Antonella
Princesa, ya hemos llegado, princesa...
Escuché la voz de Mikey en un susurro suave, casi imperceptible.
Mis ojos se abrieron lentamente debido a la luz que iluminaba mi rostro. Me estiré, intentando deshacerme de la sensación de pesadez.
— ¿Dónde estamos? — murmuré adormecida, mientras me cubría la cara con las manos.
— En el jet, ya hemos llegado, hermosa — respondió él, acariciando suavemente mi cabello.
— ¿Tan rápido? — pregunté, confundida, mirándolo con los ojos aún pesados de sueño.
— Has pasado todo el viaje durmiendo — dijo, sonriendo sutilmente.
— Ups — me reí tímidamente.
Me miró con una sonrisa débil en los labios; su presencia era simplemente perfecta, todo en él parecía estar en su lugar.
— Tierra llamando a Antonella — dijo, golpeando ligeramente mi frente con un dedo.
— ¡Oye! — protesté, haciendo pucheros mientras tocaba mi frente.
— Vamos, Camila te está esperando.
— ¡¡Camilaaa!! — me levanté de golpe, emocionada.
— Te emociona más estar con ella que conmigo, ¿eh? — me miró con una ceja levantada.
— No seas tonto, solo la extraño. Vamos, ¡rápido! — tiré de su brazo, que estaba tan musculoso. Mikey se levantó del asiento con facilidad.
— Si me arrancas el brazo, ¿quién te meterá los dedos? — preguntó con su habitual tono directo, algo que siempre me sorprende pero también me gusta.
— Yo misma — le respondí con una mirada pícara antes de bajar del avión.
Mikey sonrió de lado y salió del jet. Al bajar, subimos a un auto negro que nos esperaba junto a Nelson.
— Ya verás cómo se pondrá de contenta Cami — dijo Nelson, con una gran sonrisa, como siempre.
— Tengo tantas ganas de verla, puuuf — solté un suspiro de emoción.
— Pues imagínate cómo se sentirá ella — rio, al igual que yo. Éramos tan parecidas en nuestras reacciones.
Un rato después, llegamos a una gran mansión. La entrada estaba adornada con un hermoso arco y un muro alto rodeaba la propiedad.
— Wow, casa nueva — dije, atónita.
— Tuvimos que mudarnos por razones de seguridad — explicó Mikey con seriedad mientras salía del auto.
— Entiendo — respondí, saliendo también y observando los altos muros que separaban la casa de la calle.
Las puertas de entrada se abrieron hacia los lados, revelando la impresionante mansión frente a nosotros. Era enorme, con una gran fuente justo al entrar y escaleras a ambos lados. Había pequeños jardines adornados con flores y arbustos.
— Es increíble — murmuré, sin poder evitar mirar todo con asombro.
— Lo que te falta por ver — contestó Nelson, comenzando a subir las escaleras del lado derecho junto a Mikey. Yo los seguí.
Las empleadas, que reconocía de la casa anterior, nos recibieron con sonrisas radiantes.
— Bienvenidos — dijeron, abriendo las puertas para dejarnos pasar.
Una vez dentro, admiré todo a mi alrededor. Las paredes eran de un suave color crema, y frente a la entrada había una gran escalera que conducía al segundo piso. A mi derecha, había un hermoso salón decorado en tonos crema, y a mi izquierda, una amplia cocina.
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Adicto amor [#1]
RomanceAntonella Presly una chica responsable y amable, con un sueño que seguir y conseguir se encuentra con Mikey Grace, un gran empresario el cual tiene una vida ajetreada con el tema de contrabando de armas y dinero. Un amor lleno de pasión y poder...