OtherLife [Rubegetta]

Nivel 37

Tocó la puerta y esperó. Volvió a tocar y siguió esperando. Continuó tocando sin detenerse esta vez, siendo de poca importancia que pudiera estar perturbando el tiempo de estudio de algún alumno. Pobre de aquel que fuera a tocarle los cojones en ese momento.

Después de unos 5 minutos de estar aporreando la puerta con sus nudillos ésta por fin se abrió. La nube de humo que salió de la habitación irritó de inmediato sus ojos, el fuerte olor de cigarrillos provocando una mueca asqueada en su rostro. Su mano se movió rápidamente para evitar que la puerta se cerrará justo frente a su cara, no permitiría que se escapara.

— Vete — Escuchó del otro lado — Antes de que te vea alguien, vete.

— Tenemos que hablar.

Sintió la fuerza aumentar pero no era suficiente para cerrar la puerta, él era mucho más fuerte y era una lucha que Samuel ganaría más temprano que tarde.

— Ya te dije que no hay nada de que hablar — Gruñó.

— Sí que lo hay — Samuel empujó la puerta para que se terminara de abrir, haciendo a Rubén retroceder unos cuantos pasos expulsado por la fuerza.

Su primera reacción fue observar esa cantidad de cosas regadas por el suelo, un desorden que no estaba allí la última vez que había ido a su habitación. El olor de cigarrillo era mucho más fuerte estando dentro, llevó una mano a cubrir su nariz mientras iba a abrir la ventanilla del baño para que el oxígeno entrara y el humo saliera. Aprovechó para cerrar el grifo de agua que estaba abierto al tope, casi provocando que el baño se comenzará a inundar.

— ¿Qué paso aquí? — Cuestionó, tosiendo y moviendo su mano para disipar la nube.

— Ese no es tu problema — Escupió, señalando hacia la puerta abierta — Vete, ahora.

— No voy a irme a ningún lado — Aseveró, plantándose en su lugar, firme. Si quería que se fuera tendría que sacarlo el mismo de allí — Tenemos que hablar y hablo en serio.

Rubén alzó las manos y las dejó caer ofuscado, apagando contra la pared el cigarro que tenía encendido entre sus dedos. Seguía usando la misma ropa con la que le había visto en la tarde, su cabello está completamente desordenado y sus pies descalzos. Era imposible saber lo que estaba pensando con ver su indescriptible expresión, eran demasiadas emociones para poder asimilarlas. Buscó con su mirada cualquier cosa que pudiera dar indicios de que se hubiera drogado, no parecía haber más que colillas de cigarrillo por todos lados.

Detrás de él habían muchas más cosas en el suelo, otras más metidas en unas cajas. De entre entre las cosas embaladas logró ver las gafas VR del rubio, junto a cables y lo que parecía ser ropa de color negro.

— ¿Qué ibas a hacer con eso?

Rubén observó las cajas, encogiéndose de hombros — Botarlo, regalarlo, lo que fuera no tiene importancia — Giró en su lugar hacia el closet abierto, arrojando más cosas a la caja.