, solo a el.

—¡No! Es que no le puedes contar a el, te lo juro que no.

—ay está bien, a nadie, a nadie se lo diré.— prometió poniendo atención.

—estuve con Fred Weasley.

—Fred Weasley... ¡¿FRED WEASLEY?!¡OH POR DIOS!.— gritó cubriéndose ella misma la boca, Lea río y asintió mientras Vivian parecía no creerlo.— Merlín, es un salvaje, mira ese cuello, y es el hermano de mi prometido.