No hubo tan siquiera un mensaje de nuevo, ni un cruce de miradas u otra búsqueda desinteresada entre la multitud para poder observarlo. Se agarró a los estudios como un clavo ardiendo, un salvavidas que le mantuvo a flote con éxito de toda la realidad que le susurraba a lo lejos por atención. Solo cuando dejaba sus libros para descansar, ese tiempo corto entre la lucidez y el sueño profundo, su subconsciente formulaba algunas preguntas de las cuales limitaba respuesta. Aunque en ocasiones, muy contadas cayó sin remedio hacia el vacío del pensamiento.
No era una mala persona, no estaba juzgando por meros rumores. La prueba estaba allí, la había tocado con sus propias manos y nisiquiera fue negada después al ser encarada. Aún, dentro de todo lo que le disgustaba, decidió tomarlo con la mayor madurez. Sin poner adjetivos, ni epítetos, no fabricar falsos escenarios. Rubén no era una mala persona, podría incluso asegurar que era un buen chico que, como muchos, disfrutaba la universidad mientras iba planificando un futuro. Bueno, o al menos eso parecía. Fue divertido, mientras duró. Por qué si, ya se había marcado un final aunque ninguno de los dos hayan colocado el punto.
Samuel no volvería a cruzarse en ese camino por voluntad propia, suficiente había tenido con pasar por todo ello una vez.
¿Pero cuando la vida hace lo que uno quiere y desea? Toda esa jodida semana de finales lo único que tuvo fue encuentro tras encuentro con el indeseado. Fargan y Luzu había hecho grandes migas con él desde que se enteraron sobre sus gustos compartidos y no había día en el que Fargan le gritara para que se acercará a saludar, dónde mencionara sobre sus reuniones después de clases y quedadas para ir comprar algún juego ¿Willy? En lugar de apoyarlo y quedarse con el, se iba con los otros tres.
Incluso con el mejor amigo de este, el tal Mangel. Antes apenas y sabía de su existencia y ahora iba constantemente a buscar a Fargan para estudiar, ir a sus clases compartidas o pasar el rato. El rubio y el moreno apenas y se había dirigido el saludo, la actitud tan normalizada en la personalidad de el último que nadie podía notar algo extraño. De lo contrario, nisiquiera le insistirian al recién llegado en que se quedará a compartir con ellos el almuerzo.
— Las de Clinton son perfectas, tío. Es como si las hubiesen sacado a todas de un certamen de belleza para estudiar allí — Fargan dejo salir una honda y corta respiración, soñando despierto con pertenecer a dicha universidad — La futura madre de mis hijos estudia allí, solo tengo que encontrarla.
— He conocido alguna que estudia en Clinton, pero no suelen venir a este lado de la ciudad — Rubén sorbio su jugo — ¿Has ido hasta allá?
Mujeres, típica conversación de pubertos. Estudiantes universitarios hablando de su valoración en el ámbito femenino mientras pasan el tiempo ¿Cómo podía estar allí con SUS amigos manteniendo una conversación tan banal como esa? Por momentos se cuestionaba si el juego, el acosador, todo fue solo un sueño que su cerebro cansado proceso como un recuerdo falso. Pasar de cuidarse de que les vieran hablando a incluso almorzar en la misma mesa, nada de eso tenía lógica alguna ¿A dónde se había ido toda la preocupación que antes sentía de ser descubierto? Acaso podía ser tan tonto que por no tener ninguna muestra del hacker este ya se había olvidado de ellos ¿Sería eso posible? Todo ese dolor de cabeza por nada.
— Mi novia estudia allí — Intervino Willy.
— ¿Tu novia? — Cuestionó Rubén con sorpresa.
— Si, este tío tiene más suerte que todos nosotros juntos — Acepto Luzu, apoyando su mentón en la mano.
— Y es tan mal amigo que no me puede presentar a ninguna de sus amigas ¿Has visto? — Se quejo Fargan.
— Si le he presentado, pero el las espanta — Corrigió el de ojos rasgados.
— Eso es una vil mentira — Escupió en respuesta el acusado.
ESTÁS LEYENDO
OtherLife [Rubegetta]
FanficBienvenido Vegetta777 ¿Listo para OtherLife? 🔍Buscar Amigos: Rubius Mensajería ✉️ Vegetta777:¿Estás disponible? Rubius: Para ti, siempre. ¿Cuando la ficción comienza a ser mejor que la realidad? En cuanto nuestros deseos pueden ser cumplidos por el...