MADNESS 🍀 Scorly

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Las últimas semanas pasaron rápidamente, Lily prefirió no tener que salir de su casa, y tampoco se preocupo por sus clases de piano. Dominique le informó al día siguiente que Adam le había escrito para informarle que habían preferido pasar el tiempo juntos en casa suya, pero no se enteraron de lo ocurrido a petición de Lily, aunque sabía que ese día que regresaban a Hogwarts. En la estación, Dominique no podría aguantar más el secreto, y ella por  parte, veia a todos lados paranoica, temiendo que la sombra apareciera, poniendo nerviosos a sus padres que la miraban alarmados por su actitud.

- Cariño ¿Segura que no ocurre nada? - preguntó su madre por milésima vez.

- No... Papá ¿Puedes ayudarme con el baúl? - preguntó Lily buscando alguna excusa para parar el interrogatorio, no se le podía mentir con facilidad a su madre, y en algún momento sus nervios la harian.

- A ver, ni siquiera en primer año quisiste ayuda- replicó su padre perspicaz.

- Bueno, aprovecha, hago tus deseos realidad- dijo Lily rodando los ojos, colocando una sonrisa traviesa.

- Lily - reprendieron sus padres.

- Vamos, te ayudo - dijo su padre soltando un bufido - Hija, llevas semanas extraña, ni siquiera quisiste salir de la casa, ocurre algo y no quieres decirnos - declaró su padre mientras buscaban un compartimento en el tren, él llevaba su baúl y ella la jaula donde metió a Nieve, quien iba con un disgusto evidente.

- Bueno... - murmuró Lily incómoda y su padre la miró esperanzado.

- ¡Hola padrino! - saludó Rose asomándose por uno de los compartimentos. Lily agradeció su interrupción, aunque se notaba de lejos que, por primera vez, su padre no se encontraba tan alegre de ver a su ahijada.

- Rosie ¿Qué tal todo? ¿Cómo te preparas para este año? - dijo su padre dejando el baúl de Lily en el suelo.

- ¡Genial! Estoy tomando todas las clases que pueda en vista de los resultados de TIMOS, mamá me ha dicho que es súper importante...

- Y que puede influir en tu futuro - concluyó su padre con una sonrisa divertida - Me parece haberlo oído antes - aseguró y ambos rieron.

- ¿Ya sabes donde te quedarás? - preguntó Rose a Lily y ella negó con la cabeza - Quédate aquí, Lucas ya regresa y seguro se emociona de verte.

Su padre refunfuñó y ayudo a dejar el baúl y la jaula de Lily dentro del compartimento, y luego ambos salieron de vuelta para encontrarse con sus hermanos y su madre una ultima vez durante los próximos tres meses.

- Algo ocultan - declaró su madre.

- Claro que no - mintieron los tres al mismo tiempo.

- ¡Solo hablan a la vez cuando lo hacen! - acusó su madre, y por suerte en ese momento sonó el pitido que anunciaba que el tren partiría pronto - Creo que no me queda más que decirles que, por favor, no busquen problemas este año - dijo su madre dándose por vencida.

- ¿Buscar problemas? Me atrevo a decir que ellos nos buscan a nosotros - dijo Lily.

- Eso es verdad - asintió Albus.

- Los extrañare - dijo Lily abrazando a sus padres. Por un momento sentía que toda la tensión acumulada desaparecía, solo los abrazos de sus padres tenían ese efecto - Les escribiré.

- Eso espero  - dijo su padre besando su frente.

- Los quiero - dijo su madre.

Una vez dentro del tren se asomaron por la ventana y el tren empezó a arrancar, agitaron las manos despidiéndose de sus padres hasta que los perdieron de vista.