El descenso es terrible... temo que no podamos resistirlo.
Una vez mis pies tocan superficie, caigo al suelo con fuerza, mientras siento como el frío cala mis huesos, sumado al dolor del golpe de la caída. A pesar de tener esta vestimenta, el clima no ayuda para nada, pues la ventisca es tan insoportable que parece que me atravesara.
Una vez me reincorporo, giro a mi derecha para ver a Zelda, a quien sentí desprenderse de mi espalda.
- Zelda...
Me aterro ante lo que veo frente a mí... o más bien lo que no veo.
Zelda no está conmigo... Desapareció.
- Ze... – pronuncié, casi sin voz, sintiendo mi corazón detenerse. – Zel... ¡ZELDA!
- ¿Te sientes solo, Link?
No... por un instante intento guardar la calma, esperando que esto se trate de un mal sueño. He cuidado a Zelda con tanta devoción que no acepto esta situación. ¡No la concibo!
Maldito Revali... o mejor decir, maldito Ganon. Mi ira no puede hacer que me desenfoque del responsable de todo esto.
- ¿Buscas a tu princesa? – preguntó Revali con sarcasmo.
- ¿¡Qué le hiciste a Zelda, maldito!? – grité al aire, desconociendo desde donde Revali me miraba.
- Yo no le quiero hacer nada esa mocosa, pues para eso estás tú. – dijo el ente. – Bien que desde hace un siglo le quieres hacer cosas.
- ¡Cállate! – grité furioso, pero al mismo tiempo avergonzado por lo que dijo. – ¡Entrégame a Zelda en este momento!
- Claro, y yo voy a hacerte caso...
- Tu problema es conmigo, maldita sea. – expresé con voz más baja, atemorizado. – A ella déjala en paz.
- Ven por ella... si es que puedes. – dijo Revali. – Te hará bien cruzar la bestia divina solo, para ver si maduras de una vez.
La voz de Revali se desvanece, mientras yo me siento vulnerable, como hace tiempo no me siento, mucho más que cuando desperté de mi letargo. Zelda me hace falta, y como dijo el poseído Orni, es la primera vez que tendré que superar esto sin ella.
No puedo perderte, princesa... te encontraré.
Decido dejar de lado mis miedos, los que detesto que salgan en momentos como este. Me adentro a Vah Medoh, encontrándome con un pasillo oscuro y sin luz que lo guíe, y aun así no me detengo.
Después de un largo momento, puedo ver una luz al final del camino, cosa que me tranquiliza... pero segundos después me doy cuenta de algo catastrófico.
Un abismo...
- ¿¡Pero qué...!?
La risa de Revali se escucha en sintonía con mi aliento de agitación. Un paso más y hubiera caído al vacío. No sé si conocí a esta bestia en el pasado, pero lo que sí estoy seguro es que no era así, sin suelo como base.
Debe ser una broma.
- Efectivamente, Link, esto es una inocente broma, un juego en el que me gustaría que participes. – habló la voz de Revali. – Como puedes ver, el camino está del otro lado, pero... ¿Cómo lo harás con este abismo de frente? Es ahí en donde tienes que usar tu cerebro, pues imagino que eres más que un títere que mueve la Espada Maestra de un lado a otro. Ah, cierto, qué tonto soy... ¡No la tienes!
Y con una risa final, Revali se retira. Nunca pierde la oportunidad para humillarme.
- Maldito...
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de cristal
FanfictionUna vez despierto de su letargo, Link ansía descubrir el origen de la voz que le otorgó su olvidada identidad, haciendo caso omiso a todas las advertencias. Sin recuerdos y estrategias decide adentrarse al castillo, dispuesto a salvar a la luz que l...