14. Nuestra

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Juan Pablo Isaza.

No había estado dentro de su habitación en mucho tiempo y hacerlo bajo estas circunstancias es...raro.

Tiene los ojos hinchados y enrojecidos, pero luce extrañamente tranquila con su decisión.

Me imaginaba que la interrupción de un embarazo era algo más dramático, pero solo consistió en una enfermera dándole un par de pastillas, explicándole una serie de efectos secundarios y luego retirándose discretamente hacia el estudio, en donde estará por las próximas 8 horas, que constituyen el lapso de mayor riesgo y durante el cual se presentarán sangrados.

La enfermera es joven, competente y luce extrañamente acostumbrada a esto. Ni siquiera levantó una ceja ante nuestras caras famosas, y solo puedo imaginar la tonelada de acuerdos de confidencialidad que debe haber firmado para que Alex la dejara pasar por la puerta.

Estamos sentados en silencio en su cama. Solo nuestros hombros se tocan.

Ella lleva el pelo recogido en una trenza y está cubierta con una frazada hasta el pecho. Me mira de reojo y se le escapa una risita.

- ¿Qué pasa?

- ¿No fuiste al hotel antes de venir acá?

- Uhm. No

- Se nota que no te has visto mucho al espejo hoy

Me paso una mano por el pelo. Otra risita.

- Tienes un chupetón en el cuello – Observa

Me llevo una mano rápidamente al cuello, en el punto en el que recuerdo vívidamente que ella me mordió, besó y chupó descaradamente. A pesar de toda la extrañeza de la situación, una chispa de deseo me recorre el cuerpo cuando pienso en ella.

- ¿Noche loca? – Confirma

La miro de reojo.

Sé que está fingiendo naturalidad, como si fuéramos dos amigos que pueden hablar de esto, pero no lo somos. Aunque trata de parecer relajada, veo la incertidumbre en sus ojos.

Suspiro, sin responder nada.

- Debió serlo – Se asegura a sí misma – Si la dejaste tocarte el cuello, por no hablar de llegar a marcarte así

- Tana – La detengo, porque no hace falta que finjamos una sofisticación alrededor del otro que los dos sabemos que no sentimos

- Lo siento – Murmura – ¿Fue una fan?

- Tana – Repito

- Solo...dímelo, Isa

- No – Respondo escuetamente.

Ella cierra los ojos y se acurruca en su manta. Se enrosca sobre sí misma como si tuviera frío, aunque sé que esa no es la razón.

Estuve de ese lado muchas veces. La vi con salir de mi cama para irse con su novio. Sé todo acerca de ese sabor amargo de los celos, y lo mucho que cuesta tragártelos cuando no tienes derecho a reclamar.

A una parte de mí le gustaría consolarla, pero no sé cómo, porque tampoco le voy a mentir.

- ¿Qué tal tu show de ayer? – Pregunta sabiamente, porque entiende que hablar de esto no tiene sentido, y que solo va a hacerse daño sin necesidad

- Brutal. El Wizink siempre es otro nivel

- Alex estaba en negociaciones para conseguirme mi primera fecha solista antes de esto – Menciona ella distraídamente

No te vayas  » Juan Pablo Isaza (Morat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora