Juan Pablo Isaza
Alex: Gracias por anoche. No te quise despertar cuando me fui. Un beso
Su mensaje en mi celular es lo primero que veo cuando me despierto.
Me escribió a las 6:40am, así que durmió solo un poco más de dos horas. Mi despertador suena a las 9:00 am y siento que estoy muriendo, así que ella debe estar devastada.
Sigo esperando que la sensación demoledora de: ¿Qué hice? Llegue a mi mente, pero no lo hace.
Crucé una línea que nunca cruzo anoche. Y quiero seguir haciéndolo.
De hecho, despertar solo me hizo sentir vagamente usado. Me habría gustado despertar con ella, desayunar juntos, o alguna cosa para verificar que todo sigue normal entre los dos.
Excepto porque nada es normal entre los dos. Ella me vio venirme a la velocidad de Meteoro y yo la sentí venirse en mi lengua y en mis dedos, así que definitivamente algo ha cambiado.
Como dije, crucé la línea. Y quiero seguir haciéndolo.
Isa: Buenos días. Siempre que quiera 😉
Isa: PD: Sigo pensando en usted
No me quedo esperando su mensaje, porque sé lo ocupada que debe estar.
Hoy tenemos promo todo el día, lo que para nosotros significa subirnos a una camioneta y que nos lleven a sitios. Para ella, nuestra personal mánager y nuestro stage mánager, implica controlar horarios, traslados, confirmar aspectos técnicos si es que tocamos en alguna entrevista, garantizar que tengamos tiempo para almorzar, y otro montón de aspectos que francamente no sé cómo organizan.
Luego de la tercera ronda de entrevistas, paramos para almorzar. Mientras esperamos nuestro habitual pedido descomunal de tacos, veo que me ha llegado su respuesta.
Alex: Rompimos tus reglas anoche. ¿Cómo te sientes con eso?
Isa: Con ganas de seguir rompiéndolas
Alex: No me enamoré perdidamente de ti, lo siento
Isa: Ja-ja. Graciosa
Alex: Aunque tal vez podría tener un romance con tu lengua
Isa: Mi lengua está dispuesta a repetir
Alex: Mmm...¿Cuándo?
Isa: ¿Ya?
Alex: Escríbeme cuando llegues al hotel. Ahora, no me distraigas con tu charla sexy. Estoy trabajando en tu carrera
Isa: Hasta más tarde, nena
- ¿Con quién habla que está sonriendo como una hueva? – Me pregunta Villa mientras se inclina hacia mí. Bloqueo la pantalla del celular y me encojo de hombros. Él achica los ojos - ¿No estará volviendo a hablar con...?
- ¡No! – Lo interrumpo, porque no quiero ni oír su nombre – No, claro que no
- ¿Entonces?
- Nada, deje la película. No estoy hablando con nadie
- ¿De verdad cree que me puede decir mentiras a mí? – Me pregunta Villa, con su justo drama nivel Villa. Ruedo los ojos
- No le puede decir a nadie – Advierto. Villa levanta las cejas
- Está volviendo a hablar con ella – Asegura con tristeza
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No te vayas » Juan Pablo Isaza (Morat)
Fiksi PenggemarLos dos sabemos que esa noche lo cambió todo. Los dos seguimos sintiendo cada toque accidental como un reguero de lava ardiendo. Él lo sabe y yo también. La atracción entre los dos es innegable, magnética y descontrolada; y solo puedo pensar en ca...