Prólogo: Castle - Halsey

2.3K 269 94
                                    

Hace algunos años...

Allí donde la blancura y lo más oscuro se fundía en uno solo, una muchacha corría por la orilla del río Níver hasta llegar al bosque más profundo de ambos reinos. Era de noche y la oscuridad tragaba todo a su paso, hundiendo las pupilas de la chica en la luz más lóbrega de los reinos.

Tenía su cabellera rubia amarrada en una cola deshecha, que se agitaba de un lado a otro por las sacudidas de su cuerpo. Sus pasos, incesantes y nerviosos, demostraban el estado en el que se encontraba. Intentaba que sus pies funcionaran lo más rápido posible, ansiosa, temiendo en lo más hondo de ella aquello que iba a ocurrir.

Pero la herida que tenía en su tobillo la dejaba a merced de esa persona. Además, la sangre le corría desde la frente hasta la barbilla, mareándola por la pérdida y el golpe que había recibido con anterioridad. Ni siquiera sentía dolor por el gran instinto de supervivencia que se había despertado en su interior.

Había criaturas mágicas en el bosque, era cierto. Pero no eran lo más peligroso que pisaba esa noche el lugar. La peor bestia que tenía los pies puestos sobre el bosque era una persona, con dos pies, dos ojos y una cabeza.

Debía huir si de verdad deseaba volver a abrir los ojos por la mañana. Habían sido pequeñas señales las que la habían hecho sospechar, pero hasta ahora ya no lo veía demasiado claro. Desde luego, aquella noche había sobrepasado el límite.

—¿Dónde estás, querida Medina? —esa voz consiguió ponerle el vello de punta, mientras intentaba no hacer ningún ruido.

Se escondió detrás de un árbol, haciendo un esfuerzo por respirar de forma más pausada. Los latidos acelerados rebotaban en el interior de su anatomía, causándole hondos pinchazos que la dejaban sin aire.

Tragó saliva y miró al cielo. No rezó. No pidió a la diosa y tampoco rogó. Sus últimos pensamientos solo fueron para ella misma, en un instante de pánico y shock al saber lo que iba a ocurrir.

Medina solo se arrepintió de no haber disfrutado la vida de una forma más sencilla. Quiso despertar de nuevo y deshacer todos sus pasos. Solo con un par de decisiones, aquello no estaría ocurriendo.

Quizá hubiera mirado más puestas de sol, mientras se quedaba sentada en la hierba escuchando las pequeñas rachas de aire. A lo mejor se habría fijado más en las pequeñas cosas, como las risas y las lágrimas de felicidad. Si volviera, saldría más veces de su habitación para ver a su familia, les habría prestado más atención y expresado cuánto los quería. Aunque su relación era algo inestable, era su familia y les quería.

En cuanto una mano se plantó en su antebrazo, supo que todo había acabado. Cerró sus ojos y lloró, ahogándose en todas las lágrimas que nunca había derramado. Mareada, respiró hondo antes de que tiraran de ella y le dieran un final más que terrorífico.

Aquella noche, su voz se apagó en el bosque.

Dividida | NOVELA DESTACADA @WattpadFantasiaES  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora