Alek
—¿Tiene muy mal aspecto? —inquiero a Scarlett.
La veo por sobre mi hombro, y en su rostro está marcado el disgusto y el horror.
—Uhm... la mitad de tu espalda es morada, Alek.
Intento moverme, y una punzada de dolor me recorre, haciéndome soltar un gemido de lamento. Me distraje durante una pelea en el entrenamiento, y me hicieron pedazos. Me golpearon hasta no poder más. Mi espalda es la que se llevó la peor parte. Me duele todo el cuerpo, y estoy lleno de hematomas.
—Siendo sincera..., no se ve nada bien —la pelirroja se muerde el labio con inseguridad—. Será mejor que te apliques la crema y descanses.
—Lo sé —musito, y me remuevo—. ¿Me ayudas?
—Claro —la veo sonreír—. Iré por la crema.
Camina hacia la enfermería y, cuando está a punto de entrar, se desvía hacia la habitación de al lado. Me lanza un vistazo travieso, como si se emocionara por cometer una travesura, y se agacha detrás del estante. ¿Qué rayos va a hacer? Avanza en 4 patas, y evita que el instructor que permanece en esa estancia la vea. Luego, hace una voltereta muy desastrosa y me rio. Olvidaba que le están enseñando técnicas de escape. Jamás vi una voltereta tan mala.
Al final, aprovecha que el instructor le da la espalda, se levanta de un brinco y toma una caja que se sitúa sobre la encimera. De la misma forma, abandona la habitación, va a la enfermería a sacar la crema y regresa corriendo hacia mí, chillando.
—¿Qué hiciste, loca? —averiguo con diversión.
—No me digas loca que arriesgue la vida por una caja de los chocolates que te gustan —me enseña la caja, y me la entrega—. Deja que te lleve a tu cuarto para que pueda aplicarte la crema y descanses.
Pasa mi brazo por su cuello, y con su ayuda logro levantarme. Se encarga de mantener la caja escondida para que nadie la vea. Atravesamos los solitarios pasillos de esta zona hasta llegar al último piso, donde se ubican las habitaciones y despachos de los líderes. Scarlett abre la puerta de mi habitación con cierta dificultad, me insta a entrar y la cierra otra vez.
Me deja sobre la cama, y suspira.
—Bien —subió a la cama, y arrodillándose detrás de mí. Antes de ponerme la crema, me dio una de las barras de chocolate. Sonreí al abrirla, y pronto sentí una fría superficie un tanto espesa—. Me disculpo de antemano por el dolor.
Comenzó a esparcirla por la zona afectada, y soporté los ardores. Las manos de Scarlett son suaves, muy suaves. En cambio, las mías son más ásperas debido a que constantemente tomo armas, cuchillas, espadas, hago barras y ejercito con otras máquinas de metal. A pesar del dolor, me agradó lo que su tacto me hizo sentir.
Hace tiempo que vengo notando que... me pasan ciertas cosas cuando estoy con Scarlett. Me siento... tan relajado y tranquilo a su lado. Se ha convertido en mi refugio seguro. Cuando estoy con ella, no soy un asesino despiadado y sádico, sino un chico como cualquier otro que disfruta de cosas tan simples como ver series, comer chocolate o hablar de cómics. Además, paso más tiempo en su habitación, con ella y sus hermanos, que pensando en misiones y dinero. Ella es zona segura, donde puedes ir cuando tienes un día de mierda, y sabes que siempre van a recibirte con simpatía, cariño y buen humor.
Y tengo miedo de sentir más de lo que debería por esta pelirroja.
—Listo —su dulce voz me saca de mis pensamientos, y se levanta a dejar la crema sobre la mesa de noche—. Ahora debes descansar. Mañana creo que amanecerás mejor.
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Víbora [+18]
ActionTRILOGÍA SERPIENTE #1 (Libro I finalizado) "Mi cascarón se ha roto, suelto veneno por doquier y asfixio sin piedad. Soy una serpiente. No por nada me llaman Víbora" Scarlett Knight, una mercenaria entrenada por una organización de asesinos, se encu...