Antonella
Mis ojos fueron violentamente iluminados por el resplandor del sol cuando Camila entró a abrir las ventanas. Al parecer, Antonella Presly se había quedado más frita que un pan.
— ¿Qué hora es? — pregunté, cubriéndome con las colchas.
— Son las 13:47, bella durmiente — respondió Camila, mientras continuaba levantando ventanas y abriendo cortinas.
— ¿Por qué me despiertas tan tarde? — bufé, tomando una fresa de la bandeja que estaba a mi lado.
Mikey me había dejado el desayuno y se había ido tras darme un dulce beso para ocuparse de unos asuntos.
— ¿Temprano? ¡Tú estás de broma! — rio Camila, mientras abría una puerta — Vamos a buscar tu vestido de novia, así que arriba. ¿Cómo se diría en francés?
— Allez, lève-toi, putain! — reí entre las sábanas y decidí asomar mi cabeza. — Vamos, Cami, que todavía no hemos puesto la fecha.
— Nunca es tarde, además siempre hay que ir un paso por delante — dijo, sacando unos shorts azul oscuro y un top negro de hombros caídos.
— Bueno, pero tampoco es necesario adelantarse tanto — dije, llevando otra fresa a mi boca.
— ¡Vamos, levanta el culo! Te espero abajo en menos de 10 minutos. — sin dejarme responder, se fue.
Negué con una pequeña risa y me levanté para vestirme, ya que me había duchado la noche anterior.
Una vez vestida y arreglada, tomé una taza de café y algunas fresas, y salí del cuarto. Bajé comiendo y entré en la sala de estar, donde Margarita estaba viendo televisión.
— Buenos días — sonreí, mientras la miraba.
— Oh, buenos días, querida — respondió Margarita, girando hacia mí con una hermosa sonrisa de oreja a oreja. — ¿A dónde vas tan bella?
— Voy con Camila a ver vestidos de novia. Ella insiste en que lo hagamos hoy — reí. — ¿Por qué no vienes con nosotras? Así no te quedas sola hasta que lleguen los chicos o nosotras.
— No te preocupes, querida, iré a visitar a unas amigas. No estaré sola.
— Bueno, está bien.
— ¡Vamoooos! — Camila apareció por detrás y me dio un golpe juguetón en el trasero.
— Oye — reí. — Bueno, adiós Margarita, que te vaya bien — moví la mano en señal de despedida.
— Addio, mamma — dije mientras me acercaba corriendo y besaba su mejilla. Ambas salimos sonrientes, dejando la taza de café en la mesita de la entrada.
Subimos al auto, acompañadas por los guardias y el chofer, que siempre iban con nosotras.
Tomamos rumbo a una tienda de vestidos de novia que Camila había indicado.
...
— ¿Qué tipo de vestido busca? — preguntó amablemente una de las trabajadoras.
— Busco algo sencillo, pero con un toque esponjoso, sin exagerar. También me gustaría que el escote sea en forma de corazón. El resto lo podemos ir viendo — reí nerviosa, ya que no sabía mucho sobre los tipos de vestidos y telas, pero sí tenía una idea general de cómo me gustaría que fuera.
— Está bien, no se preocupe — respondió con una sonrisa amable. — Puede probarse algunos vestidos y decidir cuál le gusta más.
Asentí y, junto a Camila, comenzamos a revisar los vestidos que nos ofrecieron.
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Adicto amor [#1]
RomanceAntonella Presly una chica responsable y amable, con un sueño que seguir y conseguir se encuentra con Mikey Grace, un gran empresario el cual tiene una vida ajetreada con el tema de contrabando de armas y dinero. Un amor lleno de pasión y poder...