Capítulo 34

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Scarlett

—¿Cubriste los del lado sur? —me pregunta Nate, con su arma en mano y un semblante impasible.

—Sí —murmuro, recorriendo los alrededores con la vista—. El tema marcha con tranquilidad.

—Eso parece —Sky adquiere una expresión pensativa—. Ha estado extrañamente calmado.

—Lo sé.

—¿Creen que vaya a hacer algo? —mi hermano arruga el entrecejo.

—Lo hará. De eso no tengo duda.

Vale, le habíamos arrebatado a Aleksander diez de sus galpones, nos quedamos con su mercancía e invadimos sus territorios.

Lo planee con mis hermanos el día que llegaron. Le advertí a Alek que debía salir de mi camino, y resulta que me jodió por su ambición. Arruinó el plan que tenía para librarme de la presión de la organización. Bien, él hizo eso, y me busqué algo más grande para mostrar a los líderes. Fui, le quité diez bodegas llenas de mercancías. Esto sí que era algo hermoso de anunciar a los jefes. Ya les di la noticia, Nikolla está feliz por sus nuevas posesiones, las cuales no sabe que se las robamos al ruso, y las cosas marchan como deben.

Sí, lo tenía planeado. Mis hermanos me informaron sobre la existencia de ese club, así que fui varias veces a darme una vuelta, hablé con los trabajadores para enterarme de las rutinas usuales y las veces que alguno perteneciente a la mafia se presentaba por el lugar. Escogí un día, amenacé a uno de los empleados para que creara un poco de caos que mantendría a otros ocupados y luego me presenté en el club con mis hermanos.

Sky me avisó cuando vio a Nikolai y Alena arriba, observándolo todo desde la zona VIP. Invité a un tipo a bailar y sabía que el ruso haría acto de aparición, incitado por sus celos. El plan salió tal y como lo había previsto. Alek me sacó del lugar, Alena y Nikolai se entretuvieron con mis hermanos y Megan y su tríada se hacía cargo del supuesto ladrón.

Cuando fue el momento, Sky y Nate se escabulleron para reunirse con las tropas de Nikolla con las que habían repasado el plan de ataque. En eso, los dos amigos de Alek los estaban buscando, y yo distraje al Boss. No había problema para robar los terrenos, y mis hermanos lo lograron en poco tiempo. Se tomaron los galpones, los prisioneros que estaban en las bodegas le juraron lealtad a Sebastian y con eso quedó todo listo. La zona estaba asegurada.

No... no tenía la intención de que Alek... se pusiera tan posesivo, y no pude evitar querer provocarlo. Fue... la mejor sensación de mi vida. Primero me dio nalgadas, y el dolor que me estaba produciendo fue tan excitante. Y encima con cada palabra que salía de su boca me mojaba un poco más. En verdad... estuve muy tentada a tirarlo todo a la mierda y follarlo, pero tenía un plan y, así como él no dejó el suyo por mí, tampoco dejé el mío por él.

Aleksander me dio uno de los mejores orgasmos de la vida. Me tocó justo donde necesitaba, me estimuló como nadie y su brusquedad no fue excesiva ni menor. Me dio la combinación perfecta de placer y dolor. Fue lo que estaba buscando hace años, y me lo dio sin que tuviera que pedírselo. Conseguí gran placer, y aborrezco un poquito que... ahora Alek no quiere ni verme. Por lo tanto, la idea de terminar con lo que empezamos debe ir a la basura.

Estos pocos días casi no he visto a Alek, y Nikolai y Alena trabajan todo el día como locos. La tríada de Megan igual. Se volvieron fieles sirvientes de Aleksander, y le sirven a la Bratva. Me he cruzado con suerte tres o cuatro veces con el ruso, y no me ha dirigido la palabra, no me mira ni me toma en cuenta. Lo entiendo, está molesto. Sabe lo que se siente que la persona que amas te pase a llevar por sus planes de ambición.

Él golpeó, yo devolví.

—Luces distraída —Sebastian me saca de mis pensamientos. Se detiene a un lado, y veo que mis hermanos platican con Zamir. ¿En qué momento se fueron?—. ¿Todo bien?

Víbora [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora