Dividida | NOVELA DESTACADA @WattpadFantasiaES

[II] 25: Game of Survival - Ruelle

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Olivia despertó por la mañana como si se encontrara fuera de lugar. Alzó una mano y la dejó caer en el lado opuesto de la cama, buscando allí el cuerpo de su pareja. Pero, para su sorpresa, Delian no estaba allí, junto a ella. Abrió los ojos al notar el vacío, pensando en que, quizá, el chico se encontraba vistiéndose. Pero tampoco escuchó ningún ruido más, por lo que se sintió sola en la recámara.

La princesa se incorporó en la cama, frotando sus ojos, sin saber dónde se encontraba el rubio. Hubo una punzada en su pecho que le advirtió de algo, una alarma tenue que ella trató de apagar. Pensó que, quizá, se había levantado demasiado temprano. O, al menos, eso rogaba. En su mente no podía caber otra posibilidad, no debía. Tratando de mantenerse tranquila, agarró el cuaderno de su madre y continuó leyendo, pasando páginas y minutos que le parecieron casi eternos.

La realidad era que estaba llegando al final del diario, apenas le quedaba un par de días narrados para terminarlos. Pensó en levantarse e ir en busca de Delian, pero imaginó que quizá él había ido a dar una vuelta, así que tardaría poco en regresar. Por ello, se acomodó y continuó leyendo, casi al mismo tiempo que su corazón se aceleraba al llegar al último día. Lo que puso todo su sistema en alerta fue pasar la última página escrita, de donde cayó algo hacia su lecho. Entre el negro de las sábanas, Olivia descubrió una hoja seca.

Se trataba de una hoja que dormía entre las páginas del diario. La conocía bien, ese pequeño trozo de árbol consiguió erizar toda su piel del cuerpo. Era blanca, con ocho puntas. Se trataba de la hoja de Xien, aquel árbol que ella vio nada más llegar al mundo de Taghk. Y su memoria voló, de golpe recordó a Sirtio y las palabras que él le mencionó

«—Calma tu sed de venganza, guerrera de corazón noble. Recuerda bien las ocho puntas para cuando vuelvas a ver esta hoja. Solo cuando la vuelvas a ver, acude a donde viste este árbol. Acuérdate bien de todo. Cuando vuelvas a verla, es tu señal para regresar a Oscert. A tu bosque» rememoró con la voz de aquel ser mágico que le hablaba. Su cuerpo se puso nervioso al momento, agarrando de nuevo el cuaderno y leyendo aquella última página. Se trataba, sin saberlo, del día en el que su madre murió.

«Esta mañana he recibido una noticia que me ha dado algo de esperanza. Látira ha hecho enviar una carta, por un espía, hasta mí. En ella, me dice que quiere verme, con lo que estoy de acuerdo. Me siento demasiado feliz de saber que me echa de menos, más todavía después del nacimiento de su primer hijo, del que, como ya dije, me enteré hace unas semanas. Se llama Delian y es un niño de cabellos rubios, por lo que me han contado. Me muero por conocerlo, por saber que mi hermana se encuentra en buen estado tras dar a luz. Solo quiero que también conozca a Níveram, la niña de mis ojos, aquella que estoy segura de que llegará a amar.

Esta noche nos encontraremos en Oscert y solo espero que todo vaya bien, le contaré todo aquello que sé para poder crear la paz entre ambos reinos. Látira no tiene la culpa de nada, aunque su marido sea quien ha separado Daghtak de Aghtak. Nunca me ha caído bien, sigo pensando que él no debería ser regente de mis tierras. De las nuestras, de Látira y mías. Sé que nuestros padres nos las dejaron en su lecho de muerte y él... las reclamó como suyas por tener un maldito anillo en el dedo. El amor de Látira por él no debe ser mayor que la justicia.

Aunque también soy consciente de que debo ocultar esto a Ramkov. Él se preocupará por mi seguridad, porque pensará que no debo acudir y quién sabe qué más. Pero yo sé que no va a pasar nada malo. Ella ha utilizado nuestro lenguaje clave, sé que se trata de mi hermana.