11: Saw you in a dream - The Japanese House

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—¿Qué me dices, qué te parece? —la pregunta de Samka hizo que Olivia se mirara en el tocador, aunque el espejo no era de demasiada calidad. Sí que pudo averiguar su figura y más o menos cómo quedaba aquel hermoso vestido sobre ella. La prenda pesaba bastante y le apretaba un poco, aunque era cómodo y podía moverse con él. Pero, lo que más destacaba de la prenda es que era hermosa.

—Es alucinante —musitó Olivia, sonriendo de forma amplia. Hacía mucho tiempo que no se sentía así: preciosa. Había descubierto que los vestidos de Aghtak, que tenían cierto aire a los medievales que ella había conocido por libros, eran una gran perdición para ella—. No me puedo creer que vaya a llevar esto mañana, jamás me he puesto algo tan bonito.

—Es una buena ocasión, el cumpleaños de mi hermano va a traer a mucha gente y tú debes lucir hermosa —le respondió la castaña, terminando de arreglar la falda del vestido—. De cierta forma vamos a presentarte a ti también.

El vestido era blanco, con un corpiño que se adhería a la perfección a la cintura de Olivia. A partir de sus caderas, el vestido se hacía más ancho, pues la falda era redonda y abultada por la enagua que portaba. Lo que más adoraba Olivia de la prenda eran las mangas, que caían en pico, desenfadadas, dándole un aspecto todavía más mágico. El encaje ocupaba gran parte de él, haciéndolo hermoso a la vista. La figura que le dibujaba en el cuerpo era pronunciada, pero llena de curvas y mostrando los atributos de la chica. Hasta lograba realzarle el poco pecho que tenía.

—La verdad es que te queda muy bien, es una de mis mejores creaciones —respondió Samka, orgullosa de lo que había hecho. Adoraba la costura. Además, había recibido clases desde bien pequeña, de mano de los mejores diseñadores de Aghtak. Se alegraba de que la rubia estuviera en el castillo, aparte de tener una nueva amiga contaba también con alguien que llevara sus diseños—. ¿Usted qué piensa, Xensa? —la sirvienta, que tenía la mirada agachada, la levantó cuando la joven princesa mencionó su nombre.

—E-es muy hermoso, princesa —exclamó, volviendo a bajar sus ojos. La castaña la miró extrañada, frunciendo el ceño. Había descubierto que intentaba no vislumbrar a Olivia, evitándola.

—¿Qué le ocurre? ¿Por qué no la mira? —cuestionó. Olivia, a su lado, resopló. No era la primera que no la miraba a los ojos. Todos los sirvientes agachaban la mirada en cuanto ella aparecía por algún lado. Le hacían caso, pero no la observaban, como si fuera una apestada en el castillo.

—Órdenes del rey Barcon, señorita Dreican —respondió la mujer, algo avergonzada. Cuando las dos jóvenes escucharon aquello, se miraron en silencio, extrañadas. No podían creer que Barcon hubiera dicho algo como aquello, alcanzando un nivel inimaginable.

—¿Tu padre les ha ordenado que no me miren? Pero ¿por qué? —preguntó Olivia, sin entender nada de aquello. ¿Qué razón tenía ese hombre para odiarla tanto?

—No lo sé, Olivia —la castaña se giró hacia la sirvienta, acercándose poco a poco a ella—. Xensa, claro que puedes mirar a los ojos a Olivia. No comprendo por qué mi padre os ha ordenado esa tontería —musitó, mientras la mujer respiraba y alzaba la vista.

—Por favor, princesa, no le diga nada a su padre. Él amenazó con hacernos daño, no quería que la viéramos, pues se extendió el rumor de que era una rebelde —musitó la mujer, temerosa. Samka comprendió, mientras la otra muchacha solo pudo resoplar.

Ahí estaba la causa, la razón por la que el rey le tenía tantísima rabia. ¿El ser rebeldes era tanto pecado bajo sus ojos? Al fin y al cabo, hasta estos rebeldes habían nacido en la misma tierra que él. Por lo menos deberían respetarse unos a otros, en lugar de tener tantísimo odio.

Olivia ya era consciente que el odio estaba dentro de la naturaleza humana, siendo prácticamente innato en las personas. Hasta en el mundo paralelo existía.

Dividida | NOVELA DESTACADA @WattpadFantasiaES  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora