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Daven es una recién graduada de la universidad que no se decide al próximo paso. En Italia, en una tarde de bares con su prima, se topa con Sasher.
Con solo mirarse ya sienten una chispa recorrerlos.
Tras algo, una aur...
Con olor; así recordaba la esencia de aquella tarde.
Me senté en el rellano, sintiéndome nostálgica conmigo y con ese día de hace siete años.
Unas manos se posaron en mi pelo y otras en mis rodillas, confirmando la sensación de mis ojos, Sasher me pasa un dedo por mis parpados para secar las primeras lágrimas.
— Mamá pensativa.
Sasher se río y me frotó el pelo despeinándome viva.
— Sí Callum, mamá está pensativa— Callum me acercó los brazos y lo alcé para subirle a mis muslos.
— ¿En qué piensas mor?
— En aquella tarde.
— Aquella tarde donde empezó— dijimos a la vez y reímos juntos con nuestro hijo delante y Dalaya arriba con Elare y Diane.
— Papá quiero yo.
Sasher le miró y sé lo puso en los hombros para jugar a dar vueltas con él.
— Papá también te quiere Call y mucho.
— Mamá os ama y es muy feliz con vosotros.
Nos dimos un abrazo de tres y me levanté para entrar en nuestro hogar de noventa metros cuadrados con estilo aesthetic con tonos verdes, azules y nórdicos.
Al entrar me encuentro juguetes suyos esparcidos por todo el salón y una risa sé sale al acto de mi boca que provoca el estallido de las suyas cuando miran en dirección a lo que miro yo; Callum me tira de mi abrigo, carmín de terciopelo y miro hacía él para cogerlo en brazos.
— ¿A cenar?
— ¡Cena'!— sonrío y me voy a la cocina para calentar unos tallarines que he hecho esté mediodía, mientras dos de los hombres de mi vida se quedan en el salón.
Al poco escuchamos como las chicas bajan y Call les dice que vamos a cenar. Pero al rato Sash se me acerca y me pide una cosa.
— Ponnos platos a nosotros, Call sé ha dormido a la que se ha subido al sillón.
— Vale Sash.
Ya habiendo terminado de repartir en cinco platos la cena listo para ponerlos a calentar, él me da un giro de 180º y me besa.
— ¡Qué sexy estás así puñetas!
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º· 19 de marzo del 2030·º
Sasher Baker Lyon
Mi hijo acaba de abrir los ojos en medio de nosotros dos y Daves aún duerme. Despertarla me sabe mal, así que esperamos un rato para desayunar, desde que nacieron Callum y Dalaya, entre nosotros es tradición desayunar juntos.
