Dividida | NOVELA DESTACADA @WattpadFantasiaES

39: 𝐒𝐤𝐲𝐟𝐚𝐥𝐥 - 𝐀𝐝𝐞𝐥𝐞

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El corazón de Olivia todavía galopaba desbordado cuando llegaron a las puertas del castillo de Aghtak. Ya ignorando la razón de que les estaban persiguiendo unos hombres a caballo vestidos de negro, cosa que parecía haber puesto muy nervioso a Delian, ahora sumaba el hecho de que se encontraba en el mismo edificio donde la habían torturado. La lluvia que caía era bastante constante, por lo que los ropajes de ambos jóvenes ahora estaban bastante húmedos y goteaban al suelo. Se avecinaba una buena tormenta.

—¡¡Bajad la puerta, ya!! —el grito de Delian alertó a los guardias de la entrada, más cuando lo vieron cabalgar a toda prisa, con una chica agarrada a él. El príncipe estaba demasiado asustado, cosa que comprendieron cuando vieron que la gente que iba sobre los caballos tenía las vestimentas de color negro. Eran guardias de Daghtak, el reino enemigo, así que no debían dejarlos entrar por nada del mundo.

Tal como ordenó el príncipe, los guardias bajaron la puerta que daba a la entrada principal del castillo, aunque no sabían si iba a dar el suficiente tiempo como para que no pudieran pasar aquellos que corrían en caballos. Por seguridad, no fue la única, sino que dieron órdenes para que comenzaran a cerrarse las demás que rodeaban el castillo. Muchos guardias comenzaron a correr hacia el frente, también agarrando los arcos por si daban la orden de comenzar a atacar. Fue un respiro para todos cuando la puerta sí logró cerrarse antes de que llegara la gente de Daghtak, quienes tuvieron que parar en seco. Mientras, Delian y Olivia bajaban del caballo, respirando con algo de dificultad.

—¡¿Por qué estamos huyendo de ellos?! —cuestionó Olivia, mirando a Delian sin comprender nada. Sabía que el reino blanco y el negro eran enemigos, ¡pero ella era conocedora de que no eran malas personas!

—¡No te acerques, Olivia! Son enemigos. No sé a qué han venido, pero seguro que a nada bueno —exclamó el príncipe al ver que la rubia daba un par de pasos hacia el frente. La agarró del brazo, queriendo impedir que ella caminara hacia allí. Pero cuando vio que los guardias comenzaban a armarse, disponiéndose para comenzar a disparar, sus ojos se abrieron con sorpresa y miedo.

—¡No! —gritó ella. No sabía por qué estaban allí las personas del reino de Daghtak, pero no debían comenzar a luchar— ¡Para esto, Delian! —exigió, nerviosa, queriendo que no muriera nadie. Los del reino de Daghtak también se pusieron en posición de defensa, viendo que los guardias tenían los arcos en las manos, listos para la acción en cuanto alguien de la familia real les diera la orden.

Pronto aparecieron los reyes, casi corriendo hacia la entrada y buscando a Delian, pues les habían avisado de la llegada de gente de Daghtak a las puertas de su castillo. El rey miró a su hijo y apretó los puños cuando lo vio al lado de aquella maldita escritora. Tuvo que reprimirse, porque ahora tenía un asunto mucho más importante con aquellos estúpidos de negro.

—¡¿Qué está ocurriendo?! —cuestionó Látira, llevándose una mano al pecho.

—¡¿Qué has hecho, Delian?! —Barcon se acercó a su hijo gritándole con un gran nerviosismo. Olivia agarró a su amado del brazo, queriendo alejarlo de aquel ser inmundo. Verle la cara le había causado una lluvia de recuerdos y de rabia que no sabía si podría controlar por más tiempo.

—¡No lo sé! Estábamos en su casa cuando empezaron a salir de todo el bosque. Creo que es una emboscada —respondió Delian, abrazando a la rubia.

—Tenemos que atacar antes de que ellos lo hagan , ¡ya! —respondió el rey.