|Capítulo 32|

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Capítulo dedicado a todas esas lectoras que leen ésta historia desde que comenzó y es dedicado también a las nuevas lectoras. Gracias por el apoyo, las amo. 🥰🤍

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Capítulo +18

Lea

Terminé de alistarme y bajé las escaleras con mi bolso en mano; llegué a la sala y dejé éste mismo en uno de los sofás, luego me dirigí a la cocina y allí se encontraba Dante comiendo fresas.

-Oye, esas son mías- exclamé. Hice un puchero y él sonrió con ternura. Estiró su brazo hacia mí y con éste mismo me acorraló entre la encimera y su pecho.

-Nuestras- susurró sobre mis labios antes de darme un tierno beso al cual, correspondí enseguida.

-Tengo sueño- susurré cuando nos separamos.

-Yo puedo ir por Bruno, mi amor. Tú quédate aquí y descansa- besó mi frente y luego me dio una fresa.

-Le prometí a Bruno que iría a buscarlo- mordí la fresa y luego solté un suspiro ante su dulce y fresco sabor.

-Él lo entenderá, nena- trató de convencerme.

-Sé que sí, cariño, pero de todas formas quiero ir- besé su mejilla y me separé de él.

-Está bien- resopló resignado y yo le regalé una sonrisa.

-¿Quieres?- le pregunté mientras servía un vaso con jugo de uva. Mi favorito.

-No, gracias- se cruzó de brazos y los apoyó encima de la encimera. Mientras terminaba de servir el jugo sus ojos no se apartaban de mi rostro.

-¿Por qué me miras tanto?- guardé el jugo en la heladera y bebí un poco del de mi vaso. Se acercó a mí y rodeó mi estrecha cintura con sus brazos.

-Me encantan tus ojos- susurró mientras los miraba. Sonreí con ternura y un leve sonrojo se hizo presente en mis mejillas. Acaricié su barba y luego dejé un pico en sus labios.

-A mí me gustas tú- escondí mi rostro en el hueco de su cuello y él enterró su nariz en mi cabello para olfatearlo.

-Te siento un poco tensa- susurró.

-Estoy nerviosa- admití mientras me separaba lentamente para mirarlo a los ojos.

-¿Por qué?- frunció su ceño.

-Lucca...- hice una mueca con mis labios y él acarició mi cabello.

-Hablaré con él ¿sí?- alzó mi mentón y asentí. Besó mis labios con dulzura y sonreí en medio del beso.

-En una semana ya es dieciocho de marzo- sonrió.

-Y cumplimos un mes- lo miré sorprendida.

-¿Recuerdas ese día?-

-¿Cómo olvidar el día en el que mis hermanos y yo conocimos a nuestra futura esposa?- me ahogué con mi propia saliva y a la vez me sonrojé. Él rió sonoramente.

Iba a responderle justo cuando el timbre de la casa sonó.

-Debe de ser Lucca...- susurré sin mirarlo a los ojos y él rió.

-Ve a buscar mis cosas a tu habitación, hablaré con él- su expresión se volvió seria.

-Yendo- hice un saludo militar y él soltó una carcajada.

El timbre nuevamente se escuchó.

Emprendí camino a mi habitación pero en un rápido movimiento Dante me dio vuelta; estampó nuestros labios en un beso más agresivo que los anteriores y una de sus manos fue a mi trasero.

Lea [EN PROCESO Y EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora