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23: (+18) Soldier, Poet, King- The Oh Hellos

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IMPORTANTE LA NOTA DEL FINAL

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Que una mano se posara en su hombro, sacudiéndola con cuidado, la hizo ponerse alerta. No sabía el porqué, pero desde bien pequeña había tenido esa manía de despertarse de golpe, asustada, como si de verdad fuera a secuestrarle ese monstruo que la acechaba en las pesadillas. Ahora, de mayor, seguía con la costumbre de pensar que algo malo iba a ocurrir en cuanto abriera los ojos, por ello se alzaba con cierto temor a descubrir que era aquello que la esperaba en la realidad de la vida.

Cuando logró despertarse y descubrió allí a Delian sonrió abiertamente, contagiándole este gesto al rubio. Aquella noche no habían estado juntos. Olivia había esperado a Delian al principio de la noche, deseando que él llegara para poder tener un momento a solas, pero al final cayó dormida. Había estado bastante cansada y no había podido aguantar mucho más despierta.

—Buenos días, hada —susurró el rubio, acercándose a ella para dejarle un beso en la frente. La rubia se incorporó, curiosa al encontrárselo tan temprano en la habitación. Quizá era por la falta de la noche anterior, aunque tampoco pasaba nada. Ella comprendía que había días en los que los dos necesitaban descansar.

—¿Por qué estás aquí? —cuestionó, algo ida, frotándose los ojos para poder comenzar a despejarse.

—Vengo a por ti. Vamos a desayunar y comer cerca del río Níver, ¿te apetece? Tengo la mañana libre y quiero pasarla contigo —cuando Delian dijo aquello, Olivia se quedó sorprendida. Era la primera vez que lo escuchaba decir algo como aquello, de que estaba libre, sin tareas que le impidiera pasar el tiempo como cualquier joven de su edad—. Sé que anoche no pude pasarme, Olivia, pero he tenido mucho trabajo y cuando acudí estabas dormida. No quise despertarte —aquello la hizo sonreír, porque sabía que el príncipe no mentía.

—No te preocupes, anoche yo también estaba bastante cansada. Pero ¿tu familia no dirá nada de que nos vayamos solos? —cuestionó.

—Han ido a pasar el día con unos familiares y se llevan a Yori. Hasta Samka se ha ido con ellas, así que estamos completamente solos —aquellas últimas palabras fueron dichas con algo de ilusión por parte del príncipe, quien deseaba pasar algo más de tiempo junto a Olivia. Era cierto que la situación con Pretosh no era la mejor, pero él también necesitaba un descanso, como todas las demás personas.

¿Qué podía pasar por una sola jornada de descanso?

—En ese caso, me parece demasiado bien que vayamos al río Níver —respondió la escritora, causando que Delian dibujara una sonrisa tímida en su rostro. Ella también deseaba pasar más tiempo junto a él, pues quería conocer cada pequeño detalle de su persona. Delian era intrigante y Olivia quería saber todo de él. Nunca le parecía suficiente porque sabía que el príncipe guardaba demasiado carácter bajo esa faceta que él ya había dejado caer.

Durante el día anterior, después de haber visitado al prisionero rebelde, les había sido imposible el encontrar un momento a solas. Toda la familia del príncipe lo buscaba, queriendo saber noticias de los reyes, las que no llegaban. Nadie estaba especialmente asustado, el correo tardaba bastante, era lógico que todavía no hubiera ningún comunicado por parte de los reyes.

Ni siquiera por la noche lograron estar juntos. Olivia lo esperó, creyendo que él iría, pero la realidad era que Delian había caído en los brazos de Morfeo demasiado pronto. Estaba agotado, así que fue en esos momentos donde decidió que necesitaba un día, solo uno, en el que respirar un poco de aire libre, alejándose de su familia. Ahora, tras todos sus años de infancia y adolescencia, estaba comenzando a ponerse él primero, como una prioridad. Se sentía bien, dándose ese cariño y amor que antes se había negado. Le gustaba permitirse cosas como aquel día libre, junto a la escritora.