MADNESS 🍀 Scorly

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Durante el resto de la semana no volvieron a tocar el tema del brazalete, y Albus no se había equivocado, James también le había reclamado, por lo que Lily prefirió no tocar el tema por el resto de la semana hasta regresar a sus hogares. Durante la última cena, Lily se cubrió el rostro cuando McGonagall informó los puntajes obtenidos por las casas, si su memoria no le fallaba Gryffindor había obtenido el puntaje más bajo en la última década como mínimo, y en la cara de la directora se notaba la vergüenza por ese puntaje. Y su humor no pareció mejorar durante su último discurso del año, pero hizo una pausa que llamó la atención de todo el alumnado y Lily decidió empezar a prestar atención.

- Bueno, recibí una propuesta y luego de mucho pensarla decidí aceptarla - comentó McGonagall y todos la miraron a la expectativa - Como sabrán, los uniformes que utilizan están impuestos desde hace muchas décadas...

- Tantas que de seguro ni nuestros tatarabuelos existían - dijo Fred con fingida indignación y varios empezaron a reír.

- Si señor Weasley - dijo McGonagall mirándolo con severidad - Pero, quizás es momento de que nos actualicemos un poco.

- Tengo un presentimiento de saber quien esta detrás de esto - murmuró Dominique y Lily la miró con el ceño fruncido. 

- ¿¡Nuevos uniformes!? - exclamó una voz emocionada del otro lado del comedor que Lily no logró identificar.

- Justo cuando nos vamos, que injusticia - se quejó una alumna de séptimo año perteneciente a la casa de Hufflepuff, que Lily recordaba de forma vaga.

- Quizás no los necesitemos - sugirió Mathías y mas de uno lo abucheo. 

- ¡Jóvenes! - llamó McGonagall la atención - No estoy pidiendo opiniones, es una realidad.

- ¿Y serán caros? - preguntó un alumno de segundo año.

- Mejor si dejo que la persona que los diseño aclare las dudas - dijo McGonagall tomando asiento.

De la puerta trasera, donde se ubicaba la mesa de profesores, salió una joven de cabellos rubios y con una belleza poco inusual, junto a un joven con un cabello azul eléctrico, y el corazón de Lily latió de forma desembocada de la emoción al reconocer a prima Victoire junto a su hermano Teddy.

- Primero que nada, guarden sus preguntas para el final, a menos que quieran pasar el resto del tiempo que les queda en el castillo ahí sentados - dijo Teddy con una sonrisa burlona - Ahora mi prometida - prosiguió haciendo énfasis en la última palabra con sumo orgullo, y Victoire se puso sumamente roja - Les hablará sobre su nuevo uniforme, el cual es mil veces mejor que este.

- No lo duden - murmuró Dominique emocionada - Desde que tengo memoria de Victoire en Hogwarts, siempre ha hablado de un cambio de uniforme - le contó a Lily en un susurró.

- Bueno, saben que con el avance del tiempo creo que cada vez nos cuesta más vivir sin llamar la atención - comenzó Victoire que seguía tan roja como un tomate - Eso incluye nuestra ropa, las túnicas en estos últimos años han ido siendo actualizadas para poder pasar mejor desapercibidos, y considere que si los magos adultos ya se están adaptando a estas medidas ¿Por qué no empezamos también con los más jóvenes a esta nueva adaptación?

- ¿Entonces ya no usaremos estas horribles túnicas? - preguntó Lucy con emoción.

- No Lucy, los uniformes no tendrán costo alguno ya que se logró la financiación necesaria para cubrir los costos, y además deberán donar sus túnicas que pueden servir para futuros proyectos y no sean simplemente tiradas a la basura - explico Victoire.