Scarlett
—Confía en tu instinto —exige Diggle, y escucho sus pasos por la estancia.
Me quedo de pie en medio del salón. Mis ojos continúan vendados, mis dedos tensos se aferran al bastón de artes marciales y me siento como un ciervo en una jaula de leones hambrientos. Además, no logro ver nada, y es peor. ¿Cómo sabré cuando van a atacarme? ¿acaso es posible desarrollar ese instinto que muestran en Karate Kid? ¿tendré una especie de punzada como Spiderman?
De repente, un bastón de madera se estrella contra mi espalda y la arqueo. Un ardor se forma en toda esa parte. Siseo como si me hubiera quemado y, cuando intento tocar la zona afectada, me golpean las manos con el mismo bastón. Joder, cómo duele esa cosa.
—¡Confía en tu instinto! —el grito retumba en las paredes, creando un eco.
Volvemos a sumirnos en un silencio inquieto.
Ya no me estaba pareciendo tan buena idea lo que aprender artes marciales. Eso es lo que la clase entrena ahora. Y voy muy atrasada. Para ponerme al corriente, decidí pedirle ayuda a Diggle, ya que él quedo en entrenarme. Aceptó, y me sentí contenta. ¿El problema? Soy pésima en esto. Me golpean por doquier, nunca sé por dónde van a atacarme y me resultaba más difícil de lo que pensé que sería. Aparte, utilizan ciertos implementos y la mayoría son de madera. Duelen bastante.
Trato de agudizar los sentidos para saber por dónde carajos me van a golpear. Percibo pasos, la cuestión es que son tantos que no descifro la cantidad exacta de personas que caminan por la estancia. Maldita sea, van a molerme a palos.
Percibo un paso más cerca que los demás, y se me acelera la respiración. Jodido miedo. Apenas capto otro tipo de movimiento, me defiendo con el bastón. Por desgracia, me golpearon en la pierna y luego en la cabeza. Caí al suelo debido a la fuerza que emplearon. Me ardían las zonas afectadas.
Enfurruñada, me quité la venda de los ojos y arrojé el bastón a un lado.
—Maldito miedo —maldigo por lo bajo.
—No subestimes al miedo —Diggle camina a mi alrededor, con expresión circunspecta y el bastón detrás de su espalda—. Esa emoción hace más que solo anunciar el peligro o paralizarte —se detiene frente a mí, y se acuclilla. La dureza en sus orbes me obliga a cerrar la boca—. El miedo te insta a sobrevivir, a actuar y a superar obstáculos. Para muchos define límites. Para ti supondrá retos y desafíos. El miedo no puede detenerte. Debes sobreponerte a él y, al mismo tiempo, recodar que está ahí para obligarte a hacer lo posible para conservar tu vida. Te hace aprender, valorar y avanzar. Cuando sientas miedo, sabrás que debes mantenerte viva y superarlo como sea. Siempre ve hacia delante, y no te detengas nunca, jamás.
«El miedo te obliga a sobrevivir, el dolor te recuerda que estás viva y la ira te incita a actuar, esforzarte y protegerte; la tristeza te ayuda a tomar consciencia de ti misma y analizar la situación y la alegría te da fortaleza, te impulsa a pelear por lo que quieres y te enseña a valorar el presente —hace una breve pausa—. Las emociones existen por algo. Dos cosas pueden joderte, Scarlett, y ambas están en ti; tu mente y tus emociones. O las controlas, o se volverán tus peores enemigos.
—Los sentimientos no pueden controlarse.
—Pueden dominarse —me corrige—. Tal vez no eliges qué sentir o no. Sin embargo, sí puedes elegir si ellas decidirán tus acciones o influirán en tus decisiones. Si no lo haces, tu mente va a asesinarte y serás presa de tus emociones. Domínalas, Scarlett. Ni siquiera ellas deben estar por sobre ti. Tú mandas, tú las usas y las impulsas. Tienes el poder —asentí y se puso de pie—. Vamos de nuevo.
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Víbora [+18]
ActionTRILOGÍA SERPIENTE #1 (Libro I finalizado) "Mi cascarón se ha roto, suelto veneno por doquier y asfixio sin piedad. Soy una serpiente. No por nada me llaman Víbora" Scarlett Knight, una mercenaria entrenada por una organización de asesinos, se encu...