Nivel 14

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Mantener a sus amigos lejos de su casa fue imposible, los tres estaban tan preocupados luego de lo ocurrido la noche anterior que al medio día ya les tenía instalados en su pequeño sofá de estar. Es completamente normal que esté allí pero estaba tan cansado y su estado anemico no se encontraba al 100% para una visita ¿Pedirles que se fueran? Ja, como si fueran a hacerle caso.
— Ir al hospital no es una mala idea, no sabemos que fue lo que consumiste.

Luz y Fargan estaban sentados en el sofá mientras entre ellos se encontraba un Samuel con muy mala cara envuelto en unas pocas mantas. Justo después de que el rubio se fuera de su casa esa mañana todo su mundo se vino abajo; devolvió el niño contenido que tenía en su estómago un par de veces, comenzó a tener fiebre y un jodido dolor de cabeza que le tenía con más ganas de morirse que de costumbre.

Rubén... La noche.

— Ten, terminarla toda.

Frente a su rostro se encontraba una taza humeante de limonada y gengibre que Willy se había dedicado a preparar en su cocina. Saco sus manos de entre las mantas, agradeciendo con una asentida de su cabeza el detalle de su mejor amigo. Su rostro se contorsiono suavemente por la amargura del te, de igual forma dió un buen trago sin quejarse.

— No volveré a ir a una mierda de esas en mi vida — Murmuro entre dientes Samuel.

— ¡Hey! Las fiestas no tienen la culpa que no seas cuidadoso con lo que bebés — Defendió Fargan, acercando a sus labios la cerveza que había comprado de camino a casa del moreno.

— Lo importante ahora es que estás bien — Willy tomo asiento en el sofá individual frente a ellos — Nada de esto paso a mayores y será algo que recordaremos entre risas en poco tiempo. Gracias al cielo tu amigo se encontraba cerca, Fargan. Rubén ¿No?

Samuel acarició la cálida taza entre sus manos.

— Si, Rubén — Asíntio el mencionado — No sabía que supiera de primeros auxilios pero mira, corriste con suerte — Palmeo el hombro de Samuel con suavidad — Traje cerveza de más pensando que le encontraríamos aquí cuando llegaramos.

— Tuvo que irse — Intervino Samuel, soplando sobre el té — Algo de una pintura que debía terminar, cosas de la universidad.

— Es comprensible teniendo la exposición — Comento Luzu.

Willy rasco su mentón.

— Hablando de eso, me comentó sobre la pintura que le pediste hacer.

Fargan alzo su ceja, bajando la cerveza de su boca. Luzu también observo hacia Samuel confundido por lo que acababa de escuchar.

— ¿Que? — Cuestionó Samuel.

— ¿Encargaste una pintura? — Cuestionó Fargan después confundido — ¿Pero que clase de droga te metieron ayer?

¿Pero de qué estaban hablando? ¿Que pintura? Rubén seguro tenía que ver en todo eso, sabría dios que mentira le había dicho a Willy ¿Cómo iba a salir de eso?

— Ah... Eso. Si — Se encogió de hombros — No es nada importante, supongo que todos podemos cambiar nuestros pensamientos sobre ciertas cosas ¿No?

— ¿Es para esa misteriosa chica de la que nos habías hablado? — Indagó Willy con curioso, inclinándose hacia adelante.

El aludido sonó su garganta con incomodidad, desviando su mirada tanto como quería desviar el tema a otra cosa.

— ¿Vas a regalarle una pintura? ¿Por qué una pintura? — Fargan mostró una mueca sin entender.

— Le gusta el arte — Murmuro, sorbiendo el té.

OtherLife [Rubegetta] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora